Afectada de cáncer: "El cáncer no es rosa ni azul, ni un lazo; es una putada"

Carmen María Tiesto es una de las pacientes con cáncer que este fin de semana participan en Zaragoza en el 'III Congreso Aragonés de Personas con Cáncer y Familiares'.

Un científico trabaja con una muestra de cáncer en Inglaterra.
Un científico trabaja con una muestra de cáncer en Inglaterra.
Reuters

Carmen María Tiesto no solo ha sido diagnosticada de cáncer de ovario, sino que en el plazo de un año ha perdido a su madre por la misma enfermedad y a su padre por otro tipo de tumor, por lo que, con pleno conocimiento de causa, asegura: "el cáncer no es de color rosa ni azul, ni es un lazo, es una putada". Frente a la enfermedad, los investigadores, sobre todo los más jóvenes, se marcan altas metas.

Carmen María Tiesto es una de las pacientes de cáncer que este fin de semana participan en Zaragoza en el 'III Congreso Aragonés de Personas con Cáncer y Familiares' y que se ha inaugurado esta tarde con la mesa redonda 'Más investigación, más vida'.

En ella han participado expertos como el oncólogo del Hospital Universitario Diego Márquez; el becado predoctoral de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Eduardo Ruiz; el presidente de AECC, Ignacio Muñoz; el profesor de investigación en el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón y miembro del CIBER-BBN, Jesús Martínez, y el paciente Juan López.

Tras relatar el duro proceso que ha vivido en 14 meses desde que a su madre con 73 años le diagnosticaron un cáncer de ovario ya en estadio 4 y extendido por todo el cuerpo, luego a ella, con más fortuna en estadio 2, y finalmente a su padre, Carmen María Tiesto reconoce que, como afectada, lo que más ha acusado ha sido "la desinformación de personal de Atención Primaria y de Urgencias", debido a los "vagos" síntomas que ofrece el cáncer de ovario, que ha calificado de "traidor y asesino".

En este sentido, ha explicado que pese a que su madre tenía todos los síntomas de ese tipo de cáncer, los atribuían a la patología cardíaca que padecía y que fue un internista de Cardiología quien se percató de que los motivos por los que ingresaba su madre en el hospital, hasta cinco veces, no tenían que ver con el corazón. Cuando le dieron el diagnóstico, ya estaba "desbordado".

En su caso, sin embargo, fue "de pura chorra" porque se estaba tratando de miomas y desde que la biopsia confirmó que era cáncer de ovario "todo fue rodado". En cambio, su madre "se fue con sensación de abandono", ha lamentado.

"No hay conciencia de los síntomas de cáncer de ovario, y cuando se detecta, en el 80 % de los casos ya está en estadio 3 o 4", señala Tiesto, quien en los análisis genéticos dio además positivo en una mutación que la predispone a sufrir esta afección y que, en su caso, cree que se le desencadenó por el estrés que le causó la enfermedad de su madre y con la que, además, ha tenido que lidiar mientras también afrontaba la de su padre.

Pese a su situación, Tiesto reconoce que en sus sesiones de quimioterapia ha conocido casos peores y por eso recomienda a quienes sufren el cáncer que hablen, que recurran a organizaciones como la AECC, que participen en talleres, pero también que se apoye la investigación.

Una investigación como la "biopsia virtual" que realiza para preparar su tesis doctoral Eduardo Ruiz, licenciado en Biotecnología y a quien dirige Alberto Jiménez Schuhmacher, responsable del Grupo de Oncología Molecular del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón.

Aunque por su juventud, en este caso 24 años, Ruiz cree que los jóvenes investigadores "quizás apuntamos demasiado alto y eso nos hace ponernos retos más difíciles de conseguir", sí que ve factible a medio plazo conseguir que el cáncer se diagnostique en etapas tempranas y a más largo plazo "la curación", algo que de momento ve complicado porque "hay más de doscientas enfermedades".

Su investigación se centra en un método de detección no invasiva de tumores cerebrales, uno de los cánceres más agresivos y que más muertes provocan y que permite visualizar tanto las características metabólicas como anatómicas del tumor y conocer así su agresividad y la zona en que se encuentra. "Hay herramientas para el reto y potencial para la curación", ha sentenciado.

En el lado humano, comparte las inquietudes de los pacientes y por eso aboga por demostrarles cariño, tratarles con tacto pero también invitarles a visitar los laboratorios para que vean el trabajo que se hace y que sepan que "hay gente que está cuidando de ellos".

Una de las misiones de la AECC es precisamente apoyar y acompañar a los enfermos, pero también facilitar puntos de encuentro para que se comuniquen, se relacionen, compartan experiencias, se abracen y se conozcan. que es lo que persigue el Congreso Aragonés de Personas con Cáncer y Familiares, como ha explicado su presidente en Zaragoza, José Luis Ansó.

Así, además de las mesas redondas y conferencias, este congreso ofrece la posibilidad de participar en 33 talleres en los que se les proporcionan "armas" para que puedan enfrentar mejor su problema y que abordan cuestiones que van desde la sexualidad, a la musicoterapia, la relajación, la cocina o la cosmética.

Según las cifras que manera la AECC, cada año se diagnostican en España unos 230.000 nuevos casos de cáncer, unos 7.000 en Aragón, por lo que para afrontarlo, la esperanza "más importante", ha dicho, es la investigación, a lo que la organización ha dedicado este año 18 millones de euros.

Pero la AECC también quiere favorecer a más personas, ya que por el momento solo llega a un 6% de los afectados y por eso quiere involucrar a los servicios de Atención Primaria como enlace con los enfermos, sobre todo los mayores que están solos, un proceso que ha dicho "da frutos, pero es lento".

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