Los efectos de las intensas lluvias caídas durante la primavera comienzan a hacerse visibles en los viñedos aragoneses. Más en aquellas zonas en las que se cumple la llamada ‘regla de los tres dieces», es decir, en brotes de más de 10 centímetros, con temperaturas medias superiores a los 10-12º y con precipitaciones de al menos 10 litros por metros cuadrado. Es el caldo de cultivo para la aparición de mildiu, una temida enfermedad vegetal que se propaga por esporas y que ataca principalmente a las vides en cuyas hojas provoca unas manchas de color verdoso claro que se van tornando de amarillentas a marrones, mientras en el envés puede aparecer una pelusa grisácea y que provoca importantes mermas en el rendimiento de los cultivos.

Las primeras afecciones de esta plaga ya se han detectado en las Denominaciones de Origen Campo de Borja y Somontano, pero también se prevé la aparición de manchas en las D. O. de Cariñena y Calatayud. Lo advierte un aviso lanzado por el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal de Aragón, que explica que las tormentas caídas repetidamente en estas zonas vitícolas, junto con las suaves temperaturas, pueden provocar el desarrollo de nuevos ciclos de esta enfermedad.

Por eso, desde el centro se recomienda utilizar productos específicos (están detallados en su boletín número 3 de mayo-junio) para evitar que estos síntomas den lugar a infecciones secundarias, señalan sus responsables, que insisten en que «se debe proteger los viñedos, en el caso de no haberlo hecho ya».

Y es imprescindible, insisten, actuar desde el primer momento en el que se observan las primeras manchas que delatan la enfermedad, porque recuerdan que si las condiciones persisten precisamente en el momento en el que el viñedo se encuentra en su momento de mayor sensibilidad (desde la floración hasta el cuajado -grano de guisante-).

Novedad

Dada la situación, el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal introduce durante esta campaña una novedad, un sistema de vigilancia predictivo de ayuda a la toma de decisiones que estará a disposición de los técnicos de Atria de la red de vigilancia fitosanitaria. «A partir de los datos climáticos de las estaciones agrometeorológicas de la red SIAR y los datos de los seguimiento realizados por los técnicos de las Atrias se podrán utilizar estos métodos para conocer la posible evolución de algunas enfermedades y plagas, entre ellas el mildiu», explican desde el centro, que señala que, en función del desarrollo de esta enfermedad se emitirán también avisos puntuales por parte de los técnicos y a través de las informaciones y avisos fitosanitarios.

Así, el último emitido (el pasado 7 de junio) en el que se alerta de la posibilidad de la aparición de la plaga en los cultivos hortícolas.

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