Ya están aquí. Ya se notan, se escuchan, se huelen... las Fiestas del Pilar están a la vuelta de la esquina y, con ellas, la noche zaragozana vuelve a gozar de una vida y un ambiente sin parangón. Uno de los principales polos de atracción se encuentra en el Parquin Norte de la Expo. En él, un año más -aunque esta vez bajo el sello 'River Sound Festival'-, se concentraron este viernes miles de fiesteros con la intención de mover el esqueleto durante ocho horas. 

"¡Hemos venido a emborracharnos...!", entonaban los primeros en acceder a la carpa de conciertos. Eran los más madrugadores y también los que más ganas de jarana acumulaban. El espacio tardó en llenarse, pero bien entrada la noche el festejo alcanzó el nivel que se espera de una cita pilarista. Dentro, gente de todas las edades y estilos -desde amantes de las maneras 'Hombres y Mujeres' hasta los más 'hipsters' del lugar, pasando por los que optaron por el clásico peto- compartieron zona de baile.

Fuera del recinto, las medidas 'antibotellón' parecieron en un principio haber puesto cerco a la práctica en las inmediaciones del parquin. Sin embargo, el buen tiempo animó a decenas de chicos y chicas a seguir adelante con el plan inicial, alejándose algunos metros del punto de reunión de pilares pasados. Pasada la medianoche la concentración era notable, después de que, poco a poco, se fueran uniendo diferentes grupos de amigos.

Los menores, aparte

La gran novedad de este año es la entrada en vigor de la nueva ley de Espectáculos. Esto ha supuesto la división de los asistentes en dos categorías: menores y mayores de edad. Los primeros disfrutaron este viernes del primer concierto (el del dúo de technorumba Camela) desde la zona especialmente acotada para ellos, un espacio libre de alcohol en el que no faltaron las ganas de fiesta y baile.

Una vez concluida la actuación, permanecieron en su sitio mientras el resto pasó el control que permitía acceder a las zonas con barras en las que se servía alcohol. Aunque más de un chaval trató de colarse en la zona de los mayores, los operarios consiguieron hacer su trabajo con bastante solvencia.

Más espacios y más variados

El recinto de la Expo cuenta también con otros espacios: carpa Dance (donde este viernes se pusieron a los platos Les Castizos, Me-Ganimal y Víctor), carpa Rock (en la que la Fundación Toni Manero puso la banda sonora), carpa Orquestas (la Vendetta fue la encargada de encender la mecha) y la carpa Aragoneses (donde Gabi Morgan y Los Titanes del Rock y 13 Kraus jugaron en casa).

Los espacios chill-out y de restauración completan un recinto que este año ocupa una extensión de 50.000 metros cuadrados, 21.000 de ellos cubiertos. 

Otro punto muy solicitado fue el de recarga para móviles. "¡No he parado por casa en todo el día y voy a aprovechar ahora al principio para cargar un poco el teléfono y no quedarme sin batería!", explicaba María, una joven que se apresuraba a hacer uso del servicio. Como ella, otros jóvenes querían dar cuenta del enchufe: la noche era larga y había que aguantar.