Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Gazapos de ciencia y cine

'Spiderman: No way home': una explicación que dispara el sentido arácnido de cualquiera que sepa algo de ciencia

Tiene gracia que Peter se 'raye' por perder su anonimato, pero aún más que se enrede de semejante manera en una explicación sobre cómo el cuerpo humano depende de la electricidad que pondría de los nervios a todo el profesorado del MIT, que le mandaría de vuelta a casa.

Fotograma de la película 'Spiderman: No way home' (Jon Watts, 2021)
Fotograma de la película 'Spiderman: No way home' (Jon Watts, 2021)
Marvel Studios, Pascal Pictures, Columbia Pictures.

Cuando la identidad secreta de Peter Parker es revelada al mundo y esto afecta a toda su vida, Spiderman recurre al Dr. Strange para que le ayude. Pero algo sale mal y el hechizo lanzado por aquel trae a este universo a los supervillanos enemigos de Spiderman procedentes de otros multiversos, a los que Peter intentará redimir…

Descubre el gazapo científico en este diálogo de la película 'Spiderman: No way home', dirigida en 2021 por Jon Watts, con guion de Chris McKenna y Erik Sommers y con Tom Holland (Spiderman/Peter Parker); Zendaya (M.J.) , Wilem Dafoe (Duende Verde), Jamie Foxx (Electro), entre otros, en el reparto.

 

El diálogo

-Vale, esto va justo aquí -explicó Peter colocando el dispositivo que acababa de diseñar junto a los redimidos Duende Verde y Dr. Octopus en el pecho de Electro-: debería extraer la energía… volveré en un segundo para comprobarlo, pero vigile las luces. Cuando sean verdes toda la electricidad de su cuerpo se habrá disipado…. ¡Bueno, no toda! Usted sabe que necesita electricidad para que el cerebro funcione, su sistema nervioso es… bueno, no sé por qué le explicó qué es a electricidad.

El gazapo

Bueno, yo lo que no sé es por qué te 'rayas' por estar explicándole a Electro lo que es la electricidad cuando en realidad no lo estás haciendo. Porque, que quede claro, la electricidad se define como el conjunto de fenómenos físicos (o forma de energía) motivados por la presencia y /o movimiento de partículas con carga eléctrica en un cuerpo o medio.

Pero es que todavía entiendo menos que te 'rayes' tanto con que se desvele tu identidad y cómo eso va a mermar tus posibilidades de ingresar en el MIT -recuerdo que ese el argumento de partida de la película.

La pérdida de tu anonimato debería ser la menor de tus preocupaciones a tenor de la surrealista explicación sobre la electricidad en el organismo humano con la que acabas de enredarte. Un consejo Peter, quítate de una vez la máscara de prodigio de la ciencia y presta más atención en clase a tus profesores y menos a M.J.

Porque una cosa es que el funcionamiento del cuerpo humano dependa de la (bio)electricidad, dado que esta es la principal vía de comunicación entre células; y otra muy distinta que necesitemos electricidad como si fuésemos un electrodoméstico o un vehículo eléctrico que debe enchufarse periódicamente a la red o a una batería para recargarse. Que no es el caso. Porque, el cuerpo humano, de hecho, es un generador de electricidad.

Sí, amigo Parker, el cuerpo humano (y en general el resto de organismos vivos) genera por sí mismo esa bioelectricidad. Produce de forma interna corrientes eléctricas de muy baja intensidad.

Canales iónicos

Muchos de los elementos que tenemos en nuestro cuerpo se presentan en forma de iones en un medio acuoso como es el medio interno. Esto es, que los átomos de dichos elementos, atendiendo a su electronegatividad, se desprenden de alguno de sus electrones o se hacen con electrones adicionales adquiriendo una carga eléctrica neta y convirtiéndose por tanto en partículas con carga eléctrica.

Estos iones se encuentran tanto en el medio intracelular como en el extracelular, separados por la membrana celular o plasmática, que desempeña un papel capital en la generación de la bioelectricidad: las membranas celulares de todas las células cuentan con unas proteínas especiales denominadas canales iónicos que, como su propio nombre indica, al excitarse o activarse permiten el paso de iones desde el exterior al interior y viceversa. Es decir, permiten un flujo o movimiento de partículas con carga eléctrica. Que, como hemos visto al principio, es la definición de corriente eléctrica.

A la vista de lo anterior, parece claro que no necesitamos electricidad (porque la generamos nosotros mismos). En todo caso, lo que necesitamos es alimento y sales minerales. Estas últimas son las principales proveedoras de los iones implicados (Na+, Ca2+, K+, Se2+, Cl-, Mg+…) y el alimento es la fuente que proporciona al organismo la energía (química) que luego invierte en abrir los canales iónicos, con lo que aquella se convierte en energía eléctrica.

Mensajes eléctricos

Estas corrientes o pulsos eléctricos celulares de muy baja intensidad en unos casos activan o desactivan distintos procesos en la propia célula; y en otros transmiten una instrucción o mensaje desde una parte del cuerpo a otra: el movimiento de los iones a través de la membrana provoca un desequilibrio, una diferencia de potencial entre el interior y el exterior de la célula con respecto a la situación de reposo o inicial que la célula subsana abriendo un canal iónico vecino para permitir que fluyan iones en la dirección contraria. Lo que a su vez provoca un desequilibrio en el lado opuesto de la membrana celular. Y así sucesivamente, de tal forma que la señal eléctrica viaja a modo de onda a lo largo de toda la membrana celular de la célula hasta alcanzar el extremo donde libera un mensajero químico que activa la apertura de los canales iónicos de la célula vecina transmitiéndole de este modo el mensaje o instrucción correspondiente. 

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