Tercer Milenio

En colaboración con ITA

España, premio Ig Nobel de la Paz por un trabajo sobre los efectos de gritar al volante

El ganador absoluto fue Akira Horiuchi, de Japón, por un informe médico sobre su autocolonoscopia en posición sentada.

El ganador absoluto fue Akira Horiuchi, de Japón, por un informe médico sobre su autocolonoscopia en posición sentada. En la imagen, a la derecha en la ceremonia de entrega de los Ig Nobel celebrada en Boston.
El ganador absoluto fue Akira Horiuchi, de Japón, por un informe médico sobre su autocolonoscopia en posición sentada. En la imagen, a la derecha en la ceremonia de entrega de los Ig Nobel celebrada en Boston.
Brian Snyder/Reuters

El premio Ig Nobel de la Paz ha recaído en un trabajo conjunto de España y Colombia por medir la frecuencia, la motivación y los efectos de gritar y maldecir mientras se conduce un automóvil. Estos galardones, creados por la revista 'Anales de Investigaciones Improbables', premian los diez estudios científicos del mundo más absurdos y disparatados del año. Se trata de informes reales, pero cargados de humor por su surrealismo. En esta edición de los premios, que se entregaron este jueves por la noche en Boston, el primer premio lo ha obtenido el japonés Akira Horiuchi por demostrar gracias a una autocolonoscopia que practicar esta técnica en posición sentada es posible.

De los diez premios, uno fue a manos del español Francisco Alonso, quien acudió a la ceremonia a recogerlo en nombre propio y del resto de firmantes del trabajo publicado en la 'Revista de Sociología y Antropología' bajo el título "Gritar y maldecir mientras se conduce: frecuencia, razones, riesgo y castigo percibidos" (Cristina Esteban, Andrea Serge y Maria-Luisa Ballestar). 

El premio de Educación Médica fue para el citado Horiuchi por el informe médico "Colonoscopia en posición sentada: Lecciones aprendidas de la autocolonoscopia mediante el uso de un colonoscopio de rigidez variable de calibre pequeño". El propio doctor Akira Horiuchi asistió a la ceremonia y bromeó sobre su sesudo estudio.

El galardón de Medicina fue a manos de los doctores estadounidenses Marc Mitchell y David Wartinger, por utilizar los paseos en montaña rusa para tratar de acelerar el paso de los cálculos renales.

El premio de antropología recayó en un trabajo de Tomás Persson, Gabriela-Alina Sauciuc y Elainie Madsen, quienes recogieron pruebas en un zoológico y pudieron demostrar que los chimpancés imitan a los humanos con la misma frecuencia que los humanos imitan a los chimpancés.  Su  título: "Imitación espontánea de especies cruzadas en la interacción entre los chimpancés y los visitantes del zoológico".

Un estudio que demuestra que los enólogos son capaces de identificar con fiabilidad, solo por el olor, la presencia de una mosca en una copa de vino obtuvo el premio de Biología. Paul Becher, Sebastien Lebreton, Erika Wallin, Erik Hedenstrom, Felipe Borrero-Echeverry, Marie Bengtsson, Volker Jorger y Peter Witzgall lograron demostrarlo con su trabajo titulado "El aroma de la mosca".

El premio de Química se lo llevaron los autores del trabajo que demuestra que la saliva humana es un buen agente de limpieza para superficies sucias. Paula Romão, Adília Alarcão y el fallecido César Viana son sus autores.

El premio Ig Nobel de LIteratura fue a manos de Thea Blackler, Rafael Gomez, Vesna Popovic y M. Helen Thompson, por documentar que la mayoría de las personas que usan productos complicados no leen el manual de instrucciones. Se titula: "La vida es demasiado corta para RTFM: cómo los usuarios se relacionan con la documentación y el exceso de características en los productos de consumo".

El premio de nutrición fue a James Cole, de Tanzania, por calcular que la ingesta calórica de una dieta de canibalismo humano es significativamente más baja que la ingesta calórica de la mayoría de las otras dietas tradicionales de carne.

El galardón de Medicina Reproductiva premió a  John Barry, Bruce Blank y Michel Boileau, por utilizar sellos postales para comprobar si el órgano sexual masculino funciona correctamente, como se describe en su estudio "Nocturno Monitoreo de la tumescencia del pene con sellos ".

El premio de Economía fue para una investigación sobre si es efectivo que los empleados usen muñecos vudú para tomar represalias contra el maltrato de los jefes. Se trata de un estudio publicado por los doctores de Canadá, China, Singapur y EE. UU.  Lindie Hanyu Liang, Douglas Brown, Huiwen Lian, Samuel Hanig, D. Lance Ferris y Lisa Keeping. El trabajo se titula: "Enderezar un mal: represalias en una muñeca vudú que simboliza a un supervisor abusivo para restaurar la justicia".  El trabajo concluye que que al superior no le pasa nada, pero uno se desahoga.  


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