La Ofrenda de Flores, la de Frutos y el Rosario de Cristal suelen ser las actividades de las fiestas del Pilar que más personas aglutinan, especialmente, entre los mayores de cada casa. Sin embargo, estas no son las únicas opciones para este colectivo. “Los jubilados cada vez congregan a un grupo más heterogéneo. Por un lado, debido a las jubilaciones anticipadas, y por otro, por la mayor esperanza de vida”, recuerda María Luisa García, presidenta de la Comisión de Mayores de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ). Por esta razón no es de extrañar que no haya unas actividades específicas para ellos: “La tradición nunca falla y tampoco los bailes y la música. Sin embargo, cada vez son más los que acuden con sus nietos a todo tipo de espectáculos infantiles”.

Por ello, desde este colectivo valoran de manera muy positiva la “descentralización” paulatina hacia los barrios, que se lleva implantando en los tres últimos años. “Esto favorece a que las personas con una mayor edad (aquellos que superan ampliamente los 70 años) puedan participar en las fiestas sin necesidad de moverse. Hace que se sientan más importantes”, subraya García. De este modo, las producciones teatrales de Luis Pardos se han trasladado fuera del centro. En esta ocasión han estado presentes en el Actur y Miralbueno. No obstante, aquellos que se lo hayan perdido todavía tienen la opción de disfrutar del espectáculo 'Un reencuentro inolvidable', con la Maña (que se despide de los escenarios) y Fernando Esteso en el Auditorio del World Trade Center. Esta obra se representa todos los días y tiene dos funciones: a las 18.00 y a las 20.30.

Estos cambios también han llevado la música a distintos puntos de la ciudad. Por ejemplo, este viernes una banda  actuó en el parque de La Razón. Una hora después estaba programado un pasacalles, un evento que atrae tanto a mayores como a pequeños. Muchos también participarán con sus nietos del Tragachicos y la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, que en estos días recorrerá las calles de Valdespartera y Montecanal. “En esos momentos disfrutan recordando lo que hacían de niños y es una manera de traspasar el patrimonio cultural”, subraya.

Otra de las actividades que más atrae a los jubilados es la música, tanto a través del baile como de las jotas. De este modo, 'Denominación de Origen' sigue acaparando cada año más horas en la plaza del Pilar. En los próximos días se pueden encontrar jotas por la mañana, por la tarde y hasta por la noche. Por su parte, la plaza José María Forqué, ubicada cerca del Museo del Fuego, se convierte en una pista de baile improvisada durante varias tardes. En las próximas jornadas, Country Danza en Línea y los bailes populares de Los Toyos y Lqtspera amenizarán las tardes de Zaragoza.

Oferta de pago

Aparte de la música en las plazas, existen otras propuestas en espacios cerrados que pueden ser del agrado de un amplio público. Desde el día del Pilar y hasta el final de fiestas, el musical 'Priscila, Reina del desierto' llega al Palacio de Congresos de la Expo con siete funciones. Un viaje en busca de la felicidad, con humor, la música más bailable de la historia y una puesta en escena espectacular para deleitar a todos los públicos.

En los teatros aragoneses destacan las obras: 'Prefiero que seamos amigos', que Lolita Flores y Luis Mottola representarán hasta el próximo 22 de octubre en el Teatro de las Esquinas; en el mismo espacio también se podrá disfrutar de 'Cómo sobrevivir a las fiestas sin perder la dignidad', con los protagonistas de Oregón Televisión; y el Teatro Principal acoge a 'Cyrano de Bergerac', interpretado por José Luis Gil, especialmente conocido en los últimos años por sus papeles televisivos en 'La que se avecina' y 'Aquí no hay quien viva'. Por su parte, el Teatro de la Estación ofrece la obra 'As Criadas' y en el colegio Jesuitas-El Salvador se representa 'Dos más dos'.

La tradición nunca se pierde

“La Ofrenda de Flores y la de Frutos, son los actos más tradicionales y, por lo tanto, son seguidos por todos los mayores, mientras pueden. Si no, lo hacen a través de la televisión, que les acerca las fiestas hasta sus casas”, explica García. En estos días es tradicional que se vistan con sus mejores galas, dejen un ramo a la Virgen y disfruten de una comida familiar. “También hay muchos que aprovechan la tarde para ver los museos de la ciudad, ya que la entrada es gratuita”, recuerda.

No obstante, reconoce que para este colectivo no es necesario que haya una actividad en concreto. “Muchos de ellos optan por dar una vuelta por el centro de la ciudad, viendo los espectáculos y actividades que hay en casi todos los espacios, y terminan tomando un chocolate con churros. Esto es casi lo más tradicional de las fiestas”, puntualiza. Asimismo hace especial hincapié en el gran número de jubilados que aprovechan estas fechas (y también otras) para ayudar a la sociedad a través del voluntariado (tanto en el Ayuntamiento de Zaragoza como en las diferentes asociaciones de vecinos): “Es una labor muy importante, ya que ayudan y orientan por la ciudad a todo aquel que lo necesita”.