El debate abierto sobre ‘Mujeres y niñas en la divulgación de la ciencia’ tuvo lugar en el mes de octubre, en el marco de las jornadas de Divulgación Innovadora D+i celebradas en Etopia. Pero es ahora cuando ha dado sus primeros frutos.

Las muchas reflexiones, compartidas con el público, expresadas durante aquel debate, dejaron en el aire muchas ganas de concretar todas aquellas ideas en propuestas de usar y usar. Por eso, con la colaboración de la Fundación Ibercivis, se puso en marcha un experimento de inteligencia colectiva que se proponía definir los diez imprescindibles de una divulgación para la igualdad. Durante varios días, de forma anónima, los participantes en el experimento dejaron sus propuestas y fueron elevando a los primeros puestos las mejores ideas de los demás. Después, sus resultados se sumaron a las ideas lanzadas durante el debate de D+i y, finalmente, diez ideas fueron seleccionadas por el grupo creado en torno a aquel debate: Pampa García Molina, redactora jefa de la Agencia Sinc; Marta Macho, editora de ‘Mujeres con Ciencia’ y profesora de la Universidad del País Vasco; Tania Rabesandratana, periodista científica; Digna Couso, del Centro de Investigación para la Educación Científica y Matemática de la Universidad Autónoma de Barcelona; Michele Catanzaro, periodista científico; Leni Bascones, Iniciativa 11 de Febrero; Natalia González-Valdés, directora de Comunicación Corporativa, RSC y Sostenibilidad de L’Oréal España; Carmen Serrano, responsable de Comunicación y Producción de D+i; y Pilar Perla, coordinadora de D+i.

Este es el resultado, diez enfoques imprescindibles, aunque habrá más, y, sobre todo, diez ideas listas para poner en práctica y trabajar, desde la divulgación de la ciencia, para conseguir la igualdad: entre hombres y mujeres, con cabida para la diversidad, sin sesgos, con las mismas oportunidades para todos.

Buscar a mujeres expertas para reportajes, noticias, entrevistas y artículos de opinión como fórmula para hacer mejor periodismo, al contar con fuentes más variadas y representativas de la realidad en ciencia. Destacar siempre que sea posible que la ciencia no es para mentes privilegiadas, sino para personas normales, hombres y mujeres, a las que les guste ese trabajo. Dejar de atribuir el éxito femenino al trabajo y el masculino al talento natural. Promover nuevos valores en el mundo científico menos asociados al ego y la competitividad. La igualdad vendría como consecuencia de este cambio. Fomentar equipos de trabajo diversos (género, edad, diversidad funcional) para visibilizar que esta diversidad enriquece y ayuda a alcanzar con mayor éxito el objetivo. Mostrar referentes femeninos también ante los niños, también los necesitan. Proponer a los editores buenos temas de ciencia relacionados con mujeres y género sin miedo a que nos juzguen. Dejar de infravalorar a las mujeres mayores como modelo de persona sin cultura científica (¿el bosón de Higgs explicado a tu abuela? Tu abuela puede ser catedrática de Física). No confundir feminismo con mujerismo: incluir a muchas mujeres en eventos no es suficiente si es postureo. (16) Evitar la narrativa de una ciencia de héroes y heroínas, personas que trabajan y triunfan solas, en oposición a la ciencia colaborativa.-Ir al suplemento Tercer Milenio