Los alérgicos aragoneses se despiden de una primavera muy intensa

Este año, las condiciones climatológicas han elevado los niveles de polen de las gramíneas, uno de los más molestos en toda España.

Estornudar es uno de los síntomas  de las alergias.
Remedios naturales contra la alergia

Rinitis alérgica, picor o escozor de ojos y molestias en la garganta son tan solo algunos de los síntomas más comunes para quienes sufren de alguna alergia.

??Durante las últimas semanas?, el aumento de las temperaturas y la gran cantidad de lluvias durante la primavera siguen propiciando un clima propenso para la polinización de ciertos pólenes como uno de los más molestos para la población aragonesa, y española en general: el de gramíneas.

H?asta mediados de junio, varias ciudades españolas han atravesado unos días complicados desde el punto de vista alergénico debido ??a las altas concentraciones de polen en el aire de gramínea.

?Ciudades? como Madrid, Guadalajara, Toledo, Asturias, Sevilla o Badajoz? se situaban en alerta grave?, mientras que Zaragoza y Huesca se encuentran en alerta media. Algunas –las menos- como Teruel están fuera de riesgo.

Desde la Estación Aerobiológica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, operativa desde 1983; Daría Bermejo y su equipo han registrado algunas de las cifras más altas del año en este tipo de polen. “Este año se ha notado un aumento de la presencia de ciertos pólenes, siendo el día de mayor presencia hasta la fecha el pasado 14 de abril, cuando se superaron los 6.000 granos de polen por metro cúbico, más de 5.000 se correspondieron con polen de plátano de paseo cuyo periodo de polinización fue corto pero intenso”, asegura Bermejo.

Ahora mismo, y desde el pasado 4 de junio, encontramos niveles moderados de polen de gramínea, olivo y quercus (roble o encima). Debido a las condiciones climatológicas de este año, con un alto índice de pluviometría y el aumento de las temperaturas durante este mes de mayo, la presencia de gramíneas ha crecido de manera exponencial, eso sí, dentro de lo que se vaticinaba. “Esperábamos concentraciones más elevadas de lo normal pero en ningún caso algo alarmante si bien es cierto que es el polen que más alergias produce”, asevera.

Desde el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (HCULB), el doctor Carlos Colás, jefe de Servicio de Alergología del centro hospitalario, asegura que se trata de unos registros esperables debido a las condiciones climatológicas de los últimos meses y al haber sido un año más lluvioso de lo habitual.

“Si bien es cierto que está siendo un año más molesto que otros para muchos pacientes que han tenido síntomas más intensos que en años anteriores, no hemos detectado ningún impacto en las consultas”, asegura.

Sin embargo, el doctor advierte que, en la mayoría de ocasiones, este aumento de las molestias entre la ciudadanía se traduce en un incremento de los servicios en las oficinas de Atención Primaria. “La mayoría son pacientes no diagnosticados o con tratamientos inciertos que acuden tras detectar una serie de molestias a las que no están acostumbrados”, añade. “Sin embargo, no hemos notado un aumento notable de la demanda, ni una patología desmesuradamente intensa”, asevera.

La importancia de las medidas de prevención

Por su parte, la doctora Nieves Segura, alergóloga del equipo del HCULB, destaca la importancia de las medidas para evitar en esta época las altas incidencias de ciertos pólenes. “Se trata de una de las alergias más complicadas porque se encuentra en el medio ambiente y, además, depende de éste. Muchas veces es imposible evitar la exposición por lo que es complicado para estos pacientes llevar una vida normal”, afirma.

En cuanto a la hora de seguir un tratamiento farmacológico, la doctora asegura que la importancia es ser constante: “Se trata de un tipo de medicación que hace efecto acumulativo y, por lo tanto, requiere de un tratamiento de manera continuada”. Otra de las opciones posibles es la inmunoterapia, es decir, tratar de modificar su evolución incluso antes de que comiencen los síntomas con el objetivo de tratar de inducir una tolerancia. “Este segundo es un tratamiento a largo plazo”, asevera.

Pero, tras sufrir algunos de estos síntomas anteriormente mencionados ¿cómo diferenciar entre una patología leve o más grave? La clave radica en la intensidad de estos síntomas. “En el momento que son persistentes y afectan a nuestra calidad de vida o a nuestras labores diarias, o si afecta a las vías respiratorias bajas, es necesario acudir al médico”, explica la doctora Segura.

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