El baldaquino de San Pedro se sacude el polvo de 250 años

La colosal obra de Bernini en la basílica del Vaticano será restaurada durante diez meses con un coste de unos 700.000 euros.

El baldaquino de San Pedro del Vaticano se sacude el polvo de 250 años.
El baldaquino de San Pedro del Vaticano se sacude el polvo de 250 años.
EFE

Roma empieza a prepararse para la celebración del Jubileo del año que viene, un evento en el que se espera que alrededor de 30 millones de peregrinos lleguen a la Ciudad Eterna. Además de las obras en varias plazas y avenidas, lo que hace aún más insufrible de lo habitual el tráfico en la capital italiana, los trabajos también van a llegar al baldaquino de la basílica de San Pedro del Vaticano, la colosal creación realizada por Gian Lorenzo Bernini, el mayor escultor del barroco.

Construido entre 1623 y 1633, este pabellón en bronce será sometido a una profunda restauración desde mitad del mes que viene. Se prevé que las labores de rehabilitación, que costarán unos 700.000 euros, se prolonguen durante diez meses y concluyan a finales de año, antes de la apertura de la Puerta Santa por el Jubileo de 2025.

El cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica vaticana y vicario general del Papa para la Ciudad del Vaticano, consideró la restauración tan «necesaria» como «difícil», al tratarse de una obra de 63 toneladas de peso y casi 29 metros de altura, el equivalente a un edificio de diez plantas. Es también un trabajo «de gran valor simbólico, ya que el baldaquino se levanta sobre el altar mayor del templo. Es el eje de la basílica y marca con su magnificencia el lugar de la tumba del apóstol Pedro, al que la basílica vaticana está dedicada», remarcó el purpurado.

Proyecto "improrrogable"

Alberto Capitanucci, responsable del área técnica de la Fábrica de San Pedro, la institución que se encarga del mantenimiento del templo, destacó, por su parte, que en este «todo es grande, como también lo es el desafío que tenemos por delante. Basta pensar que las esculturas de los ángeles de la parte superior miden cuatro metros».

Hacía 250 años que el baldaquino no se sometía a unos trabajos de restauración, que correrán a cargo de un equipo de expertos encargados de retirar «una pesada pátina debido a la acumulación durante años de polvo y de partículas», señaló Capitanucci.

El degradado estado de conservación que los responsables de la Fábrica de San Pedro han descubierto en la obra gracias a las pruebas preliminares confirman que la rehabilitación extraordinaria resultaba «improrrogable». En algunas zonas del baldaquino, el bronce incluso se ha hinchado y perdido su brillo, mientras que han sido halladas áreas despegadas en la parte superior. Estos daños se ven favorecidos por la presencia de unas 50.000 personas de media cada día en la basílica vaticana, lo que acelera su corrosión y oxidación al alterar las condiciones microclimáticas del interior del edificio.

Durante los diez meses que durarán los trabajos de restauración, el baldaquino estará cubierto, permitiendo así el normal desarrollo de las habituales celebraciones litúrgicas. Encargada por el papa Urbano VIII, en la realización de esta obra Bernini contó con la ayuda de varios artistas de renombre de la época, entre ellos, paradójicamente, el que está considerado su gran rival, el arquitecto Francesco Borromini.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión