Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Lluvias asesinas sobre Atacama

El aporte de agua durante los últimos tres años en una zona del desierto chileno donde no llovía hace al menos 500 años ha causado una gran devastación entre la vida local: los microbios.

Lagos formados en el corazón hiperárido del desierto de Atacama
Lagos formados en el corazón hiperárido del desierto de Atacama
Carlos González Silva

Las primeras lluvias en siglos en el corazón del desierto de Atacama han devastado su vida microbiana. Los microbios locales, que estaban adaptados a la sequía extrema, han muerto debido a la repentina abundancia de agua.

El desierto de Atacama, al norte de Chile, es el más seco y antiguo de la Tierra. Durante al menos 500 años no se habían registrado lluvias en su corazón hiperárido, pero esta situación ha cambiado en los últimos tres años. Y, contrariamente a lo que se esperaba, el aporte de agua de las primeras lluvias registradas en esta zona hiperárida ha causado una gran devastación entre la vida que allí prosperaba: los microbios. Es la conclusión de un estudio internacional, publicado en ‘Nature Scientific Reports’, dirigido por investigadores del Centro de Astrobiología (mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial). Estas lluvias recientes se atribuyen al cambio climático global.

"Nuestro grupo ha descubierto que, contrariamente a lo que cabría esperar intuitivamente, el aporte de agua no ha supuesto un florecimiento de la vida en Atacama, sino que las lluvias han causado una enorme devastación en las especies microbianas que habitaban estos lugares antes de las precipitaciones", explica el investigador del CSIC Armando Azúa-Bustos.

"Las elevadas lluvias han causado la extinción masiva de la mayoría de las especies microbianas indígenas. El rango de extinción llega al 85%, como resultado del estrés osmótico que ha provocado la abundancia repentina de agua: los microorganismos autóctonos, que estaban perfectamente adaptados a vivir bajo condiciones de extrema sequedad y optimizados para la extracción de la escasa humedad de su entorno, han sido incapaces de adaptarse a las nuevas condiciones de súbita inundación y han muerto por exceso de agua», añade Alberto G. Fairén, investigador del CSIC en el Centro de Astrobiología.

De Atacama a Marte

Estudiar Atacama sirve para proponer que las inundaciones catastróficas que experimentó Marte, un planeta hiperárido, en épocas antiguas "pudieron haber contribuido a la desaparición de la vida marciana, si alguna vez existió, en lugar de representar una oportunidad para el reflorecimiento de microbiotas resilientes", concluye Fairén.

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