"Como en casa no se está en ningún sitio"

Ana ha sido la primera paciente del programa de Atención Hospitalaria
a Domicilio del Royo Villanova. Después de tres días, ayer recibió el alta en su casa

Ana, la segunda por la derecha, con el equipo de sanitarios que le ha atendido estos días en casa.
Ana, la segunda por la derecha, con el equipo de sanitarios que le ha atendido estos días en casa.
F. Jiménez

Es la propia Ana Larrayad, de 36 años, la que recibe en su casa al equipo de sanitarios que desde hace tres días se ocupa de su cuidado. El pasado domingo tuvo que ser ingresada por una descompensación de azúcar y tras ser estabilizada y hacerle las pertinentes pruebas, su médico le ofreció la posibilidad de ser una de las primeras pacientes en formar parte del programa de Atención Hospitalaria a Domicilio, que comenzó a funcionar el 24 de marzo en los hospitales Royo Villanova de Zaragoza y Alcañiz. No se lo pensó dos veces: "Como en casa no se está en ningún sitio. Me dieron la información y no lo dudé", explica.


Desde el miércoles (ayer recibió el alta), varios médicos y enfermeras la han llamado y visitado diariamente, controlado sus constantes y niveles de azúcar y asegurado que su estado de salud es el adecuado. Todos los cuidados hospitalarios, pero sin salir de su domicilio y rodeada del cariño de los suyos. El mejor de los ambientes para subirle el ánimo y acelerar su recuperación.


Marta Matía ha sido una de las médicos que han posibilitado su mejoría. Ella conocía la experiencia de este programa en el País Vasco y era partidaria de que Aragón, una de las pocas comunidades que carecían de este servicio, lo pusiera por fin en marcha. Hasta el verano, se ocuparán de diez pacientes y el objetivo es que después pueda ampliarse a 20, e incluso a pacientes de Urgencias. "En un futuro quizás hasta ocuparnos de paliativos", añade esta facultativo.


Tanto ella como una de sus compañeras de enfermería, Aurora Gutiérrez, hacen hincapié en que el equipo sanitario de la Atención Hospitalaria en Domicilio están en contacto con el paciente diariamente, tanto en persona como por teléfono. "Si es necesario llamamos mañana y tarde", asegura.


De momento, el equipo está conformado por seis enfermeras y tres médicos especialistas en Medicina Interna y la intención es ampliar dos enfermeras más. Todas se han prestado voluntarias para el servicio. "Me parecía interesante. Qué mejor manera de ofrecer cuidados que en casa del propio paciente. Creo que es una enfermería más pura por eso me ofrecí a participar", reconoce.


Al ser una iniciativa nueva, algunas de estas sanitarias se han formado en otros hospitales, como el Reina Sofía de Tudela, que cuentan con este servicio implantado desde hace ya algún tiempo. Han podido comprobar cómo es un programa totalmente implantado y con un muy buen balance. Y todo parece indicar que en Zaragoza los resultados también serán más que óptimos tras las opiniones de los primeros beneficiarios.

Criterios para participar

¿Pero qué pacientes pueden formar parte de este servicio? No todos los ciudadanos pueden acceder al programa. Además de la limitación física (solo está implantado en el Royo Villanova y en Alcañiz), solo podrán participar aquellos que estén hospitalizados (salvo de momento los del servicio de Urgencias) y cuyo médico considere que es un candidato apto por su patología y estado de salud. Así, si el enfermo también da la autorización pertinente se le informa de su funcionamiento y los condicionantes que conlleva.


Una de las principales ventajas de este servicio es que se consiguen liberar camas de los hospitales, habitualmente bastante saturados y con falta de plazas asistenciales. Pero también beneficios sociales y sanitarios, ya que cuanto menos se prolongue el tiempo de ingreso más se reducen las posibilidades de contraer las típicas afecciones hospitalarias.


Según las primeras estimaciones, si esta fórmula hospitalaria en el domicilio tiene éxito, se podrían evitar alrededor de 7.000 ingresos anuales, solo en el hospital Royo Villanova. Los números aportados por el centro sanitario apuntan a que esta unidad permitiría un ahorro cercano a 1,7 millones de euros al año.