Pilar Martínez, cuando el frenazo de la prejubilación la hundió en el alcohol

La mezcla de depresión y adicciones sumió a esta mujer en una situación sin salida hasta que encontró la fuerza y apoyo necesarios para salir adelante.

Pilar Martínez, cuando el frenazo de la prejubilación la hundió en el alcohol .
La ebriorexia, o la peligrosa combinación del alcoholismo con la anorexia
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Cuando Pilar Martínez aparcó su rutina frenética de alto cargo en una multinacional se sumió en una depresión que la condujo al alcohol y al tabaco, una situación agravada durante diez años y descontrolada hasta el tratamiento integral en un centro sanitario valenciano que atendió su patología dual.

Así lo ha revelado Martínez durante los "Diálogos EFE Salud: Salud mental y adicciones", donde diversos psiquiatras han abordado la situación actual de la patología dual, entendida como la coexistencia de un trastorno adictivo y otro mental en una misma persona, una realidad en la que se vio envuelta Pilar después de prejubilarse a los 58 años.

"Soy alcohólica y llevo 78 días sin consumir. Parece poco tiempo pero para mí ha sido un logro muy importante porque estaba muy hundida. He caído en lo más bajo con el alcohol", explica Pilar, quien añade que durante toda su vida laboral fue una persona muy activa y que al frenar, cayó en una depresión.

Martínez ha explicado que en su empeño por encontrar un remedio acudió a tres consultas médicas distintas, aunque, como ha señalado, "salía de los centros y no duraba ni un mes" con su problema controlado ante la ausencia de un abordaje integral que finalmente encontraría en el Hospital Vithas Nisa Aguas Vivas de Valencia.

Allí, en veintiún días de procedimiento obtuvo "las herramientas necesarias para luchar" de manera conjunta contra sus adicciones y su depresión.

Hasta ahora sus últimos diez años han sido "no tener vida, caer día a día más bajo y cada vez con más ansia, sin poner topes ni frenos para tapar la angustia y el freno", una época en la que "pierdes tu vida social, tu familia, los amigos, todo; no te importa nada".

"Ahora me encuentro simplemente feliz y a gusto con lo que he hecho, pero siempre manteniendo la cabeza en su sitio para no recaer", ha proseguido Martínez, quien ha asegurado que lleva cerca de 80 días de abstinencia tras modificar su "manera de pensar" y reconocer tanto lo mucho que dependía del alcohol como cuánto la había dañado esta sustancia.

Ahora conoce "hasta dónde llegar y qué cambiar" cuando le surja "una apetencia" gracias al aprendizaje de unas herramientas muy necesarias, puesto que, como ella asevera, "esto es para toda la vida" porque las adicciones son enfermedades crónicas y requieren de un trabajo continuo "en el día a día que no termina".

El responsable de las unidades de Salud Mental y Desintoxicación Hospitalaria en los hospitales Vithas Nisa València al Mar y Aguas Vivas, el doctor Augusto Zafra, ha expuesto que con el tratamiento integral se pretende que la persona "se recupere en el menor tiempo posible y tenga el menor porcentaje de recaída en el medio-largo plazo".

Un objetivo, recalca, en el que es muy relevante el apoyo familiar puesto que en los últimos tiempos "a las personas que han tenido problemas de adicción se les ha catalogado de débiles" y se les ha calificado "con palabras muy estigmatizantes cuando en realidad no tienen mucha salida" salvo el tratamiento.

En estos mismos términos se ha pronunciado el responsable del programa de patología dual grave del Hospital Provincial de Castellón, Gonzalo Haro, quien ha manifestado que muchas de estas personas escuchan en su día a día comentarios como "que no tienen fuerza de voluntad para salir de la depresión" y otras opiniones que son resultado "de que los familiares y la sociedad en general no entienden ni saben en qué consiste esta enfermedad".

Por ello, el doctor Zafra ha admitido que en casos como estos el abordaje sanitario "va muy enfocado al equipo de trabajo", que no se limita solo al paciente y a los profesionales sino también a la familia para así conseguir "benignizar su curso y evitar las recaídas".

En ese proceso es importante que las personas allegadas sean capaces de corregir ciertos comportamientos "que pueden estar perpetuando el bucle de la adicción", según el especialista.

Según ha confirmado Pilar Martínez, muchos de quienes se encontraban en su entorno "no consideraban el alcoholismo como una enfermedad, sino que pensaban que era un vicio", aunque ella ha podido contar con una persona que le ha "ayudado mucho" y que la llevó al centro donde ha recibido el tratamiento para combatir a la vez la depresión y las adicciones.

Durante el desayuno, los especialistas han recalcado de igual manera que cualquier sujeto es susceptible de padecer una adicción o patología dual.

Como ha subrayado el doctor Zafra, cuando existen factores de estrés como rupturas o duelos se produce "un afrontamiento" de esa situación que, en función de la vulnerabilidad de cada persona, puede llevar a generar estas enfermedades "en cerebros vulnerables".

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