Cómo mantener limpio el horno sin usar producto quitagrasas

Toma nota si no dispones de la función de pirólisis o hace de todo menos dejar este electrodoméstico limpio.

Aunque un producto desengrasante es el mejor aliado, otros procedimientos pueden dejar el horno limpio.
Aunque un producto desengrasante es el mejor aliado, otros procedimientos pueden dejar el horno limpio.

Dice la ciencia que limpiar la casa nos hace más felices, pues funciona como una válvula de escape para el estrés que sufrimos a diario. Este hecho no quita que la pereza se apodere de uno de vez en cuando, pues poner la lavadora, barrer, planchar o limpiar el baño son tareas que rara vez apetece realizar y que se suelen posponer con más frecuencia de la deseada. Esto supone un esfuerzo mayor cuando finalmente se realizan, pues las bacterias y manchas parecen volverse superresistentes si se tarda más de un día en limpiarlas.

En el caso del horno, su limpieza es sencilla si se cuenta con la función de pirólisis, que descompone la suciedad del interior por acción del calor. No obstante, no todos los electrodomésticos cuentan con este sistema, o, en caso de disponer de él, no siempre se obtienen los resultados deseados, especialmente si el aparato ya tiene unos años.

En estos casos, limpiar y rascar la suciedad con un producto de limpieza quitagrasas es de lo más eficaz, aunque existen otras opciones que pueden evitar ese tedioso momento de frotar y frotar con la cabeza metida en el horno. Toma nota.

Lo más importante: si se mancha, se limpia. Puede parecer obvio, pero si se acaba de cocinar un pescado o un bizcocho y se detecta que algo ha salpicado las paredes o superficie del horno, conviene pasar un paño húmedo lo más rápido posible (cuando no haya riesgo de quemarse), evitando así que se seque y haya que rascarla después. Utiliza una bolsa de asar. Las bolsas de horno no solo permiten una cocina más sabrosa (si se cocina carne o pescado, los jugos naturales quedan dentro de la bolsa y conservan todo el sabor; y las verduras retienen todo el sabor y vitaminas que normalmente se pierden en el agua de cocción), sino que evitan que este electrodoméstico se manche más de la cuenta, pues todos los elementos susceptibles de crear suciedad están retenidos dentro de la bolsa. Eso sí, hay que asegurarse de que la bolsa no entra en contacto con las paredes del horno.  Invierte en una bandeja antiadherente. Si adquirir un horno de última tecnología no entra en tus planes, quizás una nueva bandeja antiadherente puede evitar los arduos ratos de limpieza, pues se limpian con mucha más facilidad. Autolimpieza manual. Si a pesar de los consejos anteriores, la grasa se ha apoderado del horno existe una fórmula mágica sin necesidad de recurrir a productos de limpieza. Se mete al horno un recipiente con agua y un poco de vinagre y se pone a máxima temperatura, dejándolo actuar una media hora. Una vez apagado el horno, se deja enfriar unos 10 minutos y se pasa un paño húmedo: la grasa se despegará mucho más fácil. También se puede sustituir el vinagre por el zumo de un limón, que además eliminará los olores. 

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