Tercer Milenio

En colaboración con ITA

2018, un año de ciencia en tres noticias... y pico

Las técnicas de secuenciación de ARN, el hallazgo de un gigantesco cráter en Groenlandia y los restos de un probable cruce entre neandertal y denisovano encabezan la lista de las investigaciones de 2018 destacadas por la revista ‘Science’.

Un asteroide se estrelló en Groenlandia en tiempos geológicamente recientes
Un asteroide se estrelló en Groenlandia en tiempos geológicamente recientes
NASA Scientific Visualization Studio

Desarrollo de organismos célula a célula

¿Cómo a partir de una sola célula puede llegar a formarse un animal o un ser humano? Aunque este sigue siendo uno de los grandes misterios de la ciencia, gracias a las técnicas de secuenciación de ARN conocidas como RNA-Seq, estamos un paso más cerca de desentrañar el proceso completo. En 2018, científicos de todo el mundo lograron aplicar estas técnicas para monitorizar el desarrollo de embriones de vertebrados. En junio, un equipo, liderado por el experto en genética Jeffrey A. Farrell de la Universidad de Harvard (EE. UU.), describió los patrones de expresión génica de cada una de las células de un embrión de pez cebra. Asimismo, otro grupo del Departamento de Biología de Sistemas de la Facultad de Medicina de Harvard logró rastrear la formación de los órganos de una rana, desde las etapas más tempranas. Para ‘Science’, el desarrollo de las tecnologías que han hecho posibles estos hallazgos constituye el avance más relevante del año por "su potencial para estimular avances en investigación básica y en medicina".

Un cráter gigante en Groenlandia

El descubrimiento de un gigantesco cráter de 31 km de diámetro, tan grande como el área metropolitana de Madrid, fue otro de los temas científicos más importantes de 2018. Un equipo internacional de investigadores, liderados desde el Museo de Historia Natural de Dinamarca (Universidad de Copenhague), lo descubrieron al noroeste de Groenlandia, oculto por el glaciar Hiawatha. El cráter se formó cuando un meteorito de hierro, de aproximadamente 1, 5 km de ancho, se estrelló contra esa zona de Groenlandia, pero desde entonces ha estado cubierto bajo casi un kilómetro de hielo. Para los expertos, las características del agujero indican que se formó después de que las capas de hielo comenzaran a cubrir Groenlandia, por lo que tiene una edad comprendida entre los tres millones de años y 12.000 años.

Este hallazgo también está relacionado con el clima, ya que los grandes impactos pueden influir en la temperatura terrestre, lo que tiene importantes consecuencias para la vida. Un ejemplo podría haber sido la colisión que acabó con los dinosaurios. De acuerdo con esto, quizás nuestros antepasados no vieron caer el meteorito en Groenlandia, pero sí pudieron sentir sus consecuencias climáticas.

La hija de una neandertal y un denisovano

En una cueva de las remotas montañas siberianas, apareció un pequeño trozo de hueso, de apenas dos centímetros, perteneciente a una adolescente que vivió hace más de 50.000 años. Los análisis genómicos realizados por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania revelaron un resultado sorprendente: la madre de la joven fue una neandertal y su padre, un denisovano.

Estos dos grupos de homínidos extintos habitaban Eurasia mientras se expandían los humanos modernos. Los datos del genoma de la joven también han servido para obtener información sobre las ascendencias de los progenitores y de sus respectivos grupos. Así, se conoce que aunque el padre era denisovano, tenía al menos un antepasado neandertal en su árbol genealógico.

Este hallazgo es importante porque constituye una evidencia directa del cruce de neandertales y denisovanos, si bien los expertos señalan que los dos grupos permanecieron genéticamente distintos el uno del otro, quizá porque las hibridaciones, aunque ocurrieran, fueran limitadas. No obstante, los resultados de este estudio están siendo ampliamente debatidos.

Tres fracasos
Junto a los diez avances de 2018, ‘Science’ ha publicado los que considera los tres fracasos más sonados del pasado año.

Incendios, ciclones, huracanes, inundaciones. Para la revista, el 2018 debe ser recordado como el año de los desastres relacionados con el clima. Hace tan solo unos días, los 200 países reunidos en la Cumbre del Clima celebrada en Polonia cerraron un pacto de medidas contra el calentamiento global. Uno de los objetivos acordados es lograr que la temperatura del planeta no suba por encima de 1,5 grados. El problema es que en 2018 la cifra ya se sitúa en 1ºC, según los informes del IPCC. Otro de los acontecimientos negativos del año fue el incendio del Museo Nacional de Río de Janeiro. La primera institución científica brasileña, de más de 200 años de antigüedad, albergaba más de 20 millones de piezas de valor incalculable para la ciencia. Finalmente, en 2018 el desarrollo de la genética planteó nuevos retos éticos y legales. En noviembre, el científico chino He Jiankui aseguró haber creado los primeros bebés modificados genéticamente con la herramienta Crispr. El investigador habría utilizado esta técnica en dos gemelas para eliminar el gen CCR5 con el objetivo de hacerlas resistentes al VIH, la viruela y el cólera. Jiankui fue duramente criticado por exponer a estas niñas a riesgos desconocidos e ignorar importantes consideraciones éticas.

Doce meses de ciencia española
El Homo sapiens salió de su África natal 50.000 años antes de lo que se pensaba. Un fragmento de mandíbula encontrado en una cueva en Israel se dató entre hace 200.000 y 175.000 años. En el estudio participaron investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana y del Centro UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humano. Un grupo de investigadores del CNIO logró detener en ratones el avance de la fibrosis pulmonar idiopática. Un nuevo tipo de terapia génica logró rejuvenecer los tejidos afectados. Los neandertales mostraron inquietudes artísticas antes que los humanos modernos, según la datación de pinturas rupestres encontradas en varias cuevas españolas. Menos del 1% de las personas infectadas con el virus del sida jamás desarrolla la enfermedad. Científicos del Instituto de Salud Carlos III, la Universidad de La Laguna y el Instituto de Investigación del Sida Irsi Caixa de Barcelona señalaron al responsable: proteínas defectuosas en la envoltura del virus. Una oficina de asesoría científica a los políticos nacerá en 2019 con un presupuesto de 200.000 euros. La idea fue impulsada por la iniciativa ciudadana Ciencia en el Parlamento. Un equipo internacional liderado por astrónomos españoles encontró el segundo exoplaneta conocido más cercano a la Tierra. Una supertierra helada, a 6 años luz . Con la colaboración del telescopio Magic de Canarias, se conoció el origen de un neutrino cósmico detectado en 2017: un blazar, galaxia gigantesca que emite un chorro de partículas. Para ‘Science’ fue uno de los diez avances científicos de 2018. Investigadores del CNIO desarrollan un tratamiento que podría alargar la vida de pacientes con metástasis cerebral. Se identificó cómo funciona el genoma de la leucemia. Investigadores de la Universidad de Oviedo, coliderados por Carlos López-Otín, revelaron las claves del genoma de George, último ejemplar de tortuga gigante de Pinta (islas Galápagos, Ecuador), muerto en 2012 con más de 100 años, y de su longevidad.-Ir al suplemento Tercer Milenio
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