El abuelo

Relato breve de Fermín Alonso López, con motivo de la festividad de San Jorge.

El abuelo se había pasado los últimos años hablándole del pueblo, de la siega y la trilla, de las fiestas, de cuando había médico, boticario y cura, de las mozas, de las rondas; se sabía de memoria todas las viejas canciones que le cantaba desde que era pequeño, pero ya no se oía nada desde su muerte.


En vacaciones decidió visitar el lugar donde estaban sus raíces, porque no lo conocía; compró ropa y calzado para el monte, una pequeña mochila, en la que metió varias latas, junto con algo de embutido y en su todoterreno salió hacia el Pirineo. Con la ayuda del GPS llegó por un camino infernal, que parecía abandonado, hasta las ruinas, todavía orgullosamente enhiestas, de lo que en su día fuera el pueblo de sus mayores; a duras penas localizó la plaza y los restos de una fachada que coincidía con lo que le habían descrito mil veces. El enorme portón yacía en el suelo, podrido; lo atravesó y en lo que parecía el zaguán vació una urna con cenizas. Descansa en paz, abuelo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión