El primer trasplante de corazón en Aragón, en el Miguel Servet

Un zaragozano de 53 años recibe un nuevo corazón, en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, procedente de una donación de Murcia.

El corazón vale. Esta fue la frase decisiva de la madrugada de ayer que dio luz verde al primer trasplante cardiaco en Aragón. Un equipo de dos cirujanos y dos ATS del Hospital Miguel Servet de Zaragoza habían volado hacia Murcia en un avión fletado para la ocasión por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) para extraer el corazón de un fallecido de 49 años. Desde allí, comunicaron con sus colegas del Servet para indicarles que prepararan todo. En el quirófano de la Casa grande aguardaba un hombre de 53 años cuyo corazón había sufrido varios infartos, arritmias y una angina y ya no resistía más. Los médicos se pusieron manos a la obra y casi cinco horas después su cuerpo tenía un nuevo corazón.


Es el primer trasplante de este órgano que se realiza en Aragón. El paciente permanecía ayer ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos de Coronarias del Servet. Los médicos fueron prudentes en sus primeras valoraciones ya que ayer era el día más crítico, pero señalaron que el enfermo evoluciona muy bien. Lo normal es que en un periodo de diez a quince días el paciente pueda irse a su casa y empiece la rehabilitación cardiaca.


La complejidad y riesgo de las operaciones exigía cautela, pero lo cierto es que esta intervención ha hecho que por fin arranque el programa de trasplante cardiaco en el Servet, un reto perseguido desde 1997 por el equipo de Cirugía Cardiaca y en el que se ha implicado todo el hospital. Ricardo Canals, director médico, calificó el hecho como muy importante para Aragón y destacó el enorme esfuerzo y la ilusión puesta en lograr esta operación.


En enero se había dado ya el pistoletazo de salida para empezar con estas complejas intervenciones, después de cumplirse todas las exigencias de coordinación y Medicina Preventiva, pero no surgían donaciones adecuadas.


Por fin, el pasado miércoles a las 15.50 el coordinador de trasplantes del Servet, Iñaki Elorriaga, recibió una llamada de la ONT en la que se le informaba de una donación multiorgánica en el Hospital Virgen de la Arreixaca (Murcia). Se comprobó que el receptor idóneo era un varón zaragozano, que casualmente estaba ingresado por un último episodio de angina de pecho. A partir de ese instante se puso en marcha una carrera contra reloj.


Fernando Ibarra, jefe de Cirugía Cardiaca del Servet, explicó que desde el momento del camplaje (cierre) de la aorta (cuando se inicia la extracción) hasta que se abre en el receptor y empieza a entrar sangre en el corazón nuevo, no deben pasar más de cuatro horas. El órgano está parado y se conserva en frío y otras sustancias especiales. En cuanto permitimos que la sangre del receptor fluya por las arterias coronarias del nuevo órgano, empieza a latir, explicó.


Ese fue quizá el momento más emocionante. Primero dio unos latidos espontáneos, aunque fue precisa la desfibrilación (una descarga eléctrica) para continuar el ritmo y ya siguió latiendo sin problemas.


Todos los cirujanos del servicio, los coordinadores, el equipo de dirección médica y prácticamente todo el personal que se encontraba de guardia hasta el último celador estuvo pendiente de qué ocurría en ese quirófano.


"El paciente evoluciona bien y todo apunta a que lo que empieza bien tiene muchas posibilidades de salir bien, pero si algo se tuerce tendremos que aceptarlo", advirtió Ibarra. Lo cierto es que el programa ha arrancado y ya no tiene marcha a atrás. "A partir de esta operación, habrá más y más trasplantes", añadió. Ibarra reconoció la felicidad de todo el equipo: "El trasplante cardiaco es una operación que se hace desde 1967. No es mandar un cohete a la luna, pero es nuestro proyecto, de los cirujanos, y por fin lo tenemos para Aragón", añadió.


El cirujano agradeció el apoyo prestado por el equipo directivo del hospital. Cuando entrábamos en quirófano, el director médico nos dijo: "Vayan las cosas como vayan, tenéis nuestra confianza total", eso fue como si nos dieran un valium.


Actualmente, hay otro paciente en el Servet esperando un nuevo corazón y media docena de casos en estudio. Andrés Gutiérrez, jefe de sección de Cirugía Cardiaca, indicó que la supervivencia de los trasplantados es del 60 % a los diez años.

El programa de trasplantes más antiguo

El programa más antiguo es el renal, cuyo primer implante se realizó el 6 de junio de 1986. Se han hecho ya más de 500 trasplantes renales. La supervivencia de los pacientes a los diez años de haber sido sometidos a esta operación es del 73, 9 % y la supervivencia del órgano en este mismo periodo es del 60,4 %.


En el Clínico, el programa de trasplante hepático comenzó en diciembre de 1998. Desde entonces, se han realizado 36. Los pacientes susceptibles de trasplante hepático sufren una cirrosis hepática que puede deberse al virus de la hepatitis, al alcohol, enfermedades colestásicas (como la cirrosis biliar), enfermedades metabólicas del hígado y, en ocasiones, tumores.


Se estima que del trasplante cardiaco se beneficiarán unos cinco o seis pacientes el primer año y, posteriormente, unos veinte anuales. Las personas que pueden ser sometidas a este tipo de intervención son aquellas que sufren cardiopatía isquémica, miocardiopatía dilatada, cardiopatías congénitas y determinados problemas valvulares no susceptibles de la cirugía.


Fernando Ibarra, jefe de servicio de Cirugía Cardiaca del Servet, explicó ayer que el paciente que fue sometido al trasplante cardiaco hubiera entrado antes de seis meses en los que ellos denominan urgencia cero, es decir, la necesidad de un nuevo órgano en un plazo de 48 horas. "Este señor ya no podía ni levantarse, ni abrir la nevera", dijo para explicar que su corazón ya no resistía el más mínimo esfuerzo.


"La familia está muy contenta porque deseaba este momento", señaló Ibarra, quien transmitió el deseo del paciente y su mujer de permanecer en el anonimato. "Su esposa estuvo en la puerta del quirófano toda la noche y yo no lo sabía y al salir me dio un beso. Sé que es una forma poco científica y profesional de relacionarme con los familiares de los enfermos pero fue muy agradable", dijo emocionado el médico.


Según el doctor, el paciente recibió la noticia del trasplante "encantado" y "tranquilo", porque estaba deseoso por tener un nuevo corazón, al ser consciente de que era la única solución a su grave patología. "Lo único que preguntaba es si era seguro que había un corazón para él", recordó.


Este hombre de 53 años y con un hijo había sufrido un infarto en 1983 y otro en 1987. Llevaba un desfibrilador implantado para vencer las graves arritmias que padecía y tenía una insuficiencia cardiaca progresiva. Su riesgo de muerte súbita era enorme. Recientemente tuvo que hacer régimen porque sobrepasaba los 90 kilos. Hace dos días, sufrió una angina de pecho, por lo que estaba ingresado. "Su situación era irreversible y angustiosa", señaló Ricardo Canals, director médico.


Si todo sale bien, en pocas semanas deberá someterse a rehabilitación cardiaca, ya que debe ir adaptándose progresivamente a su nueva situación. Ahora, la atención a su evolución es minuciosa porque acaba de iniciarse el tratamiento de inmunosupresión. Esto significa que sufre una bajada de defensas considerable para que su organismo no rechace el nuevo corazón, por lo que su situación es delicada.


El coordinador de trasplantes de Aragón, José Ignacio Sánchez Miret, mostró ayer su satisfacción por la operación desarrollada en el Hospital Miguel Servet. El coordinador pidió prudencia ante una intervención de tanta complejidad pero destacó el buen funcionamiento del equipo. "Trabajó muy bien, sin nervios, como si hubiera hecho veinte trasplantes", indicó. Sánchez Miret estuvo esa noche en el Servet para mostrar su apoyo, destacó que todo el hospital estaba allí, pendiente de lo que se cocía y valoró muy positivamente este interés colectivo.


El gerente del Hospital Miguel Servet, Antonio Rueda, manifestó su "satisfacción porque los pacientes aragoneses ya no tendran que salir fuera de la Comunidad para ser sometidos a esta operación". Rueda fue felicitado por sus colegas del Hospital Clínico ya que ayer acudió al acto de conmemoración del XXV aniversario del servicio de Aparato Digestivo de este último centro sanitario.


El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Alberto Larraz, calificó ayer de hito la culminación con éxito del primer trasplante de corazón en Aragón, practicado a un paciente de 53 años en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.


El consejero expresó su satisfacción por el resultado de la intervención y destacó que "ésta se suma a la cantidad y calidad de los trasplantes que ya se practican en ese centro y en el Hospital Clínico". Larraz resaltó "la preparación y calidad del equipo de cirujanos" que intervino en el trasplante, así como al resto de profesionales de los servicios del hospital por su preparación, a quienes personalmente trasladó sus felicitaciones.


El presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, junto con el consejero Larraz, se acercó ayer al Miguel Servet y departió con el equipo directivo y alguno de los médicos que llevaron a cabo la intervención.

Cronología del primer trasplante de corazón en Aragón

15.50:Iñaki Elorriaga, coordinador de trasplantes del Hospital Miguel Servet, recibe una llamada de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) avisándole de una donación multiorgánica del Hospital Virgen de la Arreixaca, en Murcia. Elorriaga contacta con Cirugía Cardiaca para ver si las características del donante son adecuadas para algún receptor en lista de espera. Se comprueba que un paciente zaragozano puede beneficiarse de este corazón. 18.00:Llega a Zaragoza un avión especialmente fletado por la ONT para trasladar al equipo extractor del Servet al hospital murciano. Un cuarto de hora después, despega el aparato con dos cirujanos y dos ATS de quirófanos. En Murcia extraen el órgano y regresan a Zaragoza. 00.30:El corazón llega al quirófano de la Casa grande. Los cirujanos y anestesistas ya habían preparado al enfermo. La labor estuvo totalmente coordinada para no perder ni un minuto de tiempo y que en cuanto llegara el corazón fuera implantado. 04.30:El nuevo órgano late en el receptor. El enfermo es sometido a una vigilancia intensiva y a un tratamiento de inmunosupresión. Esto supone una bajada de defensas para que su organismo no rechace el nuevo corazón.

En Aragón se realizan trasplantes de otro órganos, además de los de médula ósea y de córneas.


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