La Pegatina no ha querido faltar a su cita con las Fiestas del Pilar, en esta ocasión en el escenario de Interpeñas en Valdespartera. La banda catalana ha traído consigo la rumba, con ska y rock, una mezcla que es ya su sello de distinción.

Una década llevan sobre las tablas, y precisamente ellas les sobran. Pese a que el concierto ha comenzado con una hora de retraso, el grupo, además de regalar su incombustible talento musical, ha añadido lanzamiento de confeti y animación constante que ha hecho que el público no dejara de bailar y cantar algunos de sus mayores éxitos, la base de su gira, titulada 'Lloverá y yo veré'.

La canción que da título a la gira no podía faltar y ha sido con la que el grupo ha abierto el concierto, como una de las más coreadas: 'Alosque'. Sus fans tampoco se resistieron a clásicos como 'Non è facile', en un concierto vibrante y divertido, marca de la casa. La voz de Rubén Sierra y Adrià Salas, unido a los músicos que llenan el escenario no permitieron despistarse ni un momento, para no perderse nada del espectáculo.

Que sus visitas a Zaragoza sean una constante, no impidió que miles de personas decidieran robarle horas al sueño para pasar un buen rato con ellos por tercer año consecutivo. En primera fila, Aimar, que había acudido a siete actuaciones en directo del grupo entre ellas el Viñarock, Tudela o Teruel, disfrutaba junto a sus amigas Silvia, Marta y Sheila: "Aunque no sepas las letras te lo pasas bien. Es el primer concierto suyo al que vengo, pero me hubiese gustado ir a los anteriores", dice la última. 

Pero la música no se quedó solo en la Carpa Principal. Lick The Line y Víctor Sada eran la opción de la Carpa Club, mientras que el 'garage punk' de Los Bengalas ponía el toque aragonés. Para los más clásicos, la orquesta Magia Negra ha recordado temas de ayer y hoy.