Estas fiestas, que no falte la cerveza. Tres 'Oktoberfest' traen el espíritu de Munich hasta Zaragoza durante las fiestas. El Parque de Atracciones, Valdespartera y el Palacio de Congresos son los puntos de atracción para los amantes de esta bebida.

La del Parque de Atracciones es la más tradicional y este año cumple ya 21 años de vida. Hasta el próximo día 12, quien quiera disfrutar de esta bebida puede hacerlo y aprovechar para catar las diferentes variedades: natural, negra, franziskaner… Todo en jarras de litro, que cuestan 9,50 euros. Para que no se suba a la cabeza, también se ofrece comida, como las típicas salchichas frankfurt, el codillo o un pollo asado.

Junto a las ferias, en el recinto ferial de Valdespartera, está la siguiente parada para los amantes de las ‘rubias’. Aquí el precio es un poco más económico (8 euros la jarra de litro) y se puede acompañar también de postres típicos germanos, como la tarta Sacher o el lazo de hojaldre. El problema es encontrar sitio, en especial por las noches. Quien prefiera disfrutar de la bebida y la comida con más tranquilidad, puede dejar la visita para después de las Fiestas del Pilar, ya que el recinto estará abierto hasta el día 19.

Un día antes cerrará la novedad cervecera de las fiestas, la Oktoberfest del Palacio de Congresos. En realidad, se trata de una vieja conocida que cambia de ubicación, ya que se trata de la Oktoberfesto Olé, que acude a Zaragoza desde 1996. Aquí, el lado alemán de la fiesta deja espacio también a la vertiente irlandesa y ‘tex-mex’ de la cerveza, con tres espacios diferentes. Además, las filas no son un problema, ya que se puede reservar.

“Venimos todos los años, es una tradición familiar, una excusa para juntarnos todos… porque nos gusta la cerveza y la fiesta”, explica Elena, quien había acudido con la familia al completo, incluidos los pequeños Diego y Leo. Diego aseguraba que él también había bebido… aunque solo refresco de naranja. “Pero he ayudado a traer las jarras”, explicaba.

A Juan, Alejando, Inés y Sandra también les gusta una buena ‘birra’, aunque se quejan de los precios. “El precio es el mismo que en Munich”, indica Alejandro, aunque el bolsillo de unos jóvenes españoles no sea el mismo que el de los habitantes de la localidad bávara. “La comida podría ser un poco más barata”, añade Juan. Sin embargo, los cuatro no dudan en repetir, aunque la próxima vez pensaban “cambiar de sitio”, para poder comparar.

En ello estaban Blanca y sus amigos, que acudían a la Fiesta de la Cerveza para celebrar su cumpleaños. “Solemos venir casi todos los años”, explicaba Daniel. Sobre la mesa, muchas ‘rubias’, pero también comida para que pasara mejor. “El codillo está para chuparse los dedos”, recomiendan.

Entre cerveza y cerveza, es el momento del brindis. Las bandas alemanas no pueden faltar en ninguna Oktoberfest, y menos el famoso ‘Ein prosit’, el cántico que anima a los presentes a brindar… y beber.