"Debería haber ocho médicos prestando asistencia en prisión y estamos la mitad"

Personal sanitario de la cárcel de Zuera denuncia la falta de profesionales para atender a los más de mil internos que hay en la cárcel, con situaciones clínicas muy dispares.

Interior del centro penitenciario de Zuera.
Interior del centro penitenciario de Zuera.
Heraldo

Si antaño, "cuando las cosas funcionaban bien" llegaron a estar ocho médicos de Atención Primaria en la cárcel de Zuera, a día de hoy, y con mayor número de reclusos, tan solo cuatro profesionales desempeñan esta labor asistencial en la prisión.

"Es imposible con la plantilla que estamos atender a un interno como a cualquier otra persona. Estamos muy mal y parece que vamos a seguir así, con vistas a estar tres médicos en plantilla", denuncia un sanitario de la cárcel.

La Atención Primaria en el centro depende de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias (Ministerio del Interior) y la presta, por tanto, el servicio penitenciario. Por el contrario, la especializada depende del Salud -o del Gobierno autonómico de cada Comunidad- que envía "cada diez o quince días" a un psiquiatra, y esta es una "carencia" que afecta tanto a la calidad del servicio que se presta a los internos como a los propios profesionales sanitarios de la cárcel de Zuera.

"Las personas con problemas de salud mental que están aquí es porque las ha mandado un juez y no hay comunidad psiquiátrica en la Comunidad que acoja a esta gente; al no tener recursos para atenderles, al final acaban en prisión, y lo cierto es que hay una atención bastante decente para los que estamos, pero aun así los presos requieren mucha más", afirma este médico, que hace especial hincapié en la "especial" situación que enfrentan los sanitarios que trabajan en prisión.

"Esto no es un pueblo de mil habitantes; es una mezcla entre una planta de un hospital, otra de un psiquiátrico, un pueblo de mil habitantes en la Siberia perdida y un centro de drogodependientes… Entre los recortes y unas cosas y otras, estamos bajo mínimos y en una prisión el servicio médico es un apéndice que no se puede dejar morir. En general, hay gente muy fastidiada que exige más recursos", reclama este profesional, que advierte de la jubilación de médicos que terminará afectando también al centro.

En la actualidad, cuenta, hay cuatro médicos de Atención Primaria en plantilla (uno de baja); y la previsión es que en 15 días, cuando deje el servicio otro compañero, se queden solo tres. "Es materialmente imposible cubrir 24 horas los 365 días del año estando los que estamos. Prestamos atención sanitaria a más de mil presos y este servicio es algo especial. Aquí debería haber ocho médicos y estamos la mitad, y con cuatro ya no podemos hacer guardias de presencia física por las noches porque incumples la legislación por todos lados. Si nos quedamos tres en 15 días no sé cómo se va a prestar la atención aquí. Lo que nos digan, haremos", afirma resignado un facultativo, quien reconoce que la Atención Primaria que tendría un preso si estuviera en la calle sería diferente. "Es mucho peor aquí y se va a quedar peor. Las enfermeras tienen que asumir las guardias solas, y sin médicos ni nada… Parece que la gente en las prisiones no importa, aunque por Ley (16/2003) de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud debería haberse transferido la asistencia sanitaria penitenciaria a las comunidades autónomas", añade.

Las guardias sin médico

A raíz de esta situación, las guardias físicas en la cárcel de Zuera las asume estos días -de lunes a viernes- el personal de enfermería, que en ocasiones se ve también "desbordado" por las circunstancias. "Hemos pasado de estar acompañadas por un médico a estar por las noches de presencia solas, y el médico localizado a 'x' kilómetros. Si es una urgencia grave tenemos que llamar directamente al 061", indica una sanitaria, que reclama también más recursos para atender a los reclusos.

"Aquí tenemos mucha gente con unas necesidades de asistencia muy especiales, desde ancianos a personas con alguna enfermedad crónica. Las personas con enfermedad mental son una pequeña parte de lo que atendemos, pero en conjunto es mucho trabajo y mucha gente que ver para los que estamos actualmente en plantilla", sentencia.

Por su parte, la doctora Carmen Hoyos, coordinadora del grupo de relaciones laborales de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, informa de que por desgracia esta situación que se vive en Zuera no es nada excepcional. "Es algo que se viene arrastrando en los últimos años y aunque lo hemos comunicado a los responsables y al Ministerio de Interior, no se está solucionado", critica esta médico, quien hace especial hincapié en que "la falta de personal que es muy grave en cualquier dispositivo asistencial, en un centro penitenciario, por las connotaciones legales que tiene, lo hace absolutamente insostenible", sentencia.

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