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Peligroso (y protegido) edificio en Quinto

Carmelo Pérez Val, un vecino de la localidad zaragozana de Quinto, lamenta el mal estado de la antigua casa del cura, un inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural que por su abandono está prácticamente en ruinas y constituye un riesgo para todo el vecindario.

Peligroso (y protegido) edificio en Quinto
Peligroso (y protegido) edificio en Quinto
Ayuntamiento de Quinto

La antaño imponente casa-palacio del párroco de Quinto es hoy día un edificio al borde de las ruinas, que constituye un peligro para los vecinos por el riesgo de que se caiga. En una de las calles más céntricas del municipio, la de San Roque, se levanta este inmueble de más de cien años de antigüedad, catalogado Bien de Interés Cultural en octubre de 2002, y sobre el que pesa una seria amenaza de derrumbe dado su avanzado deterioro.

 

Carmelo Pérez Val, quintano de toda la vida, lamenta el mal estado de este histórico edificio y critica la dejadez de las instituciones públicas. "Es una auténtica pocilga y un peligro para todos. A menos de treinta metros están dos de las principales carnicerías del pueblo y el consultorio médico", señala. De hecho, es una de las zonas más transitadas del municipio y, hasta no hace mucho, la arteria principal de Quinto.

 

Carmelo explica que el edificio lleva tiempo abandonado, mucho antes de que la DGA lo catalogara bien del patrimonio cultural aragonés. "A finales de los 90 el inmueble se declaró en ruinas y se empezó a derruir por arriba. Pero entonces, hubo un revuelo en el pueblo, se recogieron firmas y se paralizó la demolición. Para entonces ya se había tirado la techumbre". Después de 12 años sin cubierta, su interior se ha llenado de porquería a raíz de la lluvia que ha caído, los excrementos de paloma, los animales muertos... "Hay un palmo de porquería", lamenta Carmelo.

Hasta 2002 no se catalogó definitivamente como Bien de Interés Cultural. El alcalde de la localidad, Javier Abenia, recuerda que en su día la DGA destinó una partida presupuestaria para intentar rehabilitarlo, "pero por esa cantidad no encontramos a ningún contratista que quisiera hacerse cargo", dice. Y, por tanto, la casa del cura se dejó tal cual.

 

En los terrenos aledaños, se han construido recientemente 12 unifamiliares, pero llevan un año parados a falta de rematar los últimos detalles porque no hay ningún interesado. "Se han juntado el hambre con las ganas de comer. O lo que es lo mismo, la crisis y ahora esto. Las ruinas son un estercolero y no hay nadie que quiera venir a vivir aquí", apunta Pérez, que también es representante de la constructora. "Lo que nosotros queremos es que o se rehabilite o se descatalogue para poder derruirlo", indica.

 

El Ayuntamiento, consciente del peligro que supone el edificio, ha intentado insistentemente ponerse en contacto con el departamento de Cultura y Patrimonio, pero todavía no ha tenido ninguna respuesta. "Cualquier día podemos tener una desgracia, y el responsable sería yo. Pero a nosotros no nos dejan tocar este edificio porque está protegido, y no tenemos fondos para rehabilitarlo. Además, en la situación en la que está es difícil su rehabilitación", explica Abenia.

 

Por el momento, esta casa está vallada para evitar que los ciudadanos se acerquen demasiado. "Pero hay que buscar una solución rápida, si no hay mucho dinero, por lo menos para limpiarlo porque eso es un foco de infecciones", dice el alcalde de Quinto.