Heraldo del Campo

"Nuestro sueño es recuperar el sabor del pan de nuestros abuelos"

Molino Ecotambo, de Sádaba, es una apuesta familiar por las harinas artesanales elaboradas con cereales ecológicos, muchos de ellos recuperados recientemente.

Adrián Tambo muestra orgulloso sus harinas, en  las nuevas instalaciones de su molino.
Adrián Tambo muestra orgulloso sus harinas, en las nuevas instalaciones de su molino.
Ecotambo

Desde muy pequeño, a Adrián Tambo le encantaba todo lo relativo al mundo agrícola y soñaba con seguir la tradición familiar en los campos de su localidad natal, Sádaba. Pero, conforme fue creciendo, tuvo claro que su vida laboral iría encaminada hacia el mundo de la economía y, por eso, estudió la carrera de Empresariales en Zaragoza.

Fue al terminar sus estudios, y después de cursar un año de Erasmus en Holanda, cuando se dio cuenta de que el campo le seguía «tirando mucho», tanto que decidió matricularse en un máster de Agricultura Ecológica en Barcelona. De esta manera, conseguía aunar sus dos pasiones, la tradición agrícola familiar y su vocación estudiantil.

Durante un año entero aprendió casi todos los métodos de agricultura ecológica que funcionan hoy en día y se dio cuenta de que era posible producir alimentos de calidad de una manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Fruto de estas conclusiones es el proyecto Molino Ecotambo (facebook @molinoecotambo), que acaba de empezar a funcionar en Sábada, y donde Adrián y su familia ya han comenzado a envasar los primeros kilos de harina artesana de cereales ecológicos que han crecido en sus tierras. «Dentro de la tradición agrícola familiar quería aportar mi granito de arena y, por convicción personal, apostar por un tipo de agricultura más respetuosa con el medio ambiente», indica.

Para poder materializar este pensamiento se matriculó en el máster y, al finalizar, aprovechó las prácticas de verano para trabajar en una explotación, en L’Espunyola (Barcelona), donde la gestión era cien por cien ecológica.

«Lo hacían todo, desde la plantación de la materia prima pasando por su recolección y la transformación en producto final. Era una economía circular y con ella los productores lograban quedarse con el valor añadido de lo que producían».

El proyecto le gustó tanto que quiso extrapolarlo a su explotación agraria, pero lo hizo poco a poco, sin prisa pero sin pausa. Dos años después de estas prácticas, y con el apoyo incondicional de su familia, Adrián decidió dedicar parte de sus tierras a producir espelta y trigo de la variedad Aragón 03, autóctono de esta zona y que ha sido recuperado por Ecomonegros, después de dejarse de producir durante años por cuestiones económicas.

«En estos momentos, dedicamos un tercio de nuestra explotación a cultivar estos cereales y, aunque todavía estamos en proceso de ecológico, lo cierto es que la calidad merece la pena», afirma Adrián.

Él consiguió su objetivo de lograr completar el proceso de economía circular poniendo en marcha, hace un mes, un molino en el que transforma el cereal en harina artesanal que, por ahora, comercializa en pequeños comercios y panaderías de Sádaba y alrededores y cuya puesta en marcha ha supuesto un gran desembolso.

«Ha sido una decisión muy importante, que hemos materializado gracias, en parte, a las ayudas que hemos conseguido de diferentes organismos públicos. Ahora, estamos en plena fase de dar a conocer nuestros productos y lo hacemos a través del boca a boca y las redes sociales porque queremos hacer realidad el sueño de poder recuperar el sabor del pan de nuestros abuelos y que la gente disfrute comiéndolo», concluye ilusionado.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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