Seis trucos para desconectar de la rutina en vacaciones

El psicólogo José Mendi, de Mentalred, brinda algunos consejos para desconectar más fácilmente del trabajo, la rutina o los problemas en este periodo estival.

El mar y el aire libre de montaña son dos elementos a los que -por tradicionales que sean- no hay que renunciar.
El mar y el aire libre de montaña son dos elementos a los que -por tradicionales que sean- no hay que renunciar.
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"Las vacaciones son el momento perfecto para hacer cosas diferentes, y un periodo que se puede y se debe disfrutar". Así lo indica el psicólogo de Mentalred, José Mendi, quien aconseja poner en práctica los siguientes trucos para desconectar de la rutina, el trabajo o los problemas durante este periodo estival.

Prepara las vacaciones con ilusión y con ayuda. Hoy en día los expertos están empezando a ver un cierto síndrome que no es tan conocido, como es el síndrome pre-vacacional: tendré vacaciones, dónde me voy, quién me las prepara… "Las vacaciones –insiste Mendi– deberían ser como un traje a medida y todo el mundo tiene derecho a ir vestido". A ello te pueden ayudar profesionales o bien hacerlo desde la red sin un gran coste. Lo importante es que estas vacaciones, a juicio de los psicólogos, deben ser sobre todo mentales. "De nada te sirve ir a un viaje agobiado… Un viaje muy organizado para alguna gente es relajante, pero para otros puede ser muy estresante. Cada organización de viaje va en función de las personas", añade. Del mismo modo, la preparación de ese viaje, en el momento en el que contribuimos a implicarnos, ayuda a evitar ese síndrome prevacacional en unas vacaciones. 'Apaga' la tecnología. Llévate un móvil a la playa o a la montaña y haz la prueba. En la sociedad en la que vivimos nos tranquiliza saber que estamos conectados, pero esto no significa "estar dependientemente conectados ni depender de esta conexión". En periodos más largos, para personas que a veces viajan solas o con pareja, lo que los expertos recomiendan es tener la capacidad de desconectarse el wifi y los datos dejando solo la opción de llamadas. "Si eso lo sabes hacer y te necesitan, te van a encontrar, y al mismo tiempo vas a evitar la dependencia del móvil", detalla. Así, en parejas y familias, es aconsejable que solo una persona se lleve el móvil e ir turnándose cada día. El resto del grupo deberá dejar los móviles aparcados, lo que a veces significa solamente estar "dos horas con él fuera de casa". Desconecta cuando sea necesario del trabajo y de los niños. "La gente que solo sabe vivir del trabajo tiene un problema de dependencia y de falta de habilidades sociales. Uno no puede depender solo de la rutina del trabajo y lo cierto es que vemos gente que solo vive de este y cuya relación personal depende del mismo. Es un problema que requiere ayuda profesional porque ese trabajo se va a acabar. Le pasa a mucha gente cuando se jubila y en prejubilaciones…", advierte Mendi. Del mismo modo, en parejas con hijos, guardarse unos días para la pareja es también fundamental para la salud mental y familiar de los propios hijos: tanto si hay posibilidad de que los niños pasen unos días con los abuelos como en unos campamentos de verano en colegios o zonas diferentes del propio centro educativo. "Hay muchas posibilidades urbanas y hablamos de gastos de 80 o 100 euros. El que una pareja tenga unas horas de tranquilidad en su propia casa, cuatro o cinco días para ellos sin ningún complejo de irresponsabilidad, es necesario también para que los hijos estén más sanos contigo", asegura el experto. Fíjate metas que tienen consecución. Hay que saber disfrutar de las vacaciones organizándolas y pensándolas, y que estas sean siempre accesibles. Las vacaciones no son un lujo, sino una necesidad, ese "buen postre de lo que hacemos en el día a día" y, por tanto, hay que prepararlas sabiendo lo que es posible. "Ese doble perfil entre mar y aire libre de montaña son dos elementos a los que no por tradicionales hay que renunciar. Como tampoco hay que renunciar al turismo de ver una ciudad, un pueblo, hacer una ruta… Ese turismo lo podemos hacer a cinco kilómetros de Zaragoza en paisajes y paseos muy bonitos, sea individuales, en pareja o con familia. Es un error el contemplar solo las vacaciones como una prueba en la que hay que pasar unos días bien lejos de casa hasta volver al trabajo", matiza. Haz cosas diferentes de una forma imprevista. Ese cambio es imprescindible, y lo bueno es que las vacaciones no son una obligación. "Si las vemos así siempre son un fracaso. Las vacaciones son una oportunidad de cambiar el modelo de comportamiento, mental, de horario, de reloj… Las vacaciones se han reducido por lógica, pero se pueden estirar por el comportamiento. No hay que ponerse la cerradura antes que la oportunidad", apostilla este psicólogo. Simplemente con cambiar el ‘chip’ se puede hacer algo diferente cada día, descubrir cosas nuevas y trabajar la complicidad con el otro en este periodo dando, por ejemplo, "un buen paseo nocturno por Zaragoza", indica. "Lo que la psicología nos dice es que son mejores las pequeñas dosis repartidas que no un mes del tirón… Por eso, aprovechar el fin de semana o hacer cosas diferentes de una forma imprevista también es una vacación". Intenta que todo el mundo se sienta cómodo, al menos en parte, con el plan. Existe un modelo de vacación para cada tipo de persona y cada situación familiar, y para disfrutar de eso "no hace falta mucho dinero, sino voluntad y pensar en los demás". Así, el poder respirar una noche de verano algo de oxígeno de montaña del Pirineo aragonés o disfrutar de un fin de semana junto al mar "es saludable y siempre viene muy bien".Ir al suplemento de salud

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