Cuando Vincent Van Gogh pintó en 1889 'La noche estrellada', uno de sus cuadros más famosos, lo hizo desde su ventana del asilo Saint-Paul-de-Mausole, donde fue internado debido a sus problemas mentales. El pintor veía desde su habitación el ritmo que marcaban las estrellas en el cielo, que parecían bailar ante sus ojos, y lo plasmó con sus características pinceladas sueltas.

Las curvas que dominan el cielo dotan a la obra de una acción dinámica que simula el movimiento. Pero ahora un efecto óptico, que corre por las redes sociales, ha ido un paso más allá para engañar a nuestra mente.

¿Se mueve el cielo?

Para comprobarlo,  solo hay que darle al 'play' y mirar durante unos diez segundos la parte de arriba de la imagen, que muestra formas concéntricas en movimiento. Después, fijamos nuestra mirada en el cuadro del artista holandés y... ¡voilà!

Las ondas del cielo parecen deslizarse por el lienzo como por arte de magia. Pero no es ningún truco, solo es una ilusión como resultado de la exposición de nuestra vista y nuestro cerebro a un patrón de movimiento. 

Tal vez era, más o menos, así, en movimiento, la imagen que el propio Van Gogh veía en el cielo estrellado de La Provenza francesa desde el sanatorio en el que estaba recluido y que quedó inmortalizada para siempre en esta obra:

Efectos ópticos

Las ilusiones o efectos ópticos se han convertido en un verdadero filón para los amantes de los 'likes' en redes sociales.

Desde el vestido de dos colores al gato que subía o bajaba la escalera, según el observador, o la curiosa grabación de las columnas por las que el público abandona el estadio de San Siro, en Milán, y que parecen girar mientras las personas que hay sobre ellas se mantienen inmóviles. Estos  son solo algunos ejemplos de juegos que ponen a prueba nuestra percepción, nos divierten y sorprenden a través de fotos o vídeos compartidos una y otra vez en Twitter, Facebook o Instagram.