Cómo evitar las agujetas

Aunque es imposible prevenirlas por completo, seguir algunos consejos ayuda a que sean menos intensas.

Un 95% de los españoles ha sufrido alguna vez dolor de espalda.
Las agujetas pueden limitar el movimiento de la zona afectada durante uno o varios días.

Quien no ha sufrido alguna vez las temidas agujetas, ese dolor muscular que puede llegar a limitar el movimiento de la zona afectada durante uno o varios días. Las agujetas se originan tras la realización de ejercicios a los que no se está acostumbrado, tras un cambio en la rutina de entrenamiento o tras realizar un esfuerzo físico de mayor intensidad. También llamadas mialgia diferida, se producen debido a microrroturas o desgarros en las fibras musculares debido a una sobrecarga.Prevenir su aparición

Es imposible evitar por completo las agujetas, ya que su aparición responde a la adaptación de los músculos a un esfuerzo. Sin embargo, sí se pueden seguir algunos consejos que ayudan a que sean menos intensas y frecuentes. Antes de comenzar el ejercicio, realizar un calentamiento progresivo y adecuado a la actividad que se va a desarrollar. Aumentar la intensidad de los entrenamientos o ejercicios de forma progresiva, en torno a un 10% semanal, para que los músculos se adapten a las nuevas exigencias de manera gradual. Planificar las sesiones de entrenamiento, comenzando por los ejercicios más suaves y terminando con los más intensos. Hidratarse correctamente en todo momento, antes, durante y después del ejercicio. Si se lleva una vida sedentaria o hace mucho que no se practica un deporte o ejercicio, comenzar poco a poco, con sesiones suaves y cortas, e ir aumentando duración e intensidad. Estirar todo el cuerpo tras el ejercicio, prestando especial atención a aquellos músculos que más se han trabajado en la sesión deportiva. Llevar una dieta saludable y proporcionada. Prestar atención a los mensajes que envía el cuerpo: si el dolor es muy intenso, puede que no se esté preparado para afrontar ese ejercicio o no se realice correctamente. Si además el dolor está muy localizado, es posible que se trate de una lesión.Paliar el dolor

Hay que dejar que el cuerpo se recupere y no lanzarse de inmediato a una nueva sesión de entrenamiento intenso, pero el reposo absoluto tampoco es un buen aliado. Lo mejor es seguir activo y practicar ejercicio suave o moderado, como andar, subir escaleras y otros ejercicios a los que se esté acostumbrado. Para aliviar el dolor de forma temporal se puede aplicar agua caliente en la zona muscular afectada. Si el dolor llega acompañado de inflamación, puede ser necesario aplicar un antiinflamatorio en pomada o gel. Una dieta equilibrada ayuda a reponer los minerales y vitaminas perdidos durante el ejercicio, posibilitando que el cuerpo se reponga. Un masaje deportivo también ayuda a reducir el dolor.Las “soluciones” no demostradas

Son muchos los trucos que aseguran evitar la aparición de agujetas tras el ejercicio, pero lo cierto es que muchos de ellos son mitos o consejos no probados científicamente. Una de las recomendaciones más comunes es la ingesta de un vaso de agua con azúcar, algo que no evita de ningún modo las agujetas. Otros métodos, como los baños en hielo o los estiramientos suaves, son ampliamente usados por deportistas, aunque los resultados de diversas investigaciones científicas no refrendan su efectividad.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión