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Síndrome de Tourette: electricidad en el escenario

Participación y emoción de un público que sabe lo que le ocurre a quien canta, y le echa un cable, en un festival inolvidable.

Lewis Capaldi en el festival de Glastonbury
Lewis Capaldi en el festival de Glastonbury
JASON CAIRNDUFF

La primera frase que Lewis Capaldi canta en el vídeo dice: “Me estoy hundiendo y esta vez me temo que no hay nadie a quien recurrir”. La segunda ya apenas la comienza. La cámara está a su espalda y le capta inclinándose hacia un lado y extendiendo de forma extraña el brazo derecho con el que sujeta el micrófono. Luego parece frotarse el pecho mientras tose. El público parece darse cuenta de lo que está ocurriendo y le reemplaza coreando cada vez más alto la continuación. La participación y la emoción crecen mientras al cantante se le acumulan tics en la cara, en el cuello, en los hombros.

Sucedió a finales de junio en el festival de música de Glastonbury. Ante una enorme explanada ocupada hasta rebosar, Capaldi cantaba 'Someone you loved', el tema que le hizo saltar a la fama en 2018. El vídeo compartido por la BBC acumula ya millones de visualizaciones. El año pasado, el cantante comunicó que le habían diagnosticado un síndrome de Tourette.

'El síndrome de Tourette se llama así por el neurólogo francés Gilles de la Tourette, que fue el primero en describirlo en detalle en 1885. Se caracteriza por la presencia de tics motores, movimientos involuntarios frecuentes sobre todo en la cara, en el cuello, en los hombros. Y tiene que haber además un tic de tipo vocal, que pueden ir de una tos o carraspeo a la repetición de frases o palabras. Las crisis aumentan con la emoción, el estrés o la fatiga, y disminuyen con la calma y la concentración. Quienes lo sufren, suelen presentar también otro tipo de trastornos como ansiedad, depresión, trastornos obsesivos o de déficit de atención´.

Mientras el público no deja de corear, la cámara recorre la explanada como si se tratara de un videoclip. Cuando vuelve a Capaldi, este está apoyado en el micrófono que ha colocado en el pie. Mira a lo lejos con tics en las cejas y la emoción parece estar a punto de volverse líquida.

´El sindrome de Tourette se da en casi una de cada cien personas. Empieza en la niñez y hace que muchos sufran también de acoso infantil, pero en muchos casos desaparece al llegar a adultos. No se saben las causas. Aunque tiene bastante parte de herencia, apenas se han identificado los genes responsables, que parecen ser muchos pero ninguno clave por sí solo. También el ambiente influye: quizá el estrés del feto en el embarazo, experiencias adversas en la infancia, quizá algunas infecciones´.

La emoción parece desbordarse en Capaldi pero en un momento dado parece resistirse, y resiste. Agarra el micrófono, deja de mirar a lo lejos y pasea por el escenario mientras los tics se le acumulan en la boca, en el cuello, en los hombros. Parece pensar: el momento es bonito, y lo agradezco, pero luego todo sigue y esto podría convertirse en icono por una emoción demasiado breve y fácil. Al fin y al cabo, no es más que pura electricidad interpretada e interpretable.

´Tampoco se conocen bien los mecanismos del síndrome de Tourette, pero sí se sabe que hay alteraciones en los ganglios basales, unas estructuras situadas en lo más profundo del cerebro y que tienen que ver con el control de los movimientos. No solo con iniciarlos, también con suprimir aquellos que surgen de forma involuntaria. Impiden que las señales eléctricas viajen hasta los músculos sin filtro ni control´.

Ya le había sucedido con anterioridad en otros conciertos. Ya lo había comunicado con transparencia. Incluso ha grabado un documental en el que cuenta también sus problemas de ansiedad, sus ataques de pánico magnificados por el éxito. “Nunca me había sentido más inseguro en mi vida”, dice. “Mucha gente depende de mí, de que yo me recupere”, dice. "Quería hablar de ello porque no quería que la gente pensara que estaba tomando cocaína o algo así", ha dicho. En un vídeo en Tiktok explicaba: “Me pasa cuando estoy cansado, nervioso, emocionado (…) Como cuando estoy ante 15.000 personas después de una hora y media de concierto. (…) Pero no como ahora, que estoy tirado en mi cama”.

´La gente suele conoce el síndrome de Tourette por la coprolalia, la repetición de palabras obscenas. En realidad, es un signo poco frecuente, pero patognomónico. Es decir, pocas personas con el síndrome lo sufren, pero si aparece supone un diagnóstico claro e inmediato. Tampoco se sabe la causa, pero se sospecha que tiene que ver con esa falta de control de impulsos. En este caso ante el impulso de pronunciar palabras que se saben inapropiadas´.

La gente sigue coreando el resto de la letra. Parece una canción de amor unipersonal, pero como si se tratara de un guion un tanto predispuesto, Capaldi había cantado antes: “Me estoy hundiendo y me temo que no hay nadie a quien acudir esta vez”. Ahora la gente sigue con otra parte que dice: “Supongo que me gustó la forma en la que me ayudaste a escapar”. Y después: “Me estaba acostumbrando a ser alguien a quién tú querías”.

´Existen tratamientos para el síndrome, aunque no hay una cura específica. Se suele empezar con terapia psicológica, que ayuda a reconocer los síntomas y a desarrollar estrategias para controlarlos. Si aun así generan mucha incapacidad se pueden usar medicamentos como algunos antipsicóticos, que actúan sobre la dopamina que protagoniza muchos de los circuitos cerebrales implicados. A veces se utilizan inyecciones de bótox. En casos extremos puede recurrirse a un tipo de cirugía para implantar un electrodo que ayude a controlar los síntomas. Sin embargo, aún se considera experimental, tiene riesgos y no hay consenso sobre su uso y sobre la mejor zona para colocarlo´.

Unos días después del concierto, Capaldi comunicaba en Instagram que se tomaba una pausa en sus conciertos. “El hecho de que probablemente no sea sorpresa no lo hace más fácil de escribir, pero siento mucho tener que deciros que me voy a tomar un descanso de actuar en el futuro cercano. (…) Todavía estoy aprendiendo a ajustar el impacto de mi síndrome de Tourette y el sábado se volvió obvio que necesito pasar mucho más tiempo poniendo mi salud física y mental en orden para que pueda seguir haciendo todo lo que amo por mucho más tiempo. Sé que soy increíblemente afortunado de tener la posibilidad de tomarme un descanso cuando otros no pueden (…). Volveré tan pronto como pueda”.

“Glastonbury, muchas gracias”, dice. Y la canción y el vídeo acaban.

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