Heraldo del Campo

Domingo Valiente: "La dieta mediterránea no es una fórmula para adelgazar, sino para vivir más sano"

El director de la Fundación Dieta Mediterránea destaca la importancia de difundir esta cultura gastronómica para «poner en valor lo nuestro».

Domingo Valiente, director de la Fundación Dieta Mediterránea.
Domingo Valiente, director de la Fundación Dieta Mediterránea.
R. L.

¿Tanto peligra la dieta mediterránea que necesita una fundación que la proteja y la difunda?

La fundación es una iniciativa de un grupo de empresarios del mundo agroalimentario que en el año 95, en un momento en el que la dieta mediterránea tenía un tirón tremendo en Estados Unidos pero no se hablaba para nada de ella en España, entendieron que esta cultura gastronómica podría ser un valor transversal para toda la alimentación española. La asociación daba un paso potente un año después con la confluencia de empresas privadas y administraciones y públicas, como el Ministerio de Agricultura y el Ayuntamiento de Barcelona, y se convierte en fundación. Se hizo un esfuerzo intenso para crear un comité científico, formado por expertos, para dar certeza a esos argumentos y documentos en los que se decía que la dieta mediterránea es saludable. Pero es que además, la dieta mediterránea no solo es salud, es productos de proximidad, cocina tradicional y, en definitiva, promoción de lo nuestro.

¿Una cultura gastronómica muy nuestra, como usted recuerda, que se ha visto amenazada por la globalización?

La globalización es fantástica y nos ha reportado grandes beneficios económicos, pero también ha traído otros sistemas de consumo que ponen en riesgo nuestros valores tradicionales. Hemos cambiado los modos de comer y, sin demonizar a nadie, lo cierto es que los cambios socioculturales y económicos de los últimos años amenazan la forma de vida de la población y su dieta impactando de forma negativa en la salud de los ciudadanos. Más del 50% de la población adulta española tiene sobrepeso y somos la segunda potencia mundial en niños con obesidad, a punto de alcanzar a Estados Unidos. La paradoja es que España es una potencia en el mundo en gastronomía y aquí hemos cambiado ese estilo de vida que tanto gusta ahora en el exterior. Hay que volver a poner en valor lo nuestro y eso es lo que hace la fundación.

¿Y cómo lo hace?

Con conferencias, con publicaciones y especialmente poniendo mucho énfasis en reforzar los conceptos científicos… Ahora estamos muy centrados en la restauración. Primero porque hay un alto consumo fuera de casa, según porque es el paso anterior para llegar hasta el consumidor final y, sobre todo, porque nos dimos cuenta de que quien está batallando de verdad por la dieta mediterránea es el restaurador, ya que la alternativa a ese restaurante tradicional, que emplea a trabajadores cualificados como jefes de sala o sumilleres, es una restauración moderna, rápida, donde los jóvenes estudiantes de hostelería se convierten en dispensadores de hamburguesas. Así que, en el marco de un programa europeo en el que España participa junto con Italia, Grecia, Túnez, Líbano y Egipto, se ha creado un sello de calidad que identifica los restaurantes con cocina Dieta Mediterránea. Hemos hecho una guía donde destacamos estos restaurantes que se cerrará en octubre. De momento ya tiene más de 500 establecimientos.

Aragón acaba de entrar a formar parte de la Fundación Dieta Mediterránea. ¿Qué le va a aportar esa adhesión?

Va a ayudar mucho a toda la producción agroalimentaria de la comunidad, sobre todo a sus D. O., sus IGP y sus figuras de calidad que van a llevar, si así lo deciden, la marca de ser dieta mediterránea, un concepto que goza de reconocimiento en muchos países y mercados. Además es una herramienta fantástica para hacer sus políticas de fomento del consumo de lo propio y ayudar a poner una contramarca que da salida al mundo.

¿Y ya hay en Aragón restaurantes que luzcan el sello con el que ustedes certifican que su dieta es mediterránea?

Sí, por supuesto, hay 19 de Zaragoza, 11 de Teruel y está previsto comenzar el reconocimiento de los restaurantes de la provincia de Hueca a finales del mes de junio.

¿Qué exige ese sello?

Un rigor tremendo. Hay una certificación muy rigurosa, que exige el cumplimiento de unos requisitos establecidos en el plan europeo, como por ejemplo que se utilice aceite de oliva, que tenga vinos en copas, que sirva productos locales o que se surta de marcas de calidad y alimentos integrados en denominaciones de origen.

¿Un productor puede acceder también a esa marca?

Como el Gobierno de Aragón forma parte de la fundación, todas las denominaciones y marcas de calidad del territorio, siempre que los alimentos formen parte de la pirámide de la dieta mediterránea, están dentro de ella, porque además sus productos ya cumplen unos rigurosos controles, así que pueden utilizar el sello si así lo desean. El segundo paso será que puedan utilizarlo las empresas, pero en ese caso tendremos que llegar a acuerdos. Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta que va a haber mucho rigor en todo el proceso, para que nadie se equivoque y si alguno se equivoca lo podamos echar. El logoproducto, como nosotros lo denominamos, está empezando ahora, por eso Aragón llega a la fundación en el momento más oportuno.

¿Qué se llame dieta puede llevar a confusión, a pensar que es solo una forma de comer para perder peso?

La expresión dieta viene de la palabra griega ‘dayta’ que significa ‘estilo de vida’. No, no es una fórmula para adelgazar, sino para vivir más sano. Y no lo dice la fundación, sino la OMS, que la ha calificado como la dieta más saludable del mundo.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión