"Sería imposible bajar el precio y no estar en números rojos"

La mayoría de los colegios aseguran que, con el modelo actual, es imposible rebajar el precio

Varios colegios públicos oscenses con cocina propia han protestado por la orden del departamento de Educación que les obligó a subir el precio de su servicio de comedor hasta los 96 euros (ahora 92) y a equipararse al resto de centros. Hasta entonces, ofrecían mejores precios (entre 80 y 90 euros al mes) gracias a su autogestión. Sin embargo, sus casos son la excepción.


Tomás Pérez, director del Sancho Ramírez, explica que ellos pagan directamente la comida, el personal (las cocineras las sufraga la DGA), las servilletas, el menaje y los arreglos. También es cierto que solo tienen que cubrir dos horas de monitoras entre la mañana y la tarde, un tiempo que asciende a 3 horas en otros colegios. Y todo lo cubrían con 88 euros por niño al mes. "Este trimestre hemos pagado unos 70.000 euros: en la vigilancia, las auxiliares y la limpieza se nos han ido 40.000 aproximadamente; en la comida, las servilletas y otras incidencias, el resto", explica el director.


Sin embargo, otros centros consultados, tanto con cocina propia como con cáterin, insisten en que "es imposible bajar el precio y no estar en números rojos".


En el César Augusto de Zaragoza tienen cocina propia y la Ampa gestiona el comedor. Cada mes sirven a unos 350 niños, que son muchos menos en los meses de jornada continua. Tienen 16 monitoras con el sueldo prorrateado (cobran lo mismo por convenio tanto los meses en los que solo se come 15 días como los completos) y otras cinco personas para labores de limpieza y cocina. "Los salarios copan la mayor parte del presupuesto" explican.


Ven "muy difícil" rebajar los 92 euros por varias razones. "La DGA nos paga las becas con muchos meses de retraso, cuando no se estropea un electrodoméstico hay una fuga del lavavajillas... Estamos orgullosos de nuestra cocina y nuestro modelo, compramos todo fresco y se come muy bien; pero dudamos que pudiéramos sobrevivir con menos", insisten. Con los 77 euros de antaño, siempre tenían déficit.

Otro centro público de gran tamaño (más de 600 escolares), que tiene cáterin (como la mayoría), coincide en que las cuentas no saldrían. "Ya es difícil evitar el déficit si las becas no se pagan a tiempo, prorratear todos los meses, pagar a la empresa y garantizar un menú equilibrado. Las cocinas de centro eran una buena opción, pero hoy por hoy sería sobrecargar todavía más a los colegios y, además, no son una solución real", explica la directora.