Alcañiz, pura pasión por el motor

Alcañiz, pura pasión por el motor

La localidad bajoaragonesa se ha convertido en los últimos años en el símbolo del motor en Aragón.

El Gran Premio de Aragón se traslada hasta el municipio.
Alcañiz, pura pasión por el motor

Preparado para abrir gas. Este es el estado continuo de Alcañiz, que se ha convertido en los últimos años en el símbolo del motor en Aragón. Hasta el circuito de MotorLand se han acercado los más grandes, trayendo a la localidad bajoaragonesa la emoción y contagiando a los locales con su pasión.

Sus instalaciones acogen campeonatos tan célebres como las World Series by Renault, el Mundial de MotoGP, el FIM Superbike World Championship y el campeonato de España de Velocidad (FIM CEVRepsol). Estas citas llenan la población de apasionados por el motor, que inundan el municipio con sus motocicletas.

Vencimiento del dragón

Pero Alcañiz es mucho más. La tradición también tiene cabida en la localidad. Cada 23 de abril, día de San Jorge, patrón de la Comunidad aragonesa, la intervención milagrosa del Santo en la batalla de Alcoraz, una metáfora de la lucha entre el bien –San Jorge– y el mal –el dragón–, toma la plaza de España bajo la atenta mirada de cientos de visitantes. La bondad y la tolerancia triunfan frente al odio, pues venció no mediante una espada, sino con un ramillete de flores.

En el calendario alcañizano también hay tiempo para las romerías. Once días después del Domingo de Resurrección, se celebra el Domingo del Voto en la ermita de la Virgen de los Pueyos, como una forma de agradecer a la patrona haber librado al municipio de la sequía y así haber salvado las cosechas. Hasta este lugar, se vuelven a desplazar locales y visitantes el 9 de septiembre, coincidiendo con las fiestas patronales. A la ermita de Santa Bárbara se acude el 6 de agosto, con motivo de la fiesta de la Transfiguración, y el 4 de diciembre, por ser su día.

A estas fechas tan señaladas se une el ‘choricer’, el jueves anterior al Miércoles de Ceniza, cuando se organiza una comida campestre en la que no faltan el chorizo, la longaniza frita y el adobo.

Pero, sin duda, las fiestas patronales, que se celebran del 8 al 13 de septiembre, son las más multitudinarias y las que concentran en pocos días la mayoría de actos.

Un viaje en el tiempo

Un testimonio único del paso de los siglos. Alcañiz conserva a lo largo de su término las huellas de varias culturas de diferentes épocas. Este enorme patrimonio artístico y cultural ayuda a comprender mejor la historia que respalda la ciudad. Una riqueza patrimonial que no deja indiferente a cuantos se acercan a conocer el municipio.

Remontarse hasta el Epipaleolítico es posible gracias a las pinturas rupestres de la Val del Charco del Agua Amarga, descubiertas por el farmacéutico Carlos Esteban en 1913. Estas manifestaciones artísticas, a 19 kilómetros de la ciudad, datan de entre 5000 y 2000 años antes de Cristo y fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1998. Se trata de ochenta figuras, algunas de gran tamaño y otras formando escenas, pertenecientes al estilo Rupestre Levantino. Además, recientemente, se han descubierto otros tres abrigos rupestres: el corral de las Gascas, el Mas del Obispo y el barranco del Muerto. Unos hallazgos que sitúan a la ciudad como un lugar único e imprescindible para los amantes de este estilo.

Poblados como el Palao o el Taratrato y la necrópolis de Cascarujo, yacimientos todos ellos señalizados y visitables, son prueba de la época ibero-romana en el entorno de Alcañiz.

Testimonio medieval

El mejor ejemplo arquitectónico del periodo medieval es el castillo Calatravo, situado en el cerro de Pui Pinos, al que se accede por una entrada en recodo de tradición islámica. Las estancias más antiguas se fechan en torno al año 1200. De esta época también se conserva, en la antigua parroquia de Santa María la Mayor, la torre-campanario, obra de la primera mitad del siglo XIV, de estilo gótico. Los torreones medievales junto al río, el molino harinero, los pasadizos subterráneos, accesibles desde la oficina de Turismo, el portal de Herrerías o el arco de Loreto son otros de los ejemplos de arquitectura civil medieval.

La lonja, situada en la plaza de España y construida en el siglo XV, es un trasunto de las logias italianas cuatrocentistas. A las tres arcadas apuntadas decoradas en su intradós con trilóbulos y heráldica alcañizana, se superpone una galería de arcos del siglo XVI y un alero de lunetos del siglo XVIII.

Renacimiento

El ayuntamiento es el mejor ejemplo de arquitectura renacentista, destacando por su horizontalidad, su simetría y su galería de arquillos aragonesa. Otros edificios reflejo del profundo cambio del siglo XVI son el palacio Ardid y la casa Maynar.

De la arquitectura religiosa de esta época destacan la portada del convento de San Gregorio y la iglesia de Santa Lucía. Otro periodo de gran actividad constructiva en Alcañiz se produjo en el siglo XVIII. La nueva iglesia de Santa María la Mayor sustituyó al deteriorado templo gótico. Conventos como el de San Francisco o el Carmen, la iglesia del colegio de San Valero o ermitas como la de la Virgen de Pueyos son también muestra de este estilo barroco.

Ya a finales del siglo XIX y principios del XX, reflejo de la nueva burguesía emergente, se realizaron obras como el teatro municipal o la casa Taboada de estilo modernista.

Patrimonio paisajístico

Con un paisaje mediterráneo, Alcañiz cuenta con ecosistemas y parajes dignos de mencionar y conocer de primera mano. Ubicada en la comarca del Bajo Aragón y bañada por el río Guadalope, afluente del Ebro, esta ciudad tiene una ubicación privilegiada.

El meandro formado por el río, que atraviesa de norte a sur toda la extensión del término municipal, provee a visitante y locales de una zona excepcional para el paseo y la práctica de deportes.

En este territorio se hallan ecosistemas tan dispares como la estepa y el pinar. A lo largo de su extensión se pueden ver las últimas reminescencias del valle del Ebro con algunas estribaciones del Sistema Ibérico.

Uno de los símbolos naturales de la localidad más característico son las lagunas saladas de Alcañiz, un conjunto de unas 30 cubetas o cuencas cerradas de diferentes tamaños que se llenan de agua en las épocas de lluvia. En ellas, se alternan los cultivos de secano con vegetación de matorral. El agua fluye subterránea desde las zonas de recarga perimetrales hacia el centro de la cubeta, perdiendose únicamente por evaporación. Por este motivo, las sales se concentran en las lagunas, un hecho que ha terminado dándoles nombre. La salada de mayor tamaño es la Grande, con más de un kilómetro cuadrado de extensión y que contiene agua durante buena parte del año. La fuerte evaporación causada por el cierzo o el calor del verano provocan la ascensión de las sales disueltas que se depositan en las orillas.

La Estanca es también uno de los lugares naturales más singulares de la ciudad. Este embalse, que se sitúa a cuatro kilómetros de Alcañiz, es de origen natural. Fue recrecido y, en la actualidad, mediante un canal recibe agua del río Guadalope, que a su vez se aprovecha para regar las huertas de Valmuel y Puigmoreno.

El apunte

Delicias con denominación. Si por algo destaca Alcañiz es por su rica gastronomía. Con el aceite de oliva de la Denominación de Origen Bajo Aragón, el jamón de Teruel, el melocotón de Calanda y el Ternasco de Aragón a la cabeza, la localidad también ofrece reclamos como las judías con perdiz, la fritada con caracoles o las conocidas tortas de pimiento y tomate matizadas con atún o jamón. La leyenda de los pasadizos de Alcañiz. De generación en generación, la leyenda de los pasadizos de la capital bajoaragonesa ha pasado de padres a hijos y de abuelos a nietos generando una auténtica crónica de subsuelo en esta histórica localidad. Por esta ciudad, según aseguran muchos testimonios, discurre una supuesta red de túneles que recorría el municipio conectando algunas de sus más importantes construcciones, como el castillo, la excolegiata y algunas de sus iglesias. Hay incluso algunas personas que señalan que un ramal de estos cruza por debajo del río Guadalope. Mito o realidad, la verdad es que algunos han llegado a declarar que durante su niñez los recorrieron. Lo que está claro es que esta supuesta gran red de pasadizos conectados entre sí bajo la ciudad ha creado una auténtica leyenda alimentada por la tradición oral.No dejes de ver...

Semana Santa alcañizana. El símbolo de la celebración en Alcañiz tiene forma de tambor, un instrumento de liturgia que representa la pasión. Como rasgo de identidad propio, los alcañizanos sienten así la Semana Santa como una forma «rememorar el temblor de la tierra que sucedió en la agonía de Jesús». Domingo del Voto. Once días después del Domingo de Resurrección, Alcañiz celebra el día del Voto con una romería a la ermita de la Virgen de los Pueyos. Una tradición que comenzó el 25 de abril de 1738, cuando el concejo de la ciudad hizo voto de acudir una vez al año con la finalidad de dar las gracias a la patrona por haber librado a Alcañiz de la sequía y salvar así las cosechas.Anota en el calendario

Campeonato de MotoGP. MotorLand celebrará la novena edición del Gran Premio Movistar de Aragón de MotoGP el fin de semana del 23 de septiembre. Este acontecimiento ha congregado en sus anteriores ediciones a una media de más de 100.000 aficionados a lo largo de sus tres jornadas. Una cita imprescindible para los amantes del motor, ya que reúne a los mejores pilotos de la competición sobre dos ruedas. Otras pruebas en MotorLand. El circuito de velocidad acoge varios de los campeonatos más importantes del mundo como las World Series y, posiblemente, los tres más relevantes de motociclismo: el Mundial de MotoGP, el FIM Superbike World Championship y el FIM CEVRepsol.Redes sociales

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