'First Dates', cena romántica a las 10 de la mañana

¿Es un restaurante real? ¿Cómo son las citas por dentro? ¿Los solteros son personas de verdad o actores? Son muchas las dudas que rodean al ‘dating show’ más famoso de España.

Carlos Sobera y el resto del equipo de 'First dates'.
Carlos Sobera y el resto del equipo de 'First dates'.
Mediaset

Encontrar el amor en el siglo XXI no es tarea fácil. Las redes sociales y las aplicaciones de citas han contribuido a que las vías tradicionales estén cada vez más en desuso. Para quienes quieran dejar en manos de Cupido su futuro amoroso y se atrevan a hacerlo delante de las cámaras, ‘First Dates’ es la opción ideal.

El formato presentado por Carlos Sobera tiene como objetivo emparejar a dos personas que no se han visto antes y que quieran tener una primera cita en televisión. Desde el 2016 se ha emitido de manera ininterrumpida. ¿Quién no ha sintonizado alguna vez Cuatro y se ha reído con algunas de las situaciones que han tenido lugar en este programa? Hay quienes llegan a afirmar que son actores pagados, pero no. Los que aparecen en las citas son personas que se han apuntado libremente y han rellenado un formulario 'online', con el que los redactores del programa tratan de encontrar el ‘match’ ideal.

Una de las claves del programa presentado por Carlos Sobera es que en él tienen cabida todo tipo de personas y relaciones. No importa la orientación sexual, la edad, el género o si se busca una relación abierta, cerrada o poliamorosa: todos ellos tienen abiertas las puertas del ‘restaurante’ para conocer el amor.

Apuntarse al cásting es sencillo, aunque tedioso. Hay que rellenar un formulario por la página web en el que te piden que te explayes y cuentes con todo lujo de detalles qué estás buscando exactamente, tanto a nivel físico como psicológico. Pero no solo eso: para que el programa encuentre a tu pareja ideal, también debes definirte a ti mismo exhaustivamente. Las preguntas van desde confesar tu mayor secreto hasta conocer tu opinión sobre los toros, pasando por aclarar si crees en el horóscopo o en Dios. Después de contestar a todas estas cuestiones -si lo haces con detalle puede llevarte un par de horas-, es el momento de enviar una foto y un vídeo-presentación que luego puede aparecer al inicio del programa.

Cena romántica... por la mañana

Después de todo este proceso, un productor del programa se pone en contacto contigo en poco tiempo para preguntar por tu disponibilidad para rodar. Los programas se graban de lunes a viernes, desde, aproximadamente, las 10 de la mañana hasta primera hora de la tarde, por lo que las citas no se dan por la noche como se da a entender, sino que muchas de ellas son en horario matinal.

La producción del programa cubre todos los gastos de desplazamiento de los solteros desde su ciudad de origen hasta San Sebastián de los Reyes (Madrid), que es donde se graban las citas. Cada día pasan más de una docena de personas que buscan el amor y, para evitar que se vean entre ellos antes de pasar a cenar, los productores cuadran los horarios y dividen a los participantes en dos grupos. Los solteros se visten y se retocan en lugares diferentes del mismo edificio, el cual actualmente está dedicado en exclusiva al ‘dating show’.

El restaurante no es un restaurante

A diferencia de lo que puede parecer en la pantalla, el sitio donde tienen lugar las citas no es un restaurante, sino un plató situado en la planta calle de dicho edificio. El menú, eso sí, es digno de restaurante. Un primero, un segundo y un postre con varias opciones para todos los gustos que un cáterin prepara a diario. Las cámaras y los focos se pueden ver, pero están bastante bien escondidos entre la decoración, lo que hace que el ambiente sea más relajado. Se graban tres citas a la vez, y el resto de comensales que se ven de fondo son figurantes que hablan en voz baja para que no se cuelen conversaciones ajenas en los micrófonos de los participantes.

Aunque en el programa apenas salen cinco minutos de cada pareja, los encuentros duran aproximadamente una hora. Carlos Sobera, Matías y el resto de camareros cumplen su función de dar la bienvenida a los solteros y ayudarles en todo lo que necesiten. Aparte de esto, a cada pareja se le asigna un redactor que ve la cita en directo a través de las cámaras y apunta las partes más interesantes. 

Una vez acabada, se graban los totales de manera individual, que son las imágenes que se ven entremezcladas con el metraje de la cena. Su redactor pregunta a cada uno por los momentos más ‘jugosos’ de la cita y justo a continuación se graba a los dos a la vez y se toma la gran decisión final: ¿tendrías una segunda cita?

¿Quién paga la cuenta?

Uno de los instantes de más tensión tiene lugar a la hora de pagar la cuenta. Algunas personas se ofrecen de manera altruista a pagar el menú de ambas personas (20 euros cada uno), otros deciden pagarlo a medias o hay quienes insinúan que prefieren que sea su cita quien se haga cargo de la factura. Sea como sea, el programa posteriormente devuelve el importe de la cena a los que hayan pagado, aunque si decides hacer alarde de tu generosidad y pagar toda la cuenta, solo se te devuelve tu parte.

Independientemente de que esté incluido el menú, el programa paga 60 euros a todos los solteros por derechos de imagen.

La emisión del programa tiene lugar aproximadamente un mes o dos después de la grabación, sin que se especifique el día en concreto.

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