Muere un hombre por la fiebre Crimea-Congo tras sufrir la picadura de una garrapata

Un centenar de personas que han tenido contacto con el fallecido, en su mayoría del centro médico donde fue atendido, reciben seguimiento.

La saliva de la garrapata, potencial tratamiento para reducir el riesgo de enfermedad cardiaca vinculada al VIH.
Muere un hombre por la fiebre Crimea-Congo tras sufrir la picadura de una garrapata
Pixabay

Un hombre de 74 años ha muerto en Ávila por la fiebre Crimea-Congo tras participar en julio en una actividad cinegética en la localidad pacense de Helechosa de los Montes, donde sufrió la picadura de una garrapata, han informado este jueves fuentes de la Consejería de Sanidad de Castilla y León.

El Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III confirmó la infección por el virus Crimea-Congo del afectado, quien falleció este miércoles de madrugada en el Complejo Asistencial de Ávila.

El proceso infeccioso que sufrió el paciente le ocasionó fiebre elevada y un cuadro clínico que condujo al fallecimiento, han precisado dichas fuentes en un comunicado, según el cual, los Servicios de Epidemiología de la Junta de Castilla y León, en colaboración con el Complejo Asistencial de Ávila, están trabajando para identificar a los posibles contactos del fallecido e indicarles el seguimiento que se debe realizar.

Por su parte, las autoridades sanitarias extremeñas ya han tomado medidas para informar a la población y a sus profesionales sanitarios, con el fin de evitar posibles infecciones.

En el caso de que haya habido contacto estrecho, se debe vigilar periódicamente la temperatura corporal del afectado y comunicar al epidemiólogo de referencia cualquier cambio en su estado de salud, recuerda el comunicado, en el que se asegura que los servicios de epidemiología de ambas comunidades autónomas están en contacto permanente.

La fiebre de Crimea-Congo está causada por un virus, cuyo mecanismo de transmisión principal es la picadura de la garrapata del género ‘Hyalomma’, aunque también puede contagiarse a partir de un caso por contacto con sangre o fluidos del enfermo, de forma asimilable a la transmisión de otras enfermedades más comunes como la hepatitis B.

En 2016, se confirmaron los dos primeros casos de esta enfermedad en España, un hombre de 62 años que falleció tras el 25 de agosto tras sufrir la picadura de una garrapata que le transmitió la enfermedad en un paseo por el campo en un pueblo de Ávila, y la enfermera que le atendió durante su ingreso hospitalario, al entrar en contacto con sus fluidos.

Para prevenir las picaduras por garrapatas, las autoridades sanitarias, que en las últimas semanas han realizado una campaña informativa, han recordado la importancia de usar ropa y calzado adecuados durante las salidas al campo.

También han recomendado transitar por los caminos ya trazados y utilizar repelentes tanto para las personas como para los animales de compañía, además de retirar lo antes posible y de forma adecuada las garrapatas que se puedan haber fijado, preferentemente por parte de profesionales sanitarios.

Seguimiento a un centenar de personas

Las autoridades sanitarias realizan el seguimiento de un centenar de personas que han tenido contacto directo con el fallecido como consecuencia de la fiebre Crimea-Congo. El delegado de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández, y la jefa del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad, Sonia Tamames, han confirmado que la muerte se produjo a consecuencia de la picadura de una garrapata.

Esta última ha explicado que en la actualidad se trabaja en la elaboración de un censo de todas aquellas personas que hayan tenido contacto con el fallecido desde el momento en el que comenzaron los síntomas, "que es cuando puede producirse la transmisión a sus contactos más directos".

Esos síntomas, según Tamames, se iniciaron hace una semana, que fue cuando ingresó en el Complejo Asistencial de Ávila el fallecido, sobre cuya identidad no se han facilitado más datos que su edad por criterios de confidencialidad.

Respecto al censo que se está elaborando, la jefa del Servicio de Epidemiología ha confirmado que no está cerrado y que todas las personas que permanecen sometidas a seguimiento son de la provincia de Ávila, ya que las que pudieron estar expuestas en el entorno en el que se produjo en Extremadura están "fuera del periodo de riesgo", que es de dos semanas.

Asimismo, ha aclarado que en torno a dos terceras partes de dicho censo es personal sanitario del Complejo Asistencial de Ávila, que son "los que han participado en la asistencia a esta persona durante este tiempo".

Entre ellos figuran médicos, enfermeros, auxiliares y personal de laboratorio, ha apuntado Sonia Tamames, antes de señalar que el personal de Medicina Preventiva y de Salud Laboral están trabajando durante toda la jornada para mantener informado al personal del complejo hospitalario.

En este sentido, ha apuntado que las últimas personas que estuvieron en contacto con el fallecido, lo hicieron este miércoles, de ahí que mientras "no transcurra el periodo de incubación", que es de dos semanas, y se compruebe si alguien ha desarrollado la enfermedad, "no se podrá cerrar este seguimiento".

Tamames también ha explicado que el centenar de personas que forma parte del censo al que se está realizando un seguimiento han sido divididas entre aquellas que tienen un "nivel de riesgo alto", en torno a la mitad, y "nivel de riesgo bajo", la otra mitad.

A las primeras se les pide que se tomen la temperatura dos veces al día, al mismo tiempo que se las llama "periódicamente" para saber esos registros y conocer si tiene algún otro síntoma o si su salud ha cambiado.

A las de nivel de riesgo bajo se les han dado indicaciones para controlar si desarrolla síntomas relacionados con fiebre, diarrea, vómitos o algún otro de tipo gastrointestinal.

Desde la Junta se trabaja en el fomento de uso de "medidas preventivas" para evitar que las personas que salgan al campo puedan sufrir la picadura de una garrapata como utilizar ropa larga y uso de repelentes.

Sin en alguna ocasión se adhiere al cuerpo una garrapata, lo aconsejable es que sea retirada por un profesional sanitario según la jefa del Servicio de Epidemiología, quien ha recordado cómo hace dos años también se produjo otro caso de estas características en la provincia de Ávila.

En aquella ocasión, aunque el fallecido, de 62 años, vivía en Madrid, se había trasladado a su pueblo abulense de San Juan del Molinillo, donde sufrió la picadura de una garrapata que le produjo la muerte a finales de agosto de 2016 en madrid.

Además, otra profesional asistencial fue contagiada cuando le atendía en el centro hospitalario madrileño, pero superó la enfermedad.

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