Heraldo del Campo

La sequía hace retroceder al cereal

Las primeras estimaciones realizadas por el organismo europeo Copa-Cogeca señalan que la superficie sembrada de cereal ha caído un 6,2% en España.

Cosecha de cereal en la Hoya de Huesca.
Cosecha de cereal en la Hoya de Huesca.
Rafael Gobantes

Aunque la abundante nieve caída en las últimas semana ha dado un respiro a los agricultores españoles, las precipitaciones han llegado algo tarde para el cereal. No porque ya no haya remedio para la cosecha, sino porque se prevé una menor superficie cultivada -tanto en España como en el conjunto de la Unión Europa- respecto a la campaña anterior.

La sequía, que causó millonarias pérdidas en esta producción e impidió realizar las labores de sementera en buenas condiciones, y unas volátiles cotizaciones que aún mantienen en vilo a los productores, explican el retroceso de este cultivo en toda Europa.

Así lo evidencian las estimaciones realizadas por del Copa-Cogeca (que agrupa a las organizaciones profesionales y cooperativas agrarias de la Unión Europea), que auguran que para la campaña 2018/2019, la superficie sembrada de cereales en España se habría situado en casi 5,6 millones de hectáreas, lo que supone un descenso del 6,2% respecto a las siembras de la campaña anterior.

Aunque porcentualmente el retroceso es menor en el conjunto del campo europeo, la superficie ocupada por el cereal roza los 55 millones de hectáreas, un 1,4% menos, mientras que se prevé un descenso de la producción del 2%. El Copa-Cogeca señala, eso sí, que estas estimaciones de cosecha son preliminares y pueden cambiar «significativamente», porque los agricultores se han visto afectados por un clima adverso, desde la sequía en Portugal y España hasta las inundaciones en el norte de Europa.

Límites «que no ayudan»

El presidente sectorial de cereales de Asaja y vicepresidente del este sector en el Copa-Cogeca, Pedro Gallardo, reconoce que la sequía de 2017, que redujo de forma muy importante las cosechas, ha influido en las decisiones de siembra de los agricultores, que, además, con los bajos de las cuatro últimas campañas y los insumos cada vez más caros, «están totalmente asfixiados».

El representante de Asaja recuerda que España tiene déficit en la producción de cereales y por lo tanto se ve obligado a importar. Según sus datos, el pasado año el campo español produjo 16 millones de toneladas, pero tuvo que comprar al exterior 17 millones. Por lo tanto, advierte, «si se confirman las previsiones, el sector dependerá aún más de las importaciones y eso no es nada deseable, menos para los ganaderos».

Una situación cuya solución se antoja complicada, según Gallardo, porque los rendimientos por hectárea son bajos en España y Portugal. Además la Unión Europea plantea límites que «no ayudan». Y entre ellos destaca la suspensión de los insecticidas neonicotinoides o el impedimento de quemas controlada de rastrojos en el cultivo de cereales.

Por eso, en el seno del Copa-Cogeca los representantes españoles y portugueses tienen previsto pedir a la UE que reconozca su especificidad y facilite «herramientas» a los agricultores, por ejemplo, «la posibilidad de emplear productos fitosanitarios que pueden estar prohibidos en la UE, pero que usan vecinos europeos como Ucrania, uno de los países que más cereal vende a España».

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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