Tamara Falcó e Íñigo Onieva se conceden una segunda oportunidad

La controvertida pareja acudió junta a la Misa del Gallo para celebrar días después en casa de Isabel Preysler el inicio de 2023.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva, antes de la ruptura.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva, antes de la ruptura.
GTRES

Parece que los tres meses que lleva Íñigo Onieva intentando recuperar a Tamara Falcó han dado sus frutos. La revista ‘¡Hola!’ adelantó ayer su portada para dar a conocer la noticia: la marquesa de Griñón y el relaciones públicas se han dado una segunda oportunidad. La fecha clave fue la pasada Nochebuena, cuando ambos coincidieron en la Misa del Gallo en el templo de Puerta de Hierro en Madrid. Acudieron a la eucaristía y se sentaron separados, pero cerca. Tanto que durante la adoración al Niño Jesús coincidieron en el altar.

Un encuentro buscado o una señal del Altísimo. El caso es que, igual que en su día Tamara interpretó que el vídeo del festival estadounidense y todo lo que sucedió a partir de aquel momento fueron señales para descubrir que Íñigo no era el hombre de su vida a pocos meses de pasar por el altar y prometerse fidelidad eterna, ahora entendería que estar a su lado conmemorando el nacimiento de Jesús es signo de que merecen volver a intentarlo.

Casi desde el principio hubo dos cosas que Tamara Falcó tuvo bien claras tras hacerse público el beso de Íñigo Onieva con una mujer en el festival 'Burning Man'. Una, que no pensaba consentir una infidelidad. La otra, que el perdón es un valor fundamental del cristianismo. Por eso, no dudó en perdonar sus actos y deslices al que había sido su pareja. Sin embargo, eso no supuso la reconciliación. O al menos eso nos hizo creer. Mientras Tamara se refugiaba en su familia y retomaba sus compromisos profesionales, Íñigo ponía en marcha una estrategia de reconquista que pasaba por pedir perdón públicamente y por exhibir un comportamiento intachable en el que hacía énfasis en el arrepentimiento. Y así, se colgó la cruz que la hija de Isabel Preysler le regaló, comenzó la rutina de acudir a los oficios dominicales y se marchó a hacer el Camino de Santiago para encontrar el que le llevara de vuelta a Tamara. Y lo halló en aquella Misa del Gallo, de la que los dos salieron juntos. Antes de eso ya se habían visto en noviembre para conversar.

Borrón y cuenta nueva

En ‘Sálvame’ contaron que el encuentro había durado horas, hasta la madrugada y, aunque la marquesa quiso transmitir que había sido para poner el punto final definitivo entre ambos, parece que más bien sirvió para hacer borrón y cuenta nueva. Entre las primeras señales de reconciliación, la actitud de Íñigo al ser abordado por los reporteros. Mucho más ufano y con una media sonrisa que nada tenía que ver con aquel Íñigo despechado que respondía indignado sobre la posible relación entre Tamara y Hugo Arévalo, un amigo común que habría consolado a la hija de Isabel Preysler desde su ruptura pero que no habría conseguido llegar a su corazón. 

Otra señal, el desbloqueo 2.0, un gesto que parece de poca importancia pero que en los tiempos que corren se ha convertido en una declaración de intenciones. Desde primera hora del martes, los mensajes que durante meses había dedicado Tamara a su novio en sus ‘post’ de Instagram volvían a aparecer. Y la confirmación definitiva, en forma de fotografías en la revista ‘¡Hola!’, la llegada de Íñigo Onieva a casa de Isabel Preysler en la noche del 31.

Portada de la revista 'Hola!'.
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