La Plaga

XII Concurso de relato breve de Heraldo
XII Concurso de relato breve de Heraldo

Alberto no acostumbraba a sorpresas en su trayecto cotidiano al trabajo. Pero aquel día se quedó asombrado cuando al doblar la esquina con su coche divisó un robot jardinero. Lucía los colores fluorescentes de los operarios de la contrata, y se afanaba cavando lo que parecía un alcorque.

“Al final nos quitarán el trabajo a todos”, se decía Alberto mientras pisaba el acelerador en dirección a la oficina.

Al día siguiente volvió a encontrar en la misma esquina al laborioso androide, que en esta ocasión parecía manipular una madeja de cables.

“¡Qué sabrá un robot de cepellones e injertos! Estos del Ayuntamiento son unos...” exclamó para sí Alberto mientras aceleraba entre el tráfico.

A la nueva mañana, Alberto volvió a doblar la esquina con su coche, pero esta vez tuvo que pisar el freno. Para su desesperación, pudo contemplar al detalle el majestuoso fruto del operario cibernético. Con la luz roja reinando en el cruce, Alberto se preguntó cuántos semáforos más eran necesarios en Zaragoza.

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