La actriz estadounidense ha estado en rehabilitación tres veces para ser tratada de su abuso de substancias, y aunque insiste en que su marido la apoya, sabe que a él le cuesta lidiar con ello.

"Comencé a tomar calmantes cuando me lesioné la rodilla esquiando y seguí tomándolos. Los niños lo sabían. Dakota y Stella me alertaron. Antonio estaba en Londres en ese momento. Estuve en rehabilitación durante tres meses, tardé diez días en desintoxicarme", contó Melanie.

"Antonio me apoyaba en la medida en que podía, pero si no eres un alcohólico o drogadicto, pero te enteras de que tu mujer es mala, es difícil de llevar. Me encantaría que hubiera venido conmigo a alguna reunión o a Alcohólicos Anónimos, pero es muy extraño para él. En mi familia ha habido adictos pero no en la suya", explicó.

"Y no se lo reprocho. Me gustaría que hiciera más, pero es una cosa difícil para cualquier familia y en ese sentido ha estado totalmente a mi lado. Realmente es el mejor", añadió la actriz.

Pero Antonio insiste en que los problemas de Melanie -que incluyen el alcoholismo- han sido siempre abordados por toda la familia y todos han trabajado juntos para ayudarla. "Hemos hecho todas las terapias juntos".

La pareja cree que es importante ser abiertos y honestos acerca de sus problemas para así evitar hacer daño a sus hijos.

"Hemos tenido los mismos problemas que cualquiera. Nunca los hemos ocultado. Hemos sido muy claros en cuanto a las adicciones en el caso de Melanie. Querer aparentar es lo peor porque los niños son muy listos. Pueden ver a través de todas esas cosas, y si no hablas abiertamente de los problemas crea un lugar muy oscuro. Los niños llevarán eso el resto de sus vidas, a sus matrimonios, a sus hijos", contó Antonio al nuevo número de la revista AARP.