¿Finales de cuento?, ¿parejas de cine?… el amor es otra cosa

El amor romántico se ha idealizado en los textos de ficción perpetuando los estereotipos de género y fomentando las diferencias en la educación afectivo-sexual.

Representación de Blancanieves y el príncipe.
Representación de Blancanieves y el príncipe.
Pixabay

Una princesa que vuelve a la vida con el beso de un príncipe, una sirena que renuncia a su identidad por amor o una ratita que se enamora a primera vista de su depredador son algunas de las historias características de la infancia y que, de alguna forma, han condicionado la manera de afrontar el amor de hombres y mujeres.

También el cine ha incidido en estos arquetipos afectivos que se siguen asumiendo como reales en la sociedad. En ellos, la mujer ha necesitado ser salvada por un hombre, como en ‘Pretty Woman’ o luchar por el amor que todo lo puede como en ‘Crepúsculo’, aunque ello implique la muerte. Si no, los modelos de mujer y, por tanto, su forma de relacionarse con el género opuesto se han polarizado en la historia del cine entre ‘la femme fatale’ de ‘Gilda’ y el ángel del hogar de ‘Los puentes de Madison’, pasando por la mujer como objeto de deseo de ‘Con faldas y a lo loco’.

Igualmente, las comedias románticas refuerzan los mitos de un amor romántico que puede ser perjudicial para la salud de la pareja. Creer en un amor con el que se superará cualquier problema, en los flechazos y enamoramientos a primera vista o en las medias naranjas, es decir, en aquellas personas que, pase lo que pase, están hechas a medida para cada uno, puede derivar en un proyecto de vida en común que se aleja del concepto de la convivencia real en pareja, que exige ante todo favorecer el bienestar y la autonomía de cada uno, así como fomentar el respeto entre ambos.

Educar en el amor

Porque ‘El amor es otra cosa’, se organiza desde el Servicio de Igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza un programa bajo este nombre dirigido al alumnado de 4º de ESO, que consiste en impartir sesiones de una hora que abordan las relaciones afectivas y los mitos del amor romántico. Su objetivo es prevenir la violencia de género en las parejas jóvenes.

Para ello, se les propone analizar situaciones que se suceden en su día a día y que pueden identificarse con indicios de un comportamiento machista: dificultades para quedar con los amigos, exigencias de cambio de ropa a la hora de salir, control de nuevas amistades, peticiones de renuncia a la realización de actividades… En estas sesiones, se trata de que vean que en una relación se atraviesan problemas cuya resolución hará que se consolide o no la pareja. Además, según añaden los técnicos municipales, se incide en que la clave para superar esas dificultades no es ceder siempre, ni mucho menos que sea siempre la misma persona la que lo haga.

En torno a 2.200 jóvenes participan cada curso en el programa del Ayuntamiento de Zaragoza 'El amor es otra cosa', que se imparte en unos 40 centros educativos (institutos y colegios). Incluye información y asesoramiento al profesorado, así como una charla dirigida a las familias.