El 4% de los medicamentos sufre en España problemas de suministro

La falta de 115 fármacos obligó en 2023 a usar compuestos alternativos o forzó al Ministerio de Sanidad a tomar medidas extraordinarias.

Medicamentos
En España, el 4% de los fármacos sufrió algún tipo de problema de suministro,
K. U.

Los servicios de oncología de los hospitales españoles afrontarán los dos próximos meses sin uno de sus fármacos más utilizados. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha restringido el uso de cisplatino, una quimioterapia para el tratamiento de múltiples tipos de cáncer y que a partir de ahora, y hasta finales de junio, deberá administrarse solo en pacientes que se consideren prioritarios. La Aemps, dependiente del Ministerio de Sanidad, ha pedido a los médicos que incrementen los intervalos de administración del fármaco y que optimicen todos los viales, "evitando desechar medicación sobrante".

La alarma lanzada esta semana por el Ministerio de Sanidad ante la falta de cisplatino ha sido la última llamada de atención frente a los comunes problemas de suministro de medicamentos, pero una restricción tan severa es excepcional. En España, el 4% de los fármacos sufrió algún tipo de problema de suministro, pero únicamente el 0,17% produjo un "impacto", es decir, tuvo que ser sustituido por otro compuesto o, en los casos más graves, obligó a la Aemps a tomar medidas extraordinarias, según el 'Informe sobre problemas de suministro'. 

Este documento, el más actualizado que ha publicado la agencia y que incorpora los datos del segundo semestre de 2023, define los problemas de suministro como "una situación en la que las unidades disponibles de un medicamento en el canal farmacéutico son inferiores a las necesidades de consumo nacional".

Las farmacias españolas albergan 32.992 presentaciones de medicamentos, correspondientes a 15.503 fármacos autorizados. De ellas, el 4% (1.415) padeció algún problema de suministro en la segunda mitad del año pasado y 115 son las que más trastornos causaron a los pacientes, ya que requirieron una adaptación o una intervención de la Aemps, como ha ocurrido ahora con el cisplatino. Entre los datos positivos sobresale que el número de medicamentos en los que notificaron problemas de suministro entre julio y diciembre del año pasado cayó el 7% respecto al primer semestre.

En el conjunto de 2023, el organismo sanitario trató de evitar el desabastecimiento de diferentes maneras: realizando una distribución controlada de las unidades disponibles; buscando medicamentos alternativos, a través de reuniones con los laboratorios para comprobar stocks y recepciones de unidades (se produjeron 515 contactos); autorizando comercializaciones excepcionales (medicamentos iguales a los españoles, pero con la etiqueta de otros países, con 438 casos); limitando la exportación (se hizo en 209 ocasiones) o aumentando la importación (lo que ocurrió con 77 medicamentos). Además, España puede apelar, como ha sucedido con el cisplatino, a la solidaridad europea a través de la lista de Medicamentos en Situaciones Especiales.

Problema global

La coordinadora de Gedefo (grupo de Farmacia Oncológica) de la SEFH, Garbiñe Lizeaga, recuerda que la falta de determinados medicamentos es un problema "global" que se explica por "dificultades de producción en las fábricas y por picos de demanda", ya que en ocasiones, los fármacos se producen en pocas factorías, pero se consumen "en todo el mundo". Las principales causas de las roturas de las cadenas de distribución fueron los problemas de capacidad de la planta de fabricación (36,4% de los casos); aumento de la demanda (23,6%) y problemas de fabricación no derivados de falta de calidad (18,6% de las notificaciones).

En el caso del cisplatino, Lizeaga cree que la apelación a los mecanismos que permiten solicitar ayuda europeos puede no dar resultados, ya que todos ellos pueden necesitarlo. Finalmente, esta experta recuerda que los problemas de distribución no solo representan una dificultad para los pacientes y para los médicos, sino también para los científicos "porque muchos ensayos clínicos pueden verse comprometidos".

En su memoria semestral, la Aemps destaca tres medicamentos para los que se vio obligada a tomar medidas excepcionales el año pasado. Para el Inyesprin, que se utiliza en dolores reumáticos, neurálgicos y postraumáticos, se autorizó la comercialización excepcional de unidades con caducidad inferior a seis meses, y para la Fluradabina, empleada en el tratamiento de leucemia linfocítica crónica, y el Sotapor, un comprimido para las arritmias y taquiarritmias, se gestionó la importación de medicación extranjera.

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