Todo esfuerzo es poco para conseguir que los invitados a una boda disfruten al máximo y se vayan con el mejor de los recuerdos. Quizá por eso es habitual que los novios le den muchas vueltas a los pequeños obsequios que repartirán a los comensales durante el banquete y, por eso, también son muchas las propuestas que actualmente existen en el mercado y que merece la pena estudiar con detenimiento.

Si se piensa en las más clásicas, la cosmética, en forma de jabón, sales o perfume, sigue teniendo una buena aceptación. Los inciensos, abanicos y llaveros también forman parte del imaginario nupcial más recurrente, sin olvidar las plumas estilográficas, los monederos y los espejos. La originalidad de los diseños o el grabado de los envoltorios marcará la diferencia en este ámbito, aunque si lo que se busca es sorprender las zapatillas para ir por casa, los cargadores USB, los bálsamos de labios o los objetos decorativos con luces led son lo último en recordatorios, según las tendencias.

Tradicionalmente se distinguía entre ellos y ellas a la hora de hacer el regalo, pero esa línea entre los dos géneros se ha ido desdibujando y cada vez es más habitual decantarse por propuestas 'unisex' para los invitados que, como mucho, solo cambian el color o ni siquiera eso. Ilustraciones alusivas a la relación sentimental protagonista, estampas con mensajes positivos o poemas conmovedores son, en este aspecto, interesantes alternativas que suelen ponerse encima del cubierto para que la lírica o el arte invada la sala nada más sentarse los amigos y familiares.

En la memoria de los invitados al acontecimiento también se quedarán momentos muy especiales con amigos o familia que se pueden inmortalizar en un ‘photocall’ o en un libro de firmas, elementos comunes que también servirán para construir un buen recuerdo entre todos.

- Más información en 'Suenan campanas', la guía de bodas de HERALDO