Ribera Baja del Ebro, una experiencia cultural que merece la pena descubrir

Ribera Baja del Ebro, una experiencia cultural que merece la pena descubrir

A la reapertura del Monasterio de Rueda hay que sumar la inauguración, a finales de este mes de mayo, del Museo de las Momias del Piquete, en Quinto.

El Conjunto Hidráulico de Velilla es uno de los más importantes de la comarca.
El Conjunto Hidráulico de Velilla es uno de los más importantes de la comarca.
Laura Uranga

La comarca Ribera Baja del Ebro ofrece, este año, al visitante dos nuevas propuestas culturales que añadir a su larga lista de lugares y emplazamientos que merece la pena visitar. A la ya conocida reapertura el Monasterio de Rueda, se unirá la inauguración, el fin de semana del 26 de mayo, del Museo de las Momias del Piquete, en Quinto.

Esta sala expositiva ofrecerá al visitante una experiencia única en España, ya que mostrará los cuerpos en el mismo lugar donde fueron inhumados y posteriormente exhumados y cuya momificación carece de medios artificiales. Se trata de una colección de quince momias de diferentes edades que han permanecido en este excelente estado de conservación gracias a las condiciones de humedad y temperatura estable dentro de un edificio que sirvió de cementerio.

El Piquete, cuyas obras de restauración han durado más de tres décadas, fue inaugurado en noviembre del año pasado y aspira a convertirse en un punto de referencia cultural de la comarca.

Algo similar ocurre con el Real Monasterio de Nuestra Señora de Rueda que ha vuelto a abrir sus puertas con todo su esplendor. Una visita que permitirá al viajero conocer de cerca un monasterio medieval de la orden del Císter, que conserva las dependencias tal y como estaban en el siglo XIII.

Un enclave único en el que sobresale la noria, la joya del complejo cisterciense que, con sus 16 metros de diámetro, movía el agua del río Ebro y permitía la vida en el monasterio.

Una infraestructura hidráulica que no es la única que puede verse en una comarca donde las norias, azudes y sistemas de riego, como el conjunto hidráulico de Velilla, forman parte de su foto fija, al igual que el río Ebro, protagonista indiscutible de su historia pasada, presente y futura.

En su recorrido por las márgenes de este río, el viajero que lo desee podrá disfrutar de rutas sencillas, tanto de senderismo como de BTT, que se pueden hacer en familia o con grupos más numerosos y que permiten descubrir diferentes parajes naturales en un espacio que presume de una riqueza faunística excepcional.

No dejes de ver...

Un retablo que cruzó el Ebro: el retablo de la iglesia de la Asunción de Escatrón es una joya del Renacimiento aragonés. Confeccionado en alabrastro, estuvo en el Monasterio de Rueda hasta la desamortización de Mendizábal. En esta oscura época, los vecinos de Escatrón decidieron recuperarlo para que no fuera devastado y lo hicieron transportando las piezas, una a una, cruzando el Ebro. Las nonas de junio en Velilla: el yacimiento romano ‘Lépida Celsa’, de Velilla de Ebro, cobra vida el primer fin de semana de junio para mostrar a los visitantes cómo era el día a día en la época romana. Para ello organizan recreaciones históricas, visitas teatralizadas, exhibiciones, combates de gladiadores y un foro romano, con variedad de puestos y productos. Escatrón, naturaleza y deporte se dan la mano: uno de los rincones de esta comarca que bien merece una visita es Escatrón. Desde El Tozal, el viajero podrá disfrutar de sus calles antiguas, que se aprietan unas contra otras, mostrando un pasado rico en culturas: la Judería, el Barrio Verde, la Casa del Abad, el Barranco.... Escatrón es, también, el ‘Mar de Aragón’, un lugar único para la práctica de la pesca deportiva e ideal para la captura de siluros de gran tamaño. Además, la localidad, es un escenario inigualable para practicar senderismo, BTT o disfrutar de los deportes de agua como kayak o piragüismo en el embarcadero del Club Náutico.El apunte: al calor del fuego

Todos los años, desde hace más de un centenar, los vecinos de Alforque participan en el montaje de la estructura de su tradicional hoguera, que puede alcanzar 8 metros de altura y 10 toneladas de peso. Una cita que se lleva a cabo durante los últimos días del mes de enero, con motivo de la celebración de las fiestas en honor de San Fabián y San Sebastián. La construcción de la hoguera es un trabajo de varios días; de hecho, la semana antes de Nochebuena se recoge el pino de relleno, que se obtiene de la poda de árboles del pueblo e incluso de otros municipios vecinos, si así lo solicitan.

Anota en el calendario

El resurgir del Monasterio de Rueda: los vecinos de la comarca celebraron el pasado mes de enero la reapertura del Monasterio de Rueda después de más de 600 días de cierre. En la actualidad, ocho siglos después de su construcción, el complejo cisterciense renace para seguir siendo un referente turístico de la Comunidad. Una de las dependencias en las que merece la pena detenerse es en el refectorio, al que se accede a través del claustro. Aquí comían los monjes, que seguían la regla de San Benito, basada en la humildad de los religiosos. Como curiosidad, no podían hablar mientras comían y si lo hacían muy rápido eran sancionados por pecar de gula. En esta incursión en la vida monacal, es posible disfrutar de los dormitorios de los monjes, los calabozos, el scriptorium, el refectorio y la cilla. El recorrido también incluye una visita al claustro para ver en detalle los capiteles, el pozo y el aljibe que recogía el agua de la lluvia. El cenobio estará abierto los viernes, sábados, domingos y festivos en Aragón, además de todos los días de julio y agosto, con visitas guiadas de 45 o 90 minutos, por 3 y 5 euros. Reservas en visitasrueda@aragon.es o llamando, de lunes a viernes, de 9.00 a 15.00, al teléfono 974 355 1 19. Ir al especial 'Impulsa Aragón'