Así es un álbum de cromos que no es de futbolistas

Una editorial dirigida por científicos rompe un nuevo techo al crear una colección sólo de mujeres científicas y anónimas.

Álbum de cromos
Así es un álbum de cromos que no es de futbolistas

Carme Ruscalleda, una de las cocineras con más estrellas Michelin del mundo (7), abrió el vigésimo encuentro de Gastronómika con un reconocimiento al trabajo femenino en el gremio históricamente silenciado. Joan Roca y Martín Berasategui defendieron su labor, y el crítico José Carlos Capel cerró el debate sobre vanguardia diciendo que "las mujeres son el futuro". Pero la también crítica Rosa Rivas matizó: "Las mujeres no somos el futuro, somos el presente". "Y el pasado", acentuó Quique Dacosta. Gastronómika es la cita por excelencia de la revolución gastronómica en España. Un congreso único en el mundo con la degustación por los asistentes, en tiempo real, en directo y desde la propia butaca del Kursaal de San Sebastián, de lo que los grandes chefs elaboran frente a ellos. Y la imagen más repetida fue la de Juan María Arzak brindando junto a sus también muy conocidos cocineros, todos hombres (Arguiñano, Berasategi, Aduriz, Atxa, Allia, Subijana y Arbelaitz).

La fotografía ilustraba uno de los temas de la cita, el de la presencia de la mujer en la alta cocina y que quedaba patente con un doloroso detalle, porque sólo 5 de los 60 ponentes de Gastronómika fueron mujeres. Tampoco hubo ninguna en el jurado de concursos. Una realidad que es una de esas dicotomías de la vida, porque prácticamente todos ellos aprendieron a amar la cocina por sus madres o abuelas que les enseñaron; mujeres que aun hoy parece que hacen un trabajo apenas relevante, mientras que los hombres son ‘chef’ y elevan el oficio a la categoría de arte. La cocina es uno de esos sectores con cara de hombre, como la ciencia.

POCAS, EN LAS TIC

El sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), protagonista de la transformación de la economía mundial y uno de los que cuenta con empleos cualificados mejor remunerados, tiene también una escasa presencia de mujeres. Esta desigualdad, lejos de corregirse, tiende a empeorar. La proporción de mujeres en los grados de Ingeniería Informática de la Universidad de Zaragoza se ha reducido a la mitad en los últimos 20 años, pasando del 25% de los estudiantes en 1998 al 10% hoy. Y en el conjunto de las carreras de ingeniería del campus aragonés, el número de alumnas está anclado en el 25% desde el curso 2000-2001 sin variación. Son datos aportados en el reciente foro organizado por el departamento de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón y la empresa Informática El Corte Inglés (IECISA), que evidenció que la carencia de mujeres en el sector TIC, lejos de corregirse, tiende a empeorar. Datos que parten de un informe sobre la desigualdad de género en ese mundo de María Villarroya, profesora de Arquitectura y Tecnología de Computadores de la Universidad de Zaragoza y presidenta de AMIT Aragón, la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas. El informe denuncia el desinterés de las mujeres por estudios de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, como evidencian las cifras de matriculaciones universitarias. "Los sesgos de género -dice- aparecen en Primaria y las alumnas comienzan a tener falta de autoestima respecto a sus capacidades en áreas como las matemáticas de la que no son conscientes los profesores".

Quizá para romper estas barreras, tres investigadores han creado un álbum de cromos de científicas. Les avala su éxito con dos revistas de ciencia para niños y adultos, y su empeño en romper con la idea de cromos de fútbol para los niños y de princesas para las niñas. Cuentan con más de mil suscriptores que junto a las ventas ‘online’ les permite autofinanciarse y sacar adelante cuatro publicaciones al año, dos de ‘Principia Magazine’ (dirigida a un público adulto) y otras dos de ‘Principia Kids’. Primero hubo una versión digital y poco después saltaron al papel. Sus creadores son Enrique Royuela, doctor en Microbiología, Fisiología y Genética, la bióloga Cristina Escandón y Javier Díaz-Romeral, ingeniero informático.

Más de 400 colaboradores, entre ilustradores y redactores de todas las ramas del conocimiento, dan forma cada seis meses a las revista en papel, además de alimentar con dos o tres artículos semanales sus perfiles en Facebook y Twitter, donde ya han alcanzado los 15.500 seguidores. Cada una de las revistas, de 104 páginas, cuenta al menos con 24 artículos que abordan una misma temática desde distintos puntos de vista. "En la última publicación hemos hablado de las científicas anónimas, cuyos logros no son conocidos por el hecho de ser mujeres". Y, para que los niños y sus padres no se vuelvan locos comprando cromos, van a crear una aplicación para encontrar a la persona con la que cambiar el repetido aunque esté a kilómetros de distancia. Porque el correo postal sigue existiendo.

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