Urbanismo y Sociología

El mítico toldo verde se desvanece entre el urbanismo moderno de Zaragoza

Las promociones de obra nueva recogen ciertas normas a la hora de colocar este elemento, al afectar a la estética de la fachada. No obstante, todavía se mantiene en los barrios más tradicionales.

Vista de unos edificios con los toldos verdes bajados en Zaragoza.
Vista de unos edificios con los toldos verdes bajados, en Zaragoza.
Carlos Blázquez / Amigos del toldo verde

Verde que te quiero verde, decía Federico García Lorca. Aunque en este poema no alcanzó a recoger un elemento histórico ahora en España muy relacionado con este color: el toldo. Especialmente, desde la década de los 60. Este emblema de nuestras ciudades no se encuentra en peligro de extinción (por ahora), pero sí que va desvaneciéndose poco a poco del paisaje moderno de Zaragoza. Las promociones de obra nueva tienen normativas, desde hace años, que dificultan el uso de este tono en los nuevos edificios, además de nuevos sistemas que lo reemplazan. ¿Qué futuro le depara al toldo verde que, para algunos, es incluso patrimonio?

Hay quienes luchan por mantener, al menos en la memoria, este icono paisajístico (especialmente, durante el verano) de España. 'Amigos del toldo verde' es un grupo de Facebook (con más de 4.000 miembros) que nació en 2017 de la mano del arquitecto e investigador de la Universidad de Glasgow Pablo Arboleda. Durante una estancia en el extranjero, este jienense se percató de que la imagen que le recordaba a su hogar no se repetía en ningún otro país. Y esta, evidentemente, estaba ligada al toldo verde. Su origen data de los años 60 a 80, coincidiendo con la primera gran construcción masiva de viviendas en España (400.000 nuevas casas al año de media entre 1970 y 1981, según el INE) por la migración del pueblo a la ciudad.

"A pesar de estar presente en los edificios de cualquier rincón del país, el toldo verde establece un patrón estético que, hasta ahora, ha pasado desapercibido para el gran público. Este grupo nace con el objetivo de dotar al toldo verde de la atención que merece, posicionándolo como símbolo de significación identitaria y, por ende, patrimonial", resumen en 'Amigos del toldo verde'. Estas cubiertas de lona en dicho tono tienen un origen bien simple y curioso a la vez. Durante aquella construcción masiva, las tiendas de toldos solo ofrecían tres colores "debido a la composición del tejido, que era de algodón": verdes, azules y naranjas. Se popularizó el primero, casi por un efecto virus. Si tu vecino lo tenía, tú también lo querías.

"El hecho de que haya tantos toldos verdes tiene más que ver con la moda o con la disponibilidad de ciertos materiales o ciertos colores o pigmentos en el momento en el que se construyeron muchas viviendas en España", relata el arquitecto especialista en Patrimonio, Alberto Sánchez. Con el paso de los años, la tendencia cambió. Algo que puede verse en las promociones de la playa: "A finales de los 80 y en los 90 -añade- empiezan a colocarse toldos de rayas, blancos y naranjas, o blancos y rojos, blancos y azules, que es algo más de esa época".

"Más allá de su literalidad, el toldo verde constituye la metáfora perfecta de toda una cultura material asociada a algo más amplio e indiscutiblemente nuestro: lo cutre. Despojemos a ese vocablo de su sentido peyorativo y reconozcamos, con la cabeza bien alta, que somos cutres, ergo somos auténticos", escribió Pablo Arboleda. Hizo de "lo cutre" su bandera para comenzar este recopilatorio de imágenes de toldos verdes que podrían ser de cualquier lugar: de tu pueblo, de una calle de un barrio humilde de tu ciudad o de un bloque de viviendas en Sevilla. La tónica es la misma: el toldo verde, en contraste con el ladrillo caravista de las fachadas.

Varios edificios con toldos verdes. Esta fotografía fue la ganadora del I Concurso de fotografía de los 'Amigos del toldo verde'.
Varios edificios con toldos verdes. Esta fotografía fue la ganadora del I Concurso de fotografía de los 'Amigos del toldo verde'.
Mario Hidrobo / Amigos del toldo verde
Vista de un edificio con toldos verdes desde el Café de Levante.
Vista de un edificio con toldos verdes desde el Café de Levante.
Montserrat Duran / Amigos del toldo verde

Como es lógico, este elemento se distribuye, principalmente, en los barrios más tradicionales de Zaragoza: Las Fuentes, San José, Las Delicias... Al igual que en las periferias, en el entorno de la M30 y el Tercer Cinturón. Y, en verano, a la vista están también por el centro de la ciudad. En la calle de Conde Aranda, junto a la plaza del Portillo, en un bloque de viviendas frente al Café de Levante o en la mismísima calle de Lacarra de Miguel. No lo dice solo este redactor, lo retratan varios usuarios de Facebook en el citado grupo.

La última promoción entregada en Arcosur, Bayeu, de 120 viviendas de obra nueva.
Una promoción de obra nueva en Arcosur, ya terminada, donde poco pegaría un toldo verde de los de antaño.
Aedas Homes
Edificios con toldos verdes en la calle de Madrina Salinas, en Las Fuentes.
Edificios con toldos verdes en la calle de Madrina Salinas, en Las Fuentes.
Iván Ogareff / Amigos del toldo verde
Toldo verde de un comercio en Las Delicias.
Toldo verde de un bar en Las Delicias.
Montserrat Duran / Amigos del toldo verde
Toldos verdes en la calle de Conde Aranda.
Toldos verdes en la calle de Conde Aranda.
Judith Pérez / Amigos del toldo verde

Ahora predomina el color gris

Ay, lo que han cambiado los toldos... Incluso, ahora existe una normativa que ha frenado por completo el patrimonio del verde, además de que la gama de colores se ha ampliado al modificarse la composición del tejido, que ahora es de acrílico, según explican desde Toldos Serrano, una empresa con 70 años de trayectoria en la capital aragonesa. "Ahora se llevan colores más neutros, que queden integrados, tirando a lonas grises o grises claritas. Son tejidos que duran mucho", especifica Sara Reino.

¿A qué se debe este cambio de tono? La Ley de Propiedad Horizontal, actualizada numerosas veces a lo largo de los años, recoge que el propietario debe seguir la normativa relativa a la instalación de toldos siempre que afecte a la fachada de la finca y utilice elementos estructurales de la misma. Así, si la parte externa del edificio es negra o blanca, por ejemplo, no pegaría poner un toldo rojo. Asimismo, para colocar una sola lona se necesitaría la aprobación del resto de vecinos. Lo más recomendable para evitar posibles sanciones es que todos los propietarios accedan a ponerse el mismo toldo, del mismo color.

"Ahora en las promociones de vivienda que se hacen en Zaragoza en general no se ven toldos, porque hay otros sistemas de protección solar que hacen que no haga, que pueden ser celosías, persianas o el retranqueo de las propias ventanas", especifica Sánchez. Es algo que ocurrió, por ejemplo, en Valdespartera (un barrio creado bajo criterios bioclimáticos), donde muchas fachadas orientadas a sur tienen voladizos, todos para que en verano no dé el sol.

Además, Alberto Sánchez incide en que el toldo verde no se utilizaba tan solo en viviendas baratas. "Las viviendas que hay al final del paseo de Pamplona, ya llegando hacia la Plaza de Paraíso, son de la época de los 70, con las carpinterías de aluminio dorado, que tienen toldos verdes y son unas casas de lujo", declara este arquitecto.

No obstante, la colocación de los toldos no se ha frenado en la obra nueva, a pesar de los nuevos sistemas que los reemplazan. "Hacemos muchísimos trabajos en promociones nuevas. En las que la fachada es ventilada (gran parte de ellas) hay más problemas para instalarlas, pero lo seguimos haciendo", expresa Reino. Los cerramientos de terrazas también son muy populares, pero cuando el sol aprieta en verano el toldo sigue siendo un imprescindible. Además, ahora los hay de todo tipo: solo para ventanas, con automatismos (si detectan viento, se pliegan, por ejemplo), otros que sirven como persianas... ¿Será el nuevo toldo -robótico- gris un emblema paisajístico de la Zaragoza de hoy?

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