Heraldo del Campo

"Es muy importante saber de dónde viene lo que comemos"

Vacatora es una iniciativa agroalimentaria que, desde hace unos días, comercializa carne de vacuno directa del ganadero al hogar del consumidor.

Marta Romeo posa en los montes de la Ibérica zaragozana rodeada de ejemplares de la raza Salers.
Marta Romeo posa en los montes de la Ibérica zaragozana rodeada de ejemplares de la raza Salers.
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Hace poco más de un año, cuando los brotes verdes de la crisis de los que todo el mundo hablaba parecía que llegaban para quedarse, la zaragozana Marta Romeo decidió que era el momento de emprender. Con cerca cincuenta años a sus espaldas, y más tiempo desempleada del que le hubiera gustado estar, pensó en materializar una idea que llevaba mucho dando vueltas por su cabeza: poner en marcha Vacatora, una iniciativa agroalimentaria especializada en acercar al pequeño consumidor carne de vacuno con la máxima calidad y trazabilidad, directamente del ganadero a casa.

La materia prima la tenía muy cerca de Aguilón, la localidad donde pasa muchos fines de semana. En concreto, la encontró en Herrera de los Navarros, donde un amigo de la familia cuenta con una explotación ganadera de vacuno de la raza Salers, muy apreciada en Francia y que se ha sabido adaptar a la sierra y montes de la Ibérica zaragozana. «Aquí, en los pastos de Herrera, Ayles o Fombuena, el pueblo de mi padre, vive el rebaño desde que nace y donde se alimenta, hasta los seis meses de leche de sus madres y luego de pastos y forrajes, sin olvidarnos del cereal de la zona que toman en su última etapa de crecimiento», indica Marta Romeo, quien puso en marcha esta iniciativa junto a su pareja Juan Manuel Harto.

Fruto de todo esto es una carne muy apreciada culinariamente, que Vacatora se encarga de madurar durante 15 días después de su sacrificio en instalaciones preparadas para ello y que comercializan, desde el pasado viernes, a través de su web www. vacatora.com.

«Es muy importante saber de dónde viene lo que comemos. Por eso, hemos apostado por el canal corto de comercialización, de manera que los pedidos que se realicen se entregarán una vez que tengamos la cantidad suficiente para sacrificar al animal. Con esto, lo que conseguimos es una carne de vacuno con la máxima calidad y trazabilidad, un producto local, natural, sostenible y singular», indica Marta, quien confía en que dentro de poco tiempo puedan vender una media de cinco terneras al mes.

Un producto cuyos principales destinatarios son los consumidores particulares y también algunos restaurantes y tiendas especializadas en la venta de alimentos de calidad. «Hace unos años, cuando veíamos por las sierras pastar al rebaño de nuestro amigo, le preguntábamos dónde podríamos comprar la carne de sus terneras y él siempre nos decía que fuera de Aragón», recuerda.

Ahora, gracias a su empeño y el impulso y el apoyo que han recibido en el III Programa de Emprendimiento Agroalimentario del IAF, donde fueron seleccionados, esta carne también se podrá comer en cualquier rincón de la comunidad aragonesa y el resto de España, donde llegará envasada al vacío, en formato de lotes de diversos tamaños.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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