Miguel Ángel Arjol lleva 22 años sirviendo cafés, refrescos y comidas en el Merendero del Cabezo Buenavista, en el parque Primo de Rivera. El quiosco está en la parte más elevada del parque, junto a la estatua del Batallador. Hasta hace tres semanas, las familias y clientes que iban a tomar algo podían llegar con el coche casi hasta la puerta. Esto beneficiaba a personas con discapacidad, mayores y niños pequeños. Aunque también convertía a esta zona en la más saturada de vehículos.

El 5 de junio, el Ayuntamiento de Zaragoza inició el cierre del parque al tráfico instalando pivotes en los puntos de acceso. Ese mismo día empezó a descender la afluencia al bar Buenavista. "Hemos bajado un 70% nuestra actividad. Antes, en fin de semana, cuando hacía buen tiempo, llenábamos todas las mesas, las 60. Ahora, no llegamos a 18. No podremos seguir así mucho tiempo, van a cargarse este negocio familiar", protesta Miguel Ángel, de 39 años. Su mujer también trabaja en el merendero. Su suegro lleva 31 años al frente de este negocio.

En el Parque Grande hay seis quioscos y el del Cabezo -construido en 1960- es el más afectado. "Entre nuestros clientes había muchas familias con niños o personas mayores con movilidad reducida. Antes podían venir con el coche, pero ahora es imposible. Mi padre, que sufre una hemiplejía, ya no puede subir hasta aquí. Pedimos que permitan a los vehículos acercarse y que construyan los aparcamientos que prometieron en las cercanías", señala.

En tres meses, los trabajadores del bar han recogido 3.300 firmas "a favor de la circulación y del aparcamiento controlado en el Cabezo Buenavista". También han recibido otros apoyos, como de la Asociación de Empresarios de Cafés y Bares de Zaragoza y del Partido Popular, que critica que se haya realizado el cierre "sin adoptar medidas alternativas previas ni consultar a los usuarios". El PP denuncia que el Plan Director del Parque no está terminado ni consensuado políticamente, y critica que no haya medidas previstas acerca del tráfico y estacionamiento de vehículos.

En 2006, el Ayuntamiento convocó a diversas entidades sociales -coordinadas por la Fundación Ecología y Desarrollo- para debatir el futuro del parque. Después de meses de reuniones, se acordaron 68 propuestas que debían ser incluidas en el futuro Plan Director. Entre estas ideas estaba el cierre del parque al tránsito y aparcamiento de vehículos. "Sobre el cierre al tráfico hay un acuerdo absoluto de la participación ciudadana y del equipo de gobierno. El modelo de ciudad que defendemos es de parques sin coches. El PP también estaba de acuerdo", aseguran fuentes de Parques y Jardines.

Una empresa, Materia Verda, está terminando de redactar ahora el Avance del Plan Director, que después tendrá que ser aprobado por el Ayuntamiento. En este documento se plantea la posibilidad de dotar al entorno del parque de aparcamientos disuasorios, pero es una propuesta de futuro sin plazos ni presupuestos.