Lethal Crysis: "Ni yo sé cuáles son las claves para triunfar"
Nacido en Portugalete (Vizcaya) en 1997, aunque criado en Castro Urdiales (Cantabria), Rubén Díez, conocido como Lethal Crysis, es un ‘youtuber’ especializado en viajes extremos. Presenta su libro ‘Un mundo de historias’.
¿Cómo a un chiquillo de 15 años se le ocurrió crear un canal en Youtube?Estaba en tercero de la ESO, sin metas concretas. Empecé a hacer dos vídeos muy cutres a la semana, de manualidades y experimentos, desde mi casa.
¿Qué tipo de vídeos?Tres bromas con comida para hacer a tus amigos. Cómo hacer unos pulmones caseros que respiren o un bizcocho bomba. Algunos de ellos tenían miles de visitas y uno tuvo millones. Su título era ‘Qué ocurre cuando intentas escanear un billete de 20 euros’.
¿Estaba usted estudiando bachillerato?En segundo lo dejé al mes de empezar las clases. Era muy mal alumno. Con 17 años había meses que ingresaba 500 euros y otros nada. Hice una serie sobre cómo vivir con raciones de combate militares en el monte. Empecé con la española, gustó mucho y viajé a otros países para probar la de sus ejércitos. Nadie me conocía, pero interesaban mis vivencias.
¿Cuándo se sintió profesional de verdad?En 2017, con 20 años, viajé a la India. Hice allí varios vídeos, pero no funcionaron aunque ya tenía 300.000 suscriptores fieles. Hasta que en Benarés conocí una secta llamada Los Caníbales que rescatan cadáveres del río sagrado y se los comen. El vídeo fue un gran éxito. Pronto alcanzó el millón de visualizaciones y hoy ya ha superado los diez millones.
Y empezó a viajar de un lado a otro hasta conocer sesenta y cuatro países.Me hice tatuajes en Filipinas, fui a Israel a hacer reportajes sobre el conflicto y la vida cotidiana, me colé en un hospital de Venezuela con la ayuda de una enfermera para mostrar la lamentable situación sanitaria, viajé a Ecuador y contacté con tres tribus amazónicas. Hice una historia con los Mursi en Etiopía que ya ha alcanzado 24 millones de visualizaciones.
Y el ‘boom’ se produce durante la pandemia.Entre marzo de 2020 y marzo de 2021 tripliqué los suscriptores del canal y también mis ingresos. Pasé de un millón a tres millones de seguidores.
¿Alguien que lea esta entrevista puede pensar que el camino es fácil?Llevo diez años en Youtube y el éxito ha sido progresivo. Pero ni yo sé cuáles son las claves para el triunfo.
¿Qué le mueve a seguir trabajando?Lo que puedo decir es que me encanta lo que hago, aunque lo pueda pasar mal. Hay una fuerza mayor de fondo que hace que todo valga la pena. Pero no hay separación entre lo profesional y lo personal. Dedico las 24 horas del día a trabajar.
Su universidad ha sido la calle y ha hecho un camino distinto a las personas de su generación. Con 26 años tiene usted una gran responsabilidad. ¿Se ha vuelto más cuidadoso?Cuanto más informado estoy sobre un conflicto más meticuloso quiero ser y pienso más en cómo mostrarlo para que se entienda mejor.
¿Hay mucha censura en Youtube?Me pagan con el dinero que invierten las marcas y no quieren que se las relacione con determinados contenidos. Hay muchas trabas para mostrar desnudos o situaciones violentas. Entonces, ¿cómo muestras a una tribu que va desnuda? ¿Cómo muestras una sesión de vudú en la que se mata a un pájaro sobre mi cabeza llena de sangre?
¿Qué protocolo hay que seguir?Hay que rellenar un formulario donde tienes que indicar si hay escenas violentas, desnudos, etc. Si escondes algo, penalizan tu canal y tu vídeo. Youtube permite que se hable de guerras o masacres en un canal informativo como el mío.
Ya tiene más de cinco millones de seguidores. ¿Qué perfil tienen?Un 80% son jóvenes de entre 18 y 35 años. También hay más menores de lo que parece. Aunque en la calle me paran más personas que superan los 35 y 40 años que menores. Un 20% son españoles. El otro 80% es originario de Latinoamérica.
¿Qué le ha dado esta forma de plantearse la vida?Me cuestiono todo mucho más porque no doy nada por sentado. Empatizo con personas del otro lado del mundo. El mal ajeno lo siento más de cerca. Y creo que todos nos parecemos más de lo que pensamos. Un joven desnudo caza por la mañana con una lanza y sale a buscar por la tarde una novia en el poblado de al lado para formar una familia. El ser humano, en esencia, es similar en todos los lugares del mundo.
