Cinco mitos sobre alimentos que comes a diario

El exceso de información sobre gastronomía presente en multitud de espacios propicia la coexistencia de datos contradictorios sobre determinadas sustancias que conviene saber detectar.

Un estudio confirma que comer pescado ayuda a prevenir la enfermedad de Parkinson.
La creencia popular de que el pescado es bueno para el cerebro es completamente falsa.
Pexels.

El éxito de los programas televisivos y las publicaciones especializadas, así como la creciente concienciación al respecto de la alimentación y el estado físico personal son algunos de los factores que han hecho crecer el interés por la gastronomía hasta niveles insospechados hace solo unos años.

Aunque se trata de un arte universal en constante cambio, existe un considerable exceso de información al respecto en internet y otros muchos espacios, con múltiples perfiles de redes sociales explicando las bondades de algunas sustancias, los errores fatales que se producen al consumir otras y diversos consejos útiles acerca de cuál es la mejor dieta: una ingente cantidad de datos que propicia la coexistencia de indicaciones contrarias sobre un mismo alimento.

El usuario, en muchas ocasiones, no sabe a ciencia cierta a qué atender, y tiene dudas sobre si la comida en lata es buena, si no debe ingerir azúcar bajo ningún concepto, lo que es más indicado para los niños o si algún tipo de carne no es conveniente. En este escenario, se hace aún más importante si cabe saber detectar aquella información que es falsa o bien inexacta.

Para contribuir a arrojar luz al respecto, aquí se desmontan cinco mitos extendidos sobre alimentos que comes a diario.

Las frutas al final de la comida engordan: los alimentos no engordan porque se tomen en un orden concreto, sino porque el valor calórico de los que el individuo ingiere supere el que este precisa. Lo que sí puede ocurrir en el caso de tomar la fruta nada más sentarse en la mesa es que, dado su contenido en fibra, produzca una sensación de saciedad y se coma menos cantidad de los siguientes platos. El pescado es bueno para el cerebro: esta creencia, que puede deberse a la idea de que el fósforo es beneficioso para este órgano porque el tejido nervioso es rico en fosfolípidos, es falsa. Aunque el pescado cuenta con numerosos beneficios, el desarrollo orgánico y cerebral no está determinado por el aporte de fósforo. Además, y respecto a las funciones cerebrales (inteligencia, memoria, coordinación...), pese a múltiples estudios, no existe evidencia científica establecida que asegure que desciendan o aumenten en función de unos alimentos concretos. Si tienes colesterol, no puedes comer huevos: los últimos datos al respecto han demostrado que este popular mantra carece de fundamento científico. La literatura médica cuenta con numerosos estudios que demuestran el escaso efecto que el consumo de huevos tiene sobre los lípidos séricos, principalmente el colesterol. La opción más saludable en los restaurantes son los platos vegetarianos: no necesariamente es así. En muchas ocasiones, los platos vegetarianos se elaboran con queso, cremas o mantequilla, y se hacen empanados e incluso fritos, de manera que su contenido en grasa es mucho más elevado que el de otros platos que no cuenten con estas características. El pan integral engorda menos que el blanco: el pan integral tiene generalmente más cantidad de fibra y pocas calorías menos que el blanco (240 calorías cada 100 gramos en el caso del integral y 250 calorías en la misma cantidad en el caso del blanco). La diferencia principal se encuentra en la digestión de las fibras, que requiere un mayor gasto de calorías.- Ir al suplemento de salud.

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