Decoración

Fiebre por la vajilla portuguesa en Zaragoza: "Aquí gusta mucho"

Tras la apertura de dos tiendas en la capital aragonesa, los zaragozanos han ofrecido "muy buena acogida" a esta cerámica, que en ocasiones la consideran como una pieza de colección.

Cerámica portuguesa en Las vajillas de Martha, en el Actur.
Cerámica portuguesa en Las vajillas de Martha, en el Actur.
Francisco Jiménez

No ha pasado ni un año desde que se instalaron en Zaragoza, pero el recibimiento que ha tenido ha sido brutal. La vajilla portuguesa al peso aterrizó en la capital aragonesa tras el éxito en otras grandes ciudades y no ha defraudado. En el Actur abrió La vajilla de Martha, mientras que A Mercadoria optó por un 'outlet' que despertó la curiosidad de los zaragozanos.

Así lo confirma Martha Blanco, una de las propietarias de la tienda localizada en la calle de Ruiz Picasso, a la altura del número 37 (tienen otra en Madrid y otra en Barcelona). "Desde que abrimos el año pasado hemos tenido un muy buen recibimiento", indica. De hecho, han notado incluso un cambio de hábito en sus clientes. "Estaban acostumbrados a comprar cajas de seis o 12 platos, por ejemplo, pero aquí vendemos al peso. Yo les pregunto: '¿De verdad sois siempre 12 para comer?', y realmente no, por lo que optan por hacerse con ocho, por ejemplo, para no tener la vajilla ahí abandonada", explica Blanco. El hecho de que fueran al peso gustó mucho entre los zaragozanos y zaragozanas.

A partir de ahí, esta venezolana asentada en Madrid expresa que el cliente de Zaragoza es "muy alegre, le gusta mucho el color", a diferencia de lo que imaginaban al ser una ciudad de interior. "Pensábamos que tirarían más por lo tradicional, por los negros, blancos...", precisa. Además, se decantan más por los platos de sopa, por ejemplo, que por los boles. "La vajilla que encargamos suele venir con bol, pero para la capital aragonesa tenemos que pedirla con plato de sopa porque gusta más. Viene mucha gente a pedirlo", comenta Blanco.

Cerámica portuguesa en Las vajillas de Martha, en el Actur.
Cerámica portuguesa en Las vajillas de Martha, en el Actur.
Las vajillas de Martha

Además de la vajilla, la tienda cuenta con cristalería, manteles, pies de lámpara, candelabros... Y, en concreto, otro elemento que ha gustado mucho en la ciudad ha sido el textil. "Nos vienen a pedir mucha mantelería y bajos para los platos. También con mucho color, con estampados con flores...", declara la propietaria de Las vajillas de Martha. Sostiene que la mayoría de los clientes "tienen buen gusto" para combinar la vajilla con los textiles. Incluso, negocios de hostelería hacen encargos para tener estas cerámicas en su restaurante: "Estamos encantados con ellos porque acceden a cambiar su vajilla y ponen nuestras propuestas en sus mesas", manifiesta.

Cerámica portuguesa en Las vajillas de Martha, en el Actur.
Cerámica portuguesa en Las vajillas de Martha, en el Actur.
Las vajillas de Martha
Cerámica portuguesa en Las vajillas de Martha, en el Actur.
Cerámica portuguesa en Las vajillas de Martha, en el Actur.
Las vajillas de Martha

Además, la capital aragonesa tiene una línea de productos única, que no hay en las tiendas de las otras grandes ciudades, denominada La huerta, que "ha encajado muy bien". "Se la proporcionamos a un restaurante que ahora sirve una ensalada de tomate dentro de una tomatera", añade. No obstante, los negocios que se dedican más al tapeo optan más por adquirir platos de sobremesa, donde destaca el plato en sí por encima de la comida.  

En Navidad arrasó la vajilla portuguesa en Zaragoza. "La campaña ha sido muy buena. Sacamos colecciones exclusivas de esta época del año y se agotaron en seguida", asegura Martha Blanco. Incluso, reciben llamadas de comunidades vecinas como La Rioja o Navarra de parte de interesados que después acuden a la capital aragonesa para hacerse con una pieza de, por ejemplo, cristalería, que también ha recibido mucho amor. "Todo se puede meter en el microondas y en el lavavajillas e incluso tenemos piezas solo para el horno", destaca. Hay una marca internacional que fabrica cerámica solo para la tienda de la ciudad.

Asimismo, al negocio del Actur acuden clientes de todas las edades y tipos: "Un día nos viene una pareja joven y, al día siguiente, viene la misma pareja con sus padres. Tenemos clientes desde 25 años a gente de 60 que solo busca una taza", comenta esta venezolana. Incluso, buscan combinar vajilla antigua, con cierto significado sentimental para ellos, con alguna pieza nueva, para que esos platos no caigan en el olvido.

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