Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Un exoplaneta que se evapora rápidamente

Los planetas de masa intermedia se evaporan rápidamente cuando están demasiado cerca de sus estrellas, quedando luego como planetas más pequeños por la pérdida de masa.

Nube de hidrógeno alrededor de GJ 3470b
Nube de hidrógeno alrededor de GJ 3470b
NASA/ESA y D.Player (STScl)

Los pescadores se quedarían perplejos si en sus redes solo aparecieran peces grandes y pequeños, pero solo unos pocos peces medianos. Los astrónomos también se han quedado perplejos tras realizar un censo de planetas extrasolares orbitando alrededor de estrellas. Han encontrado planetas calientes del tamaño de Júpiter y también las denominadas supertierras calientes (planetas con un diámetro no mayor que 1,5 veces el de la Tierra). Estos planetas son calientes porque orbitan muy cerca de su estrella anfitriona. Pero los exoplanetas de tamaño intermedio, conocidos como Neptunos calientes y cuyas atmósferas se calientan a más de 900°C, han sido mucho más difíciles de localizar y hasta ahora solo se ha detectado un puñado de ellos.

La mayoría de los Neptunos conocidos son más bien considerados como ‘cálidos’, ya que orbitan más alejados de su estrella anfitriona de la región donde se esperaría encontrar a los Neptunos calientes. El misterioso déficit de este tipo de exoplanetas sugiere que tales mundos son raros, o que, siendo abundantes en su momento, ahora ya han desaparecido.

¿Dónde han ido a parar los Neptunos calientes? Si se representa en una gráfica el tamaño del planeta frente a su distancia de la estrella anfitriona, aparece una zona vacía en esa distribución, que los astrónomos han denominado ‘desierto de evaporación’. ¿Por qué este nombre? Hace unos años, el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA detectó que uno de los Neptunos más cálidos conocidos, denominado GJ 436b y situado en el borde del desierto de evaporación, estaba perdiendo su atmósfera, lo que llevó a los astrónomos a pensar que la razón por la que no se detectaban Neptunos más calientes podría ser la rápida evaporación de sus atmósferas.

En un trabajo, publicado recientemente en la revista ‘Astronomy & Astrophysics’, un equipo internacional de astrónomos con la participación del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), ha detectado un segundo Neptuno ‘muy cálido’, denominado GJ 3470b, que está perdiendo su atmósfera a un ritmo 100 veces mayor que GJ 436b. Ambos planetas se encuentran muy próximos a su estrella anfitriona, a unos 3,7 millones kilómetros de distancia, una décima parte de la distancia entre Mercurio y el Sol.

Para Jorge Sanz-Forcada, investigador del CAB y coautor del estudio: “la particularidad de este planeta reside en que está al borde del desierto de evaporación, pues refuerza la explicación más aceptada de que este desierto se debe a que los planetas con una masa como la de Neptuno, cuando orbitan demasiado cerca de su estrella anfitriona, reciben una cantidad ingente de radiación que evapora la atmósfera del planeta”.

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