Así funcionan los patinetes eléctricos de alquiler

Lime fue financiada por Uber y cuenta también con bicis

Un hombre conduce en París un patinete eléctrico de la marca Lime
Un hombre conduce en París un patinete eléctrico de la marca Lime
Francois Guillot

Los han soltado por las calles de Valencia y el Ayuntamiento de la capital levantina ha ordenado su retirada, pero ¿cómo funcionan los patinetes de Lime?

Estos dispositivos eléctricos son repartidos por la ciudad libremente y se desbloquean con una ‘app’ móvil. Mediante la aplicación el usuario localiza el patín y escanea un código que hay en el manillar. El alquiler cuesta un euro, más 15 céntimos por cada minuto de uso, y el usuario puede dejar el patinete una vez disfrutado en cualquier lugar de la vía pública.

Tienen una autonomía de 50 kilómetros, una velocidad de 24 km/h y no hay estaciones de aparcamiento o carga. Lime subcontrata su recarga a cualquiera que se quiera convertir en ‘juicer’: usuarios que se los llevan a casa, los cargan y los vuelven a dejar en la calle. Por cada recarga, un ‘juicer’ puede obtener entre 6 y 12 euros.

Lime se encuentra en cerca de un centenar de ciudades de Estado Unidos y un puñado de europeas. Además de patinetes ha dejado en la calle bicis, tanto convencionales, como eléctricas.

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