Los 25 años de Los Simpsons

No eres nadie si no has salido en la serie más longeva de la historia. El actor que pone voz a Homer en EE. UU. llega en limusina a trabajar,
pero a Carlos Ysbert no le da para vivir

A los Simpson los parió el dibujante Matt Groening en un cuarto de hora mientras aguardaba en una sala de espera. Sobre un papel amarillo, en 1987, se inventó a una familia para unas cortinillas de un minuto de duración que debían dar paso a la publicidad en ‘El show de Tracy Ullman’. Esos breves gags tuvieron tanto éxito que la cadena Fox reclamó que se convirtieran en una serie de 30 minutos. Y así se estrenó el 17 de diciembre de 1989, hace ahora 25 años, con el capítulo ‘Sin blanca Navidad’. Cinco lustros después, Los Simpson son conocidos en todo el mundo y se han convertido en la serie estadounidense más longeva de la historia –‘Bonanza’ y ‘Dallas’, por ejemplo, duraron 14 años y ‘Friends’ se quedó en diez temporadas–. La familia gusta tanto que ha hecho multimillonarios a sus creadores y su característico color amarillo (el tono exacto es el RGB 255/217/15) es reconocible de un vistazo.


Las huellas de Matt Groening están repartidas por toda la serie. Sus padres se llaman Homer y Margaret y su hermana pequeña, Maggie. Wiggun, el jefe de policía, en realidad lleva el apellido de soltera de su madre. Y muchos de los personajes han sido bautizados con el nombre de calles de Portland, donde se crió el dibujante. Hasta Evergreen Terrace, 742, la dirección de los Simpson, era el lugar donde vivía el creador de pequeño. Y Springfield, una ciudad que existe en 35 estados americanos, al final resultó ser la que hay cerca de Portland, en Oregon. La firma de Groening también aparece en Homer , pues su pelo en las patillas tiene forma de M y la oreja parece una G, sus iniciales.

La voz de Homer Simpson es desde el primer día la de Dan Castellaneta, una leyenda en Estados Unidos gracias a la serie. En España el hombre que habla por el protagonista es Carlos Ysbert, nieto del entrañable actor Pepe Isbert, que no se ha convertido en una celebridad como Castellaneta. "Dicen que él llega a los estudios en limusina. Yo, en cambio, voy en mi coche japonés y no podría vivir únicamente de doblar a Homer. Es la diferencia". La voz de este actor de doblaje de 58 años también ha sido "la del gordo de ‘Cheers’"; John Goodman, en ‘El gran Lebowski’, o el mismísimo James Gandolfini en ‘Los Soprano’, "un papel fantástico". Pero ninguno es comparable a ese padre de familia que devora los donuts y se hincha a cerveza Duff. "Es uno de esos personajes que te marcan para toda la vida".


Homer se ha convertido en el personaje principal, un rol que antes caía en la figura de Bart, el niño travieso e hiperactivo que a punto estuvo de llamarse Matt, pero que al final se quedó con un anagrama de ‘Brat’, que significa ‘mocoso’. Este chaval de 10 años nunca cambia de ropa y su pelo tiene nueve puntas. Quién sabe si esa cifra encierra algún guiño matemático, uno de los muchos que abundan en la serie y que han quedado recogidos en un libro del divulgador y doctor en Física Simon Singh: ‘The Simpsons and their mathematical secrets’. Aunque algunos, como que todos los personajes tienen cuatro dedos (solo Dios tiene cinco), son por una cuestión práctica. "Porque ahorra mucho tiempo de trabajo", desveló Matt Groening.


Pero esa es una de las claves del éxito de la serie, que está trufada de ricos detalles que no todo el mundo conoce. Como que Seymour Skinner, el director de la escuela de Springfield, estuvo como prisionero en Vietnam con el número 24601, el mismo que Jean Valjean, el protagonista de ‘Los Miserables’. Como la mayoría de los nombres de la serie llevan la impronta de Groening, el dibujante pidió a los guionistas que decidieran ellos cómo llamar al abuelo de los Simpson. Estos se decantaron por Abraham sin saber que, en realidad, también es el nombre de su abuelo.


De Mick Jagger a Bush


Una de las virtudes de la serie de animación es su regularidad. Los capítulos –en Estados Unidos van por la temporada 26– ya no tienen los 20 millones de espectadores de la primera entrega, pero tampoco bajan de los cinco. Carlos Ysbert está convencido de que aún le quedan algunos años de vida a esta familia que nunca crece. "La serie tiene éxito en todo el mundo y los guiones son buenísimos y siempre están a la última . Y además veo que nunca pierde ese punto iconoclasta que es la base de su éxito". Su popularidad ha facilitado que infinidad de estrellas hayan accedido a convertirse en personajes de animación para hacer un cameo. La lista es interminable: músicos como Paul McCartney, Lenny Kravitz, Mick Jagger o Bono; actores como George Clooney, Brad Pitt, Winona Ryder, Richard Gere o el español Javier Bardem; deportistas como LeBron James, las hermanas Williams, Ronaldo o Yao Ming, así como gentes de otros ámbitos como Mark Zuckerberg, Rupert Murdoch, Julian Assange, Stephen Hawking, George Bush y hasta Harry Potter. Aunque a veces es al revés y son los Simpson los que van de visita, como los cameos realizados en ‘South Park’, ‘Padre de familia’ o ‘Futurama’, la otra gran creación de Matt Groening, el hombre que se formó en los setenta en la universidad hippie de Evergreen State. O cuando Bart, el niño zurdo, como muchos personajes de la serie –otra huella de MG– hizo de Mozart, Tom Sawyer, niño Jesús o Batman.


Esos giros originales le han proporcionado a la serie, que en España empezó emitiéndose en La2 y que es una de las estrellas de la programación de Antena 3 y todos sus derivados desde 1994, 27 premios Grammy y 30 Annies. Así como otros éxitos sin forma de trofeo, como que Bart Simpson fuera incluido por la revista ‘Time’ como una de las personas más influyentes del siglo XX, o que Marge, la madre con el colosal peinado azul –se lo tiñó cuando empezaron a salirle canas– se convirtiera en el primer personaje de animación de la historia que aparecía en la portada de la revista ‘Playboy’.


Aunque su verdadera trascendencia se palpa en la calle, donde Carlos Ysbert calibra el éxito de Los Simpson. "Mis hijas (21 y 19 años) son fans de la serie y a veces me piden que les grabe algo en el teléfono para sus compañeros de clase. Aunque para friki, friki, el empleado de un hotel que me reconoció la voz una vez y que me hizo pasar las mejores vacaciones de mi vida porque me trató como a un marqués. Yo a veces utilizo la voz de Homer para hacer alguna broma, que me divierte mucho, pero tampoco abuso. Después de tantos años te encariñas con Homer". Y eso que al principio rechazó el papel para no tener que llevarse "los palos" de ser su nueva voz: había fallecido Carlos Revilla, su primer doblador y padre del célebre "¡mosquis!". Pero eso ya es otra historia.