La última víctima de la ira independentista: los jueces con seudónimo en Twitter

Un portal saca del anonimato a varios togados con presencia en la red social. ¿Qué implicaciones éticas y legales tiene algo así?

Twitter es una de las plataformas más activas para generar debate.
El uso de seudónimo en Twitter está muy extendido en varios gremios, entre ellos el de juez

El uso de seudónimos es casi tan antiguo como la escritura, y lo mismo los intentos por revelar las identidades ocultas. Con las redes sociales y el anonimato que viene asociada a ellas ambos fenómenos se han disparado. Hay incluso un término para designar los intentos por investigar la información privada de una persona y desvelar su identidad: ‘doxing’. Junto a los posibles reproches éticos, esta práctica se sitúa entre la fina línea entre lo regular y lo irregular, lo lícito y lo ilícito, tanto por las revelaciones de datos personales como por posibles atentados al honor.

El último caso lo ha protagonizado la web larepublica.cat, una publicación independentista que, apoyada por la cuenta de Anonymous Catalonia (@anonktalonia), lleva días dando a conocer la identidad de jueces tuiteros que han optado por publicar con nick y que según este portal tendrían un perfil anticatalanista. Una iniciativa que ha generado un sinfín de críticas de abogados y fiscales y de los propios jueces. La campaña independentista destinada a presionar a estos profesionales ha sido difundida por el propio Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat. Y en parte ha surtido efecto, ya que incluso hay jueces que han decidido abandonar Twitter.

“La información que publicamos se basa en el interés periodístico que representa la figura pública de los jueces, ya que sus comportamientos afectan directamente al ciudadano”, expone como cautela en uno de sus artículos el mencionado portal, que publica todo tipo de pormenores de los jueces sobre los que escribe. También aluden a su supuesto “nacionalismo radical español”, la “catalanofobia” o su “un tono desafiante”.

“Los periódicos que destapan identidades de jueces y fiscales que escriben en Twitter con seudónimo no se han leído el RGPD (Reglamento Europeo de Protección de Datos). La 'reversión no autorizada de la seudonimización' es lo que toda la vida se ha llamado caza de brujas”, denunció Almeida (@Bufetalmeida) en Twitter, que a continuación advirtió de que pude dar lugar a posibles sanciones administrativas por parte de la Agencia de Protección de Datos y que incluso puede tener consecuencias penales si la iniciativa incita a terceras personas a atacar a la víctima desvirtualizada.

“Hay dos frentes”, recuerda a este periódico el abogado Sergio Carrasco, especializado en derecho de las nuevas tecnologías. “Por un lado, el de la seudonimización y su reversión. Aquí es necesario identificar el mecanismo que han empleado para esa reversión; puede llegar a ser una violación en la protección de datos. Pero también puede darse que el supuesto en el que está pensando el reglamento sea distinto. Está sujeto a interpretación”.

Luego está el asunto “del honor y la propia imagen”. Carrasco recuerda que las informaciones de larepublica.cat incluyen calificativos que pueden implicar un atentado contra la propia imagen. “Se les llama abiertamente fachas”, indica. Una posible infracción agravada por el hecho de que se trate de una autoridad como es un juez.

Lo que no tiene mucha discusión, en su opinión, son las implicaciones éticas de una acción que “no aporta nada”, ya que “no hay interés informativo”, y que puede conducir a estos jueces a un “acoso selectivo”.

"¿Hay interés público relevante en conocer la identidad de alguien que escribe en una red social con pesudónimo?", se pregunta al respecto en su blog Tsevan Rabtan. Tras razonarlo, acota que solo en dos casos: cuando quien "utiliza el pseudónimo esté haciendo uso de información cierta que no esté disponible para todos y esa información tenga relevancia" y cuando esa persona esté "cometiendo delitos". Ninguno de los dos supuestos afectan a estos jueces. Tsevan Rabtan concluye: "El uso del pseudónimo es legítimo precisamente porque decidimos en su momento que, en una sociedad libre, lo que importa es el intercambio libre de opiniones"

Para el abogado y consultor Borja Adsuara, que compara la forma de actuar de la cuenta @anonktalonia con la de la Stasi en la República Democrática Alemana, puede haber implicaciones en cuestión de protección de datos, pero es más dudoso que el honor de los jueces se haya visto menoscabado por los calificativos que les dedica la publicación; en su opinión, se “pueden amparar en la libertad de expresión”.

Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, se muestra también muy crítico con la iniciativa de desvelar seudónimos en redes sociales. “Nadie tiene derecho a ir tras alguien anónimo y revelar sus datos”, señala Domingo, para quien el límite está en que un perfil anónimo cometiese por ejemplo un ataque al honor, ante lo cual lo recomendable sería “ir a los tribunales”. “Algunos se molestan cuando le pasa a ellos, pero no cuando le sucede a los demás”, razona.

José Miguel Aspas: "Fueron días complicados"

Si hay alguien que puede atestiguar en qué medida afectan prácticas como la de larepublica.cat es José Miguel Aspas, alcalde de Villar del Cobo (Teruel). El año pasado vio cómo, instigado por el propio Gabriel Rufián, se dio a conocer su identidad en Twitter, donde actúa con seudónimo (@JosPastr).

¿Cómo recuerda aquellos días?

Mi experiencia es conocida. Escribía anónimamente porque era una opción que tenía, pero resultaba incómodo para cierta gente. Se dedicaban a hurgar para conseguir mi identidad hasta que lo consiguieron, y a continuación se produjo el linchamiento. Lo que peor es que quisieron vincularlo con mi vida y mi actividad política, y yo soy alcalde de un pueblo pequeño, de 200 habitantes. Fueron días complicados por la atención mediática. También aparecieron los típicos ‘trolls’: que si “vamos ir a por ti”, que si tal. Sí es cierto que en las redes sociales hay un barullo inicial que luego se disipa. Pero es algo que te sobrepasa.

¿Tomó medidas legales?

Lo valoré en su momento y lo sigo haciendo -hay unos plazos de prescripción-; siempre estoy pendiente y sigo teniendo a gente que sobrepasa los límites éticos. Me dijeron que podía salir bien o podía salir mal, ya que se trata de la colisión de dos derechos, el de información y el del honor y la privacidad.

El objetivo de quienes le atacaron es claro.

El objetivo último es que te calles y que abandones las redes sociales. Y con alguno lo consiguen.

Con usted no ha sido así.

Yo he seguido la misma línea. Aunque sí tengo más cuidado con los comentarios que hago a los amigos, porque hemos llegado a un punto en que pueden coger una broma tuya que has hecho en privado y descontextualizarla. Es absurdo y ridículo.

¿Ha llegado a hablar con Gabriel Rufián de esto? ¿Ha vuelto a saber de él?

Nada. También te cansas; él de mí y yo de él. No creo que merezca la pena.

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