Tercer Milenio

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Internet de las cosas

La firma aragonesa Libelium despliega sus sensores para la medición de parámetros del cultivo en un vivero de Australia que busca mejorar el rendimiento de sus cosechas.

Vista general del vivero de Australia en el que puede verse la red de sensores instalada por la aragonesa Libelium, especializada en tecnología del Internet de las Cosas.
Vista general del vivero de Australia en el que puede verse la red de sensores instalada por la aragonesa Libelium, especializada en tecnología del Internet de las Cosas.
Libelium

Aunque las empresas del sector agrario han aplicado durante mucho tiempo los mismos procesos de cultivo y han empleado instrumentos muy similares, el sector ha percibido la importancia y el potencial de desarrollo y mejora del rendimiento y eficiencia de sus cosechas y mejora de condiciones de trabajo que conlleva el uso de las tecnologías más punteras en todas las fases del proceso de cultivo. Los agricultores han tomado buena nota y cada vez son más los que optan por el empleo de estas tecnologías, no solo en las herramientas empleadas para su labor, sino también para la obtención de datos que les permitan tomar las decisiones más adecuadas.

Reducir los errores a la hora de obtener información de lecturas del agua empleada en el riego para facilitarla a las patronales de los viveros y definir cómo mejorar el rendimiento de las cosechas a través de la medición precisa y visibilización de los parámetros medioambientales esenciales para su actividad fueron los objetivos que el vivero australiano Cameron’s Nursery buscaba alcanzar con la instalación de una red de sensores de la aragonesa Libelium en sus instalaciones.

Para ello, y junto a una empresa australiana desarrolladora de software para viveros, Libelium ha desplegado en estas instalaciones una red de sensores para la medición de parámetros en el cultivo como la calidad del suelo y del agua, la cantidad de agua almacenada, así como su luminosidad, temperatura y humedad en diferentes ubicaciones del vivero. «Esto permite a los gestores del vivero tomar decisiones en tiempo real e intervenir ya desde las primeras etapas del cultivo que es cuando algunos de estos factores son fundamentales para el desarrollo de las plantas», explican desde la empresa aragonesa.

Los sensores de Libelium «han permitido minimizar los errores de lectura al automatizarla y al aumentar la frecuencia de obtención de datos, que ha pasado de una semana a quince minutos, lo que permite obtener una información adecuada de las tendencias diarias, semanales y mensuales», indican desde el vivero australiano. «Además ha reducido la litigiosidad, algo que afecta a la empresa en su totalidad», añaden.

La red de sensores inalámbrica ha mejorado el rendimiento global de los cultivos. Al poder visibilizar algunos parámetros de crecimiento de los cultivos interiores y exteriores como temperatura, luminosidad y humedad, Cameron’s Nursery es ahora capaz de intervenir de manera inmediata en las etapas de crecimiento tempranas de los cultivos. Así puede tomar decisiones basadas en datos objetivos y optimizar el trabajo diario de los agricultores. Además, la compañía ha reducido en gran medida el potencial incumplimiento de normativas medioambientales que impliquen litigios adversos.

Encuentro de expertos

Precisamente esta misma semana Libelium ha celebrado en Zaragoza una reunión internacional que ha reunido a más de un centenar de expertos de los cinco continentes entre ellos, representantes de empresas especializadas en soluciones para mejorar la productividad de los viñedos, la monitorización de piscifactorías... actividades en los que los sensores de la empresa aragonesa están contribuyendo a la mejora del rendimiento de las explotaciones y de la calidad de todas sus producciones.

La conferencia incluyó varias sesiones de trabajo en las que los especialistas mostrarán las aplicaciones más novedosas en dos áreas fundamentales: la sostenibilidad ambiental y el ámbito urbano. Los participantes podrán descubrir los proyectos más innovadores en materia de agricultura de precisión, gestión inteligente del agua, monitorización ambiental de la calidad del aire, contaminación…

Los participantes tuvieron además ocasión de visitar las instalaciones de la bodega aragonesa Pago Aylés (Cariñena) en las que Libelium ha desplegado un proyecto de agricultura de precisión para el seguimiento del crecimiento de los viñedos.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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